“La celeridad se dará con la implementación de dos frentes de trabajo simultáneos. Uno que ya está operando en el sector Baraya hacia Neiva y otro que arranca labores el lunes en el tramo entre el corregimiento de Fortalecillas y Tello”, explicó el político liberal.
Otro anuncio importante es el compromiso de ejecutar las obras en un plazo máximo de seis meses.
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Ortigoza citó el debate preocupado porque el contrato de la obra se adjudicó hace casi un año, se giró al contratista Consorcio Viascol 5.682 millones, el 40% del costo total, pero no hay avance en la ejecución de los trabajos.
Igual preocupación que manifestaron en la sesión miembros de las comunidades de los tres municipios, que se quejaron de la ausencia de los respectivos alcaldes en la reunión. El concejal Isidro Nieto expresó que es real el riesgo que los recursos se pierdan, haya un detrimento patrimonial y la ciudadanía resulte damnificada.
Coincidió Luis Alfredo Gómez, de las veedurías ciudadanas, quien afirmó que es urgente presionar a la Secretaría de Vías del Departamento, que tiene la supervisión sobre el contratista y la interventoría, para que se apresure la obra, “porque inició con un paño de agua tibia para una carretera podrida y con alta accidentalidad”.
El secretario de Vías, Henry Lizcano, manifestó que hay profunda preocupación del Gobierno Departamental por lo que está sucediendo, por eso el compromiso de ese despacho y la exigencia al contratista y al interventor para que den prontitud en la solución.
Mario Trujillo, representante de la firma encargada de los estudios y diseños, dijo que el costo total de rehabilitación de la vía es de 63 mil millones de pesos, “que es posible ejecutar por etapas, lo importante es que ajusten a las condiciones descritas”.