Las disidencias de las Farc y la guerrilla del Eln, con sus acciones terroristas esta semana en el país, están atacando la política de paz total del presidente Gustavo Petro. Los congresistas huilenses coinciden en señalar que el Gobierno Nacional está “improvisando con su política de paz…”, dijo el representante a la Cámara, Julio Cesar Triana.
Rafael Rodríguez C.
El asesinato de tres niños indígenas a manos de las disidencias de ‘Iván Mordisco’, en Caquetá; el atentado terrorista del Eln que causó la muerte a dos policías y una mujer, en Tibú, (Norte de Santander) y las extorsiones a comerciantes, ganaderos y alcaldes en el Huila, por el frente ‘Comandante Darío Gutiérrez’, están ‘minando’ la política de paz total del presidente Gustavo Petro.
Este panorama de inseguridad en las regiones, se vivió en solo una semana, y llevó a los sectores opositores del Gobierno a señalar que no hay voluntad de paz por parte de los grupos armados ilegales y el Gobierno Nacional está improvisando en su política de paz total. “Lo que hemos advertido desde el Congreso de Colombia es que la política de paz total esta carga de improvisación…”, dijo el representante a la Cámara por el Huila, Julio César Triana, del partido Cambio Radical.
Una posición similar tiene el congresista huilense Víctor Andrés Tovar, de Cambio Radical, al señalar que “el proceso de paz total es hoy y desde hace semanas un caos total: ni cese al fuego, ni buena voluntad, ni actos de paz…”.
Y es que el pasado fin de semana el país se estremeció con la noticia del asesinato de los tres niños indígenas del pueblo Murui en Caquetá, a manos del frente ‘Carolina Ramírez’, del ‘Estado Mayor Central’ (EMC) de las Farc, al mando de ‘Iván Mordisco’.
A mediados de semana, el martes 23 de mayo, el EMC asumió la responsabilidad de la masacre de los menores, manifestando que fueron “ajusticiados”, asegurando, además, que no fueron reclutados de manera forzada, sino que ellos lo hicieron voluntariamente.
Agregó además en el comunicado el grupo disidente que los menores “violaron los estatutos al infiltrarse en sus filas para cometer delitos graves como ubicación de campamentos, comandantes y otras operaciones de inteligencia”.
La masacre de los niños llevó al presidente Petro a suspender el cese al fuego con el grupo disidente en los departamentos del Caquetá, Putumayo, Meta y Guaviare. “Se reactivan todas las operaciones ofensivas. Estas actuaciones serán realizadas bajo el respeto de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. La decisión se hará efectiva en las próximas 72 horas”, indicó el mandatario de los colombianos.
Un día después, el miércoles 24 de mayo, el Frente de Guerra Nororiental del Eln activó una bomba cuando una patrulla de la Policía pasaba por el sector del barrio Santander Bajo, en el municipio de Tibú, causándole la muerte al subintendente Ángelo Raúl Martínez Arévalo y el patrullero Andrés Idárraga Orozco, además de una mujer.
El grupo subversivo el pasado viernes se atribuyó el atentado. “Unidades pertenecientes al Frente de Guerra activan minado al avance al paso de una patrulla de la Policía Nacional”, señala el comunicado de la agrupación alzada en armas.
El alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, recibió con beneplácito el reconocimiento del atentado por parte de la guerrilla del Eln. “Lo que tenemos que decir que por lo menos ese reconocimiento es un avance frente a muchos fenómenos que quedan en la impunidad desde el comienzo, porque nadie se los atribuye”.
“Rueda no merece ser el hombre de la paz”
La posición del Alto Comisionado de Paz fue duramente criticada por los diferentes sectores de la política colombiana. “Lamentablemente, el comisionado Rueda tiene pinchados los objetivos, actúa más como defensor de los grupos criminales que representante de los colombianos. Sus declaraciones de hoy (viernes), casi justificando el acto terrorista del Eln en Norte de Santander, no tienen antecedentes. Rueda no merece ni tiene la capacidad ni la solvencia para ser el hombre de la paz en Colombia”, dijo el congresista Tovar.
La abogada y politóloga, Lina María Arbeláez, desde su cuenta de Twitter, también reprochó la posición del comisionado de Paz, Rueda. “Agradecer a criminales por atribuirse un delito es realmente irrespetuoso, ilógico y mezquino!”
“Ola de violencia”
Para el congresista Triana, el presidente Petro se está equivocando al tratar de buscar la paz con todos los grupos armados ilegales al mismo tiempo. “El Gobierno Nacional está negociando en un tablero al mismo tiempo con una decena de grupos al margen de la ley, hay una mezcla entre bandas criminales, disidencias y Clan del Golfo, o sea que lo que estamos evidenciando es que el concepto de paz total no le está funcionando al gobierno Petro”.
Precisó que el mandatario debe negociar con los grupos que si tienen voluntad de paz. “Debe el gobierno Petro establecer paz con los grupos que estén dispuestos a participar en ella. Insisto, es la improvisación que está llevando al fortalecimiento de estos grupos y a generar la ola de violencia que está viviendo el país”.
Entre tanto, el representante Tovar, señaló que ni el presidente Gustavo Petro ni el comisionado de Paz, Danilo Rueda, conocen los grupos armados con los que negocian. “Lo que está viendo el país es un despelote en el que el supuesto director de orquesta, el presidente de la República, no sabe cómo son los instrumentos ni quiénes los tocan, y el asistente del director, el comisionado de Paz, no sabe para dónde va ni cuál es su función como vocero del Estado”.
Por su parte, la senadora liberal, Flora Perdomo, al rechazar la masacre de los menores indígenas y el atentado a la Policía, señaló que es inaceptable que, por un lado, busquen negociar y por el otro ataquen a la población. “Es inadmisible que busquen acercamientos con el Gobierno y mantengan esa postura de generar zozobra y muerte. El Gobierno Nacional ha tendido la mano a estas organizaciones en su loable intención de lograr la paz total, pero todo tiene un límite”.
Indicó que el presidente debe buscar la paz sin dejar de lado las operaciones militares contra los grupos armados ilegales. “El Gobierno debe insistir, pero no puede dejar de perseguir y es allí donde se tornan fundamentales nuestras fuerzas armadas que deben actuar con la contundencia necesaria en la idea de preservar el control de todo el territorio nacional”.