Los pescadores y vendedores del Malecón en Neiva están alarmados por la escasez de peces como bocachico y la carestía en la mojarra. “La mojarra se ve escasa porque llega la temporada de Semana Santa y se la llevan para la Costa y Bogotá. Se la venden al mejor postor”, dijo Alexandra Piedrahita, comerciante de la Cooperativa de Vendedores de Pescado Artesanal (Coovenpesa).
Rafael Rodríguez C.
A cuatro días de iniciar la Semana Santa la escasez de pescado sumado al alto costo por arroba tienen alarmados a pescadores artesanales y comerciantes del sector del Malecón del río Magdalena en Neiva.
“Para los pescadores artesanales está muy crítica la labor…”, dijo el pescador Luis Enrique Losada, socio de la Asociación del Alto Magdalena, al manifestar que el alto nivel del río no les permite obtener pescado bagre o bocachico.
Sostuvo que hoy en día los pescadores están sacando bocachico, pataló, capaz y cucha, “pero muy pequeño y no lo dejan vender. No hay más”.
Como Losada también elevó su voz de alarma Teresa Claros, vendedora de pescado en el sector de los artesanos, quien manifestó que el pescado no solo está escaso sino que él que llega es muy caro. “Llevamos varias semanas que trabajamos por trabajar. El pescado de río como el bocachico está escaso”.
Tanto Losada como Teresa coinciden en que el tamaño del pescado y su escases se debe a que el nivel alto del río Magdalena y las represas El Quimbo y Betania. “Desde que hicieron las represas el pescado del Magdalena se agotó casi el 70 por ciento”.
Losada manifestó que en el 2021 para esta época la pesca y venta fue mucho mejor toda vez que los pescadores en promedio obtenían entre 100 mil pesos y 150 mil pesos diarios. “Hoy los pescadores no van a faena porque pierden hasta el transporte. Más de uno ha salido y pierde porque no coge nada, la canoa vale 50 mil pesos y la comida 20 mil pesos”.
Mojarra cara
Los pescadores y vendedores manifestaron además que el precio de la mojarra que se cultiva en el embalse de Betania aumentó y se encuentra escasa para comercializar en Neiva.
Alexandra Piedrahita, comerciante de la Cooperativa de Vendedores de Pescado Artesanal (Coovenpesa) de Neiva, manifestó que la mojarra roja está siendo vendida a otras ciudades del país. “La mojarra se ve escasa porque llega la temporada de Semana Santa y como el Huila es productor se la llevan para la Costa, Cali o Bogotá, porque vienen y ponen más dinero que nosotros. Se la venden al mejor postor”.
En el mismo sentido se manifestó Losada al señalar que la mojarra grande la sacan para exportar. “Si uno quiere comprarla tiene que pagar lo que ellos pidan…”.
Aseguró que la arroba de mojarra negra la compran en 100 mil pesos y la roja a 140 mil pesos para vender la libra en la capital huilense a 7.000 pesos “de pronto se pone a 8.000 mil pesos”.
Los pescadores sostuvieron que la arroba de bocachico la compran en 300.000 mil pesos para vender la libra a 12 mil pesos, 13 mil pesos o 14 mil pesos dependiendo el tamaño. “Lo poco que nos surten los pescadores del río es muy caro”, expreso Teresa Claros.
Agregó que hay escasez de bagre criollo y el precio pasó de 11.000 pesos a 14.000. “Esta floja la demanda, la gente no está comprando”, manifestó Losada.