La senadora y precandidata presidencial del uribismo, Paola Holguín, habla con LA NACIÓN y advierte que la crisis de orden público en el Catatumbo ya se vive en otras regiones del país. “Las estructuras criminales cada vez controlan más el territorio y están copando más departamentos”, dice. Llama a tener una “política seria de lucha contra el narcotráfico”.
Jesús Antonio Rojas Serrano
Para la senadora antioqueña Paola Holguín Moreno, la crisis de orden público y social que enfrenta hoy el Catatumbo se está replicando en otras regiones del país como el Cauca, en donde, según ella, el Estado perdió hace rato el control del territorio.
Holguín Moreno junto a María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Miguel Uribe y Andrés Guerra aspiran a la candidatura presidencial del Centro Democrático para las elecciones de 2026.
¿Cuál es su visión de lo que está pasando hoy en el Catatumbo?
Jesús Antonio, lo del Catatumbo ya estaba advertido por varias razones, entre otras, porque el Gobierno ha fracasado con su política de Paz total; el ministro de Defensa y el comandante de las Fuerzas Militares habían reconocido un fortalecimiento de las estructuras criminales debido a los ceses bilaterales al fuego, que paralizaron la acción de la fuerza pública mientras continuaban delinquiendo Farc, Eln y Clan del Golfo. La poca efectividad de la política antidrogas también ha contribuido a la crisis en el Catatumbo; la producción de cocaína ha crecido en un 50%. Y el año pasado, el Eln dejó claro que se consideraba una guerrilla binacional y que iba a salvaguardar el proyecto de la dictadura venezolana.
Senadora Holguín, ¿quién o quiénes son los culpables de esta crisis de orden público y social que enfrenta el norte del país?
Los responsables directos son Maduro y Petro y lo digo así de claro porque Maduro permitió que Venezuela dejara de ser un santuario para convertirse en la retaguardia estratégica del Eln y las Farc. Eduardo Pizarro Leongómez, en el libro sobre las fronteras y la guerra, hizo un análisis muy importante sobre lo que venía pasando en Venezuela, en donde estructuras criminales como el Eln concentraban la mayoría de los hombres, los comandantes y las armas; hay varias regiones de ese país bajo el control del Eln. Y el Gobierno de Gustavo Petro es responsable porque a pesar de que las cifras demostraban el crecimiento del narcotráfico y el mayor control territorial por parte de las estructuras criminales, no actuó; y cuando la Defensoría del Pueblo emitió la alerta temprana de inminencia sobre la situación del Catatumbo, las acciones no fueron las necesarias para evitar que llegáramos a este punto. Yo creo que el decreto de conmoción interior de Petro, que es además inconstitucional, es una medida para él librarse de los controles legales para gobernar, para invertir recursos, para establecer nuevos impuestos y para hacer acciones sin el contrapeso institucional; el decreto no logra conjurar la problemática de esa zona y de otros departamentos como el Guaviare, el sur de Bolívar y el sur del Meta.
¿Fue acertada la decisión del presidente Petro de suspender los diálogos con el Eln luego que desatara la guerra contra las disidencias del frente 33?
Los diálogos del Gobierno no han sido serios. Jesús Antonio y lectores y seguidores de LA NACIÓN, esta no es la primera vez que el Eln incumple; desde hace rato se venían denunciando varios hechos violentos, incluso, en el momento en que ellos tenían los ceses al fuego bilaterales. En todo este tiempo que el Eln lleva en rondas de negociaciones, ha continuado en sus actividades delictivas y la postura del Gobierno no ha sido lo suficientemente seria. De manera tardía, suspendieron el levantamiento de las órdenes de captura. Lo que uno siente es que el Gobierno está muy entrampado entre las estructuras criminales con las que hoy está negociando y el régimen dictatorial de Maduro, sobre el cual no ha sido capaz de tomar distancia en una postura lo suficientemente clara.
Senadora Holguín, ¿por qué dice que es inconstitucional el decreto de conmoción interior?
Uno de los requisitos fundamentales es que deben ser hechos sorpresivos, no previsibles, y lo del Catatumbo ya se sabía que iba a pasar. En el mismo decreto el Gobierno reconoce que no atendió de manera oportuna la alerta temprana de la Defensoría del Pueblo del 15 de noviembre del año pasado. Me preocupa que el Gobierno anuncia acciones muy amplias y genéricas, pero no detalla qué es lo que van a hacer en la región. También me preocupa que mencionan la necesidad de recursos extraordinarios y de flexibilización en el uso de fondos públicos. Es una medida que no es necesaria y no permite conjurar de manera seria la situación que hoy se está viviendo en el Catatumbo.
¿Hay algún temor de que este tipo de medidas extraordinarias puedan terminar suspendiendo o alterando los procesos electorales que se avecinan en el país?
Jesús Antonio, el temor existe. El ministro del Interior viene diciendo desde hace algún tiempo que hay dificultades en el orden público para garantizar los procesos electorales. Ojalá, no tenga que ver con una estrategia para burlar las fechas y condiciones para los procesos electorales del 2026. Ahora, el presidente de la CUT ha salido a amenazar con que si no se aprueba la reforma laboral, van a incendiar nuevamente el país; el hecho de que nuevamente arranquen con el relato que en su momento eran los grafitis ‘Nos están matando’ y ahora es de ‘Las cuchas tienen razón’, hace pensar que empieza a moverse otra vez una campaña negra como la que movieron en su momento para llegar al poder y empiezan a usar una serie de herramientas de relatos y elementos como buscar estados de excepción para tratar de alterar el ordenamiento constitucional y legal.
Hoy muchos están diciendo que esto que está pasando en el Catatumbo se puede replicar en otras regiones del país, incluyendo el Huila, debido a la explosión de grupos ilegales y a la ‘Paz total’, ¿qué opina?
Estoy segura que no es que se pueda sino que ya se está replicando. La situación en el Cauca es lamentable; el Estado perdió el control del territorio allí. Lo que viene sucediendo en el Guaviare; es importante que el Gobierno aclarara si es cierto que a Villavicencio han llegado aeronaves de la Policía con cuerpos de personas asesinadas porque ya colapsó la morgue en San José del Guaviare. La situación en el Meta y en el sur de Bolívar es muy grave. Nosotros estamos viendo, incluso, un incremento de los homicidios y hechos muy fuertes por parte del Clan del Golfo en Antioquia. Yo creo que toda esta política del Gobierno frente a las estructuras criminales ha llevado a que ellos cada vez controlen más el territorio y se estén presentando no solo enfrentamientos entre las mismas estructuras por el control de las rentas del narcotráfico, sino por ir copando más departamentos.
¿Cómo recomponer el camino?
Jesús Antonio, lamentablemente, yo no veo voluntad en el Gobierno, pero es necesario recuperar la acción legítima y ofensiva de la fuerza pública. Es necesario que la fuerza pública vuelva a tener la iniciativa para el combate a las estructuras criminales. Es necesaria una política seria de lucha contra el narcotráfico, que hoy no la hay; el país está inundado en coca.
Senadora Holguín, hablemos ahora de las elecciones del 2026 y en medio de las preocupaciones que usted expone, ¿cómo se está preparando el Centro Democrático?
Iniciamos un proceso de foros temáticos el año pasado para mostrarle al país un partido estructurado, con unos candidatos que estamos estudiando a fondo los temas de país. Ya tuvimos un foro sobre el tema energético en Barranquilla, seguridad en Bogotá; el 8 de febrero vamos a tener en Valledupar el foro sobre rentas ilícitas y el 8 de marzo será en Armenia. Cada uno, estamos escuchando a los ciudadanos en las regiones, cuáles son sus preocupaciones. Estamos haciendo, especialmente, un llamado a que por encima de ideologías y partidos, logremos consolidar una gran plataforma y un bloque que pueda ser alternativo al actual Gobierno y recupere a Colombia de la crisis de seguridad, económica y social en la que vamos a quedar sumidos después de Petro.
¿Cómo será la escogencia del candidato presidencial?
Por ahora, no se ha establecido. Entre los candidatos, estamos conversando y buscando un mecanismo consensuado. Después del primer semestre de este año, empezaríamos a mirar seriamente el mecanismo, pero lo más importante ahora es la construcción de la plataforma y la conversación entre distintos sectores buscando la unidad. En lo personal, yo creo que la plataforma y los temas de cara a los colombianos son el punto de partida y el candidato es el punto de llegada, y más allá de un candidato del partido, qué bueno sería un candidato de unidad de quienes creemos que hay que defender la democracia y las libertades.
Pero, ¿cómo está hoy el Centro Democrático? ¿Está unido?
Jesús Antonio, este es un partido que por encima de las diferencias normales que tenemos, tiene claro que la obligación hoy es Colombia por encima de cualquier consideración. Pasa a segundo plano, cualquier ambición personal o partidista porque lo que hay que rescatar es al país y los colombianos lo que están esperando es que nuestro partido vuelva a dar ejemplo de coherencia, de unidad y de compromiso con unas ideas, que son fundamentales para que Colombia salga adelante. Nosotros necesitamos la seguridad como un valor democrático, necesitamos recuperar la confianza porque, lamentablemente, vemos hoy una caída muy grande en las inversiones; la gente está esperando, por ejemplo, que solucionemos los problemas del sistema de salud que este Gobierno los ha ido empeorando. La gente está esperando que mejoremos todos los indicadores sociales, que volvamos a retomar unas relaciones internacionales basadas en el interés nacional y no en las afinidades ideológicas. El compromiso que tenemos todos con Colombia nos mantiene en unidad.
¿Qué opciones le ve hoy a un candidato presidencial que surja de la izquierda o del petrismo?
No siento que el país tenga una visión favorable de este Gobierno y de sus políticas. Pero, yo tengo un temor que al igual que hicieron una campaña corriendo la línea ética, pactando en las cárceles apoyos económicos con estructuras criminales, vuelvan a hacerlo en esta ocasión. Petro para llegar al Gobierno le vendió el alma al diablo; a nosotros no se nos pueden olvidar los escándalos de las declaraciones de su propio hijo sobre la financiación de narcotraficantes como el ‘Hombre Marlboro’; no se nos puede olvidar que violaron los topes de campaña y sobre eso hay suficientes pruebas; no se nos puede olvidar que el Clan del Golfo los ayudó haciendo un paro armado poco antes de las elecciones obligando en ciertas zonas a votar por Petro; no se nos puede olvidar que el hermano de Petro dijo que habían ido a las cárceles a negociar un millón de votos para la elección. Yo creo que ese modus operandi será muy similar esta vez. Ojalá, los colombianos estemos alerta y protejamos la democracia y la institucionalidad y busquemos que esta vez las elecciones si sean unas elecciones transparentes.
Antes de las presidenciales, están las elecciones legislativas, ¿cómo conformará el uribismo listas a Senado y Cámara en las regiones del país?
Eso también está en proceso. El expresidente Uribe ha anunciado el deseo de volver a la lista cerrada en Senado y posiblemente algunas listas a Cámara como Antioquia y Bogotá. Ojalá, sea así. Para nosotros la lista cerrada es muy importante porque evita la canibalización al interior del propio partido y hace que las campañas sean más baratas y para el votante es mucho más fácil marcar el logo de un partido. Lo que uno siente es que el presidente Uribe y el partido en general están buscando hacer unas listas muy fuertes en donde podamos recuperar mayorías en el Congreso y fortalecernos para los debates que vienen a nivel nacional.