A tres meses del asesinato del taxista Eliecer Soto Sánchez de 62 años de edad en el oriente de la ciudad de Neiva, su familia reclama justicia por este hecho, pide que el homicidio no quede en la impunidad.
El asesinato del taxista Eliecer Soto Sánchez la noche del pasado 18 de junio, dejó en su familia un manto de dolor, frustración e impotencia; sentimientos que a tres meses de su partida permanecen intactos, más cuando las investigaciones no han esclarecido el caso.
Así lo expresa Liliana Marcela, la hija mayor del hombre 62 años de edad, que dedicó gran parte de su vida a recorrer las calles de la ciudad de Neiva prestando el servicio de taxi. Para ella, el duelo ha sido particularmente complejo, pues estaba junto a su padre instantes antes de que lo asesinaran enfrente de la casa familiar, la mujer fue intimidada con un arma de fuego y tuvo que correr para salvaguardar su vida.
“Ha sido duro para la familia, para mi mamá, mis dos hermanos Jorge y Camilo, todos tenemos diferentes maneras de sobrellevar el duelo, pero el trauma para mí ha sido fuerte”, cuenta Liliana.
Sin respuestas
¿Por qué se fueron sin robar nada?, es uno de los interrogantes que hoy preocupa a la familia del taxista neivano, pues temen por su seguridad.
“A pesar de tener claridad de los hechos y haber dado mi versión varias veces, para la Sijín ha sido insuficiente, y es que, a tres meses de lo sucedido, no se ha visto avance en la investigación, esperamos que este homicidio no sea una cifra o un caso más en la impunidad. Uno como familia lo que busca tras un hecho así es saber qué pasó”, reclama Liliana.
La neivana lamenta que “hasta el momento no haya ninguna hipótesis, como familia no tenemos una respuesta concreta de parte de las autoridades. Inicialmente manejaban la hipótesis de que había sido un intento de hurto y no consolidaron nada en ese aspecto, porque a pesar de que eran varios hombres -cuatro según establecieron después las autoridades-a mi papá no le robaron absolutamente nada, a mí tampoco me quitaron nada, ni un bolsón pequeño que tenía”, dice.
Liliana expresa que luego las autoridades “manejaban la hipótesis de que era algún tipo de represalia por problemas personales, míos o de mi padre, pero tampoco lograron encontrar nada, considero que los focos de investigación han sido muy endebles… no hubo una línea de indagación concreta en los 15 días posteriores al hecho y hoy no sabemos nada”, lamenta.
“Queremos que nos digan qué pasó, si fue un intento de hurto o si había algo más, pero necesitamos una respuesta como familia”, complementa la mayor de los tres hijos del taxista.
Los hechos
En medio de la tristeza que le genera a la neivana rebobinar la memoria hasta aquellos trágicos hechos, recuerda que su padre la recogió a las 6 y 30 de la tarde en su lugar de trabajo -como de costumbre- y condujo por la ruta que transitaba cotidianamente hacia el barrio El Jardín.
“Paramos enfrente de nuestra casa, yo me bajé y luego busqué mis llaves para abrir la reja, nosotros vivimos en un segundo piso y las escaleras están ubicadas por fuera de la vivienda. En el momento en que abrí y empecé a subir las escaleras, me di cuenta que dos personas tenían a mi papá sujeto de la cintura, empecé a gritar, corrí, e ingresé rápido porque mi mamá se dio cuenta cuando llegamos y nos tenía la puerta abierta, sin imaginar lo que estaba pasando”, narra Liliana.
En medio de los gritos y el temor que le causó, que uno de los delincuentes le apuntara con un arma en la frente, la mujer logró escapar del sujeto y refugiarse en el interior de la vivienda, mientras su hermano Jorge empujaba la puerta con fuerza para evitar que el agresor entrara al inmueble; “el hombre no consiguió ingresar entonces disparó varias veces en la puerta y rompió los vidrios”, recuerda.
Una vez huyeron los cuatro sujetos, la familia del señor Eliecer salió a la calle y se encontró con la fatal escena, pues lo encontraron en el suelo herido con arma de fuego, “había recibido un balazo en el pecho. A mi papá lo llevaron en el mismo taxi al Hospital donde al momento falleció”, relata la mujer, que actualmente se encuentra medicada y en tratamiento psicológico a raíz de los hechos, y que clama justicia.
Recompensa, sin resultados
A 10 millones de pesos asciende la recompensa que ofrecen las autoridades locales y el representante a la Cámara por el Huila, Jaime Felipe Lozada, para dar con el paradero de los presuntos responsables del homicidio del taxista Eliecer Soto Sánchez, pero hasta el momento, esta remuneración no ha arrojado resultados.
LA NACIÓN consultó a la Policía Metropolitana de Neiva para conocer cómo avanzan las investigaciones del caso, pero no obtuvo respuesta.