Bastante enredado y álgido se desarrolló ayer el debate sobre las objeciones presidenciales a la JEP, tras más de ocho horas de discusiones sobre impedimentos y recusaciones de una y otra parte, el debate fue aplazado para hoy, esto debido a que hacia las 9:00 pm, el Senado de la República no había ni siquiera socializado las ponencias tanto negativa como positiva y está a la espera de que se resuelvan las recusaciones.
Esta situación generó controversia en medio de la sesión en donde se acusó a la bancada de gobierno, de desarrollar estrategias dilatorias para embolatar la discusión y posterior votación que debía darse sobre las objeciones.
Los impedimentos
La sesión inició hacia la 1:00 pm, donde el trámite arrancó con los 16 impedimentos que radicaron, de los cuales se aprobaron 11, en ese trámite se fueron al menos tres o cuatro horas. ¿Por qué? En primer lugar, hubo una confusión, pues varios senadores, como Paola Holguín del Centro Democrático, presentaron impedimentos cuando consideraban que no estaban impedidos. Por ejemplo, según Holguín, en la pasada legislatura había presentado impedimento porque hacía parte del comité promotor de un referendo para tumbar la JEP, pero ahora esas circunstancias habían cambiado. Situación similar ocurrió con el senador Álvaro Uribe Vélez.
Entonces, tras análisis jurídicos, desde varios sectores políticos se propuso que se reabriera la votación de los impedimentos que habían sido votados hasta el momento, para que a quienes se les aprobaron, se fueran del recinto.
Las recusaciones
Agotado el tedioso trámite de los impedimentos los senadores Iván Cepeda, Álvaro Uribe, Roy Barreras y Ernesto Macías fueron recusados, razón por la cual el debate se extendió hasta altas horas de la noche, sin que avanzara sustancialmente pese al pedido de varios congresistas que señalaban que era necesario que se arrancara con la socialización de las ponencias y posterior votación de las objeciones. Es así que se catalogó de inusual la sesión, pues el debate se centró en el reglamento del Congreso y su aplicación y no en el debate de fondo.
La polémica empezó cuando el presidente del Congreso, el huilense Ernesto Macías, presentó una recusación en contra del senador Iván Cepeda, porque no se declaró impedido teniendo en cuenta que su esposa trabaja en la JEP.
“Yo simplemente le solicito que se cumpla con el reglamento porque al tener conocimiento de algunos hechos que eventualmente declararían impedido al senador Cepeda, presenté la recusación y pido que se dé trámite”, dijo Macías.
Cepeda respondió a Macías por la solicitud que hizo. “Quiero decirle al señor Macías que el cargo que ocupa mi señora esposa en la JEP no tiene nada que ver con lo que estamos discutiendo y lo que usted está haciendo es dilatar el debate”.
Precisamente, tras esta premisa inició un vaivén de señalamientos, largas intervenciones, análisis jurídicos, pedidos de avanzar en el debate, y propuestas que terminaron en el aplazamiento del mismo.
Luego de la recusación de Macías, el senador Roy Barreras presentó con dos recusaciones más. “En contra del senador Álvaro Uribe por haber sido negociador del equipo del No en la discusión del acuerdo de paz en su segunda etapa que derivó la firma del Teatro Colón. Asimismo en contra del senador Ernesto Macías por haber presentado una tutela que demuestra su interés directo en dilatar este debate y votación”.
Asimismo, el senador Roy Barreras también fue recusado por haber sido negociador del acuerdo de paz.
Aplazado
Así las cosas, y teniendo en cuenta que no se logró consenso para avanzar en el debate pues había dudas frente al tema de las recusaciones, sobre si se podía avanzar o tocaba esperar que la comisión de ética decidiera sobre ellas, la senadora Miriam Paredes del Partido Conservador, propuso el aplazamiento de la sesión en plenaria, mientras hay una decisión frente a las recusaciones. La propuesta fue aprobada por la plenaria, la cual quedó citada para hoy a las 2:00 pm.