Una adición presupuestal superior a los $1.300 millones que aún no ha sido transferida al Gobierno Departamental desde el Órgano Colegiado de Administración y Decisión (OCAD), tiene paralizados los trabajos en este ambicioso proyecto vial, la comunidad aledaña a las obras anuncia vías de hecho.
Lucía Sánchez
¿Cuándo se terminará la Gran Alameda de la Felicidad?, es la pregunta que inquieta a cientos de habitantes y visitantes que a diario ingresan a Rivera, al ver que las obras continúan paralizadas, mientras este ambicioso proyecto que busca impulsar el desarrollo turístico del municipio verde del Huila se vuelve más lejano cada día.
Un equipo periodístico de LA NACIÓN visitó la zona del proyecto vial y habló con la comunidad más afectada por las demoras en la entrega de la obra; mientras los comerciantes del sector aseguran que sus ventas se han reducido drásticamente por cuenta de los traumatismos en la vía, otros habitantes denuncian que la polvareda que día a día invade sus casas, puede acarrear graves riesgos para la salud de sus familias.
Luz Alba Perdomo, propietaria de un negocio de comida aledaño a la obra, aseguró que sus ventas han caído un 50%, “la gente ya casi no para por la incomodidad de la carretera, nos hemos sentido muy afectados porque hace mucho tiempo nos destaparon la vía y vienen diciendo que ya casi la pavimentan, pero no han cumplido. Mi negocio es familiar y todos estamos muy preocupados”, comentó.
Para Orlando Rodríguez, vecino de la vía, la afectación para su familia es total, “en la salud, en los enseres, todo es terrible”. Anunció que “con toda la comunidad nos vamos a reunir este viernes para tomar decisiones. Nosotros no aguantamos más, sí consideramos que la obra sería un beneficio general, pero hay mucha demora, si nos toca cerrar la vía lo haremos”.
En el recorrido por la zona del proyecto se puede observar cómo algunas personas han decido cubrir sus viviendas con polisombra para escapar de la polvareda, mientras otros habitantes han sido más recursivos y con reductores de velocidad hechos con tierra, intentan atenuar el polvo.
Demoras en ejecución
Los trabajos iniciaron en septiembre del 2019 con un plazo de 10 meses de ejecución -entrega proyectada para junio de 2020- por parte del Consorcio Rivera y con un presupuesto de $15.353 millones. Sin embargo, desde su inicio las obras presentaron tropiezos, es así que han registrado dos suspensiones, la última se efectuó el 10 de noviembre de 2020, la cual se continúa prorrogando.
Al ser consultado por LA NACIÓN el secretario de Vías e Infraestructura del Departamento, Germán Alberto Ortega, reveló que “el proyecto de mejoramiento de la movilidad del tramo cruce vía nacional municipio de Rivera, a la fecha cuenta con un avance físico del 48% y financiero del 64,64%, pendiente de amortizar solo el 12% del anticipo”.
Respecto a los atrasos en la ejecución y posterior entrega de la Alameda, el funcionario aseguró que una serie de circunstancias han retrasado el proyecto, entre estas, las restricciones al inicio de la pandemia, así como replanteamientos en los diseños de las obras; pero recientemente, lo que ha tenido paralizados los trabajos, son demoras en el desembolso de una adición presupuestal por parte del Órgano Colegiado de Administración y Decisión (Ocad), a nivel nacional, que se encarga de girar recursos para proyectos financiados con recursos provenientes de regalías, adición que también tomó meses para ser aprobada, “esas son algunas de las situaciones que han hecho que el contrato esté demorado y las obras hayan tenido que suspenderse varias veces”, explicó.
¿Por qué la adición?
El ingeniero civil indicó que inicialmente el contratista planteó $3.200 millones adicionales por cuenta de cambios en los diseños iniciales de las obras de la Alameda. “Una vez nosotros como Gobernación tomamos este proyecto contratado en el Gobierno anterior, revisamos el contrato para poder terminar la obra como se pactó y como lo planteaba el alcance de la misma, pero el problema de La Alameda es que el diseño se hizo sobre unos planos que no coincidían con la realidad y sí se querían ejecutar, se tenía que tumbar una cantidad de árboles y hacer otros ajustes que generaban costos adicionales. Nosotros analizamos qué podíamos modificar de esa propuesta, hicimos un replanteo absoluto del proyecto sin modificar el objeto, lo cual permitió, entre otras cosas, salvar más del 40% de los árboles y reducir el monto de la adición presupuestal”.
Agregó Ortega que una vez replanteados los diseños “desde junio del 2020 se ha venido tramitando ante el OCAD regalías un adicional, el cual se reajustó muchas veces hasta que quedó en un monto de $1.308.568.473 para obra y $92.465.720 para interventoría. Con ese recurso se asegura el 100% de la terminación del importante proyecto”.
El funcionario aseguró que, si bien el presupuesto adicional se solicitó a mediados de 2020, “se han presentado trabas que coloca regalías nacional y los ministerios. Se llevó al OCAD el 28 de diciembre, ese día obtuvimos el voto negativo de La Nación que a veces pide 100 requisitos y con uno que falte no lo validan; se obtuvo dos votos a uno. Finalmente se aprobó esta adición para incorporar los recursos al contrato, pero a la fecha, por cuestión de problemas nacionales en la plataforma de regalías no solo el Huila sino todos los departamentos se encuentran totalmente bloqueados de estas transferencias”.
Respecto a las denuncias de vecinos del proyecto quienes afirmaron que pese a la suspensión de las obras recientemente se ha visto trabajadores en las obras, el funcionario explicó que esta intervención “sucedió porque hubo unos días de lluvias y ellos debieron intervenir para que no se acabara de deteriorar la vía y sobre todo porque se estaba afectando la transitabilidad”, al mismo tiempo indicó que solicitó a los contratistas apoyar rociando agua en la vía con un carrotanque para menguar el polvo, especialmente los días festivos, pero ellos argumentaron que no asumirían ese gasto por cuanto no está incluido en el proyecto.
Si bien para mediados de diciembre el funcionario aseguró que la obra estaba proyectada para terminarse el 4 de marzo de este año, ayer aseveró que “una vez se reinicien los trabajos se hará el nuevo cronograma y se socializará con la veeduría y la comunidad, para que tengan clara cuál es la nueva fecha de entrega oficial del proyecto”.
Habla la interventoría
LA NACIÓN contactó a Alberto Balderrama, interventor del proyecto, quien aseguró que el contratista tiene toda la infraestructura para seguir ejecutando, “pero no se puede ejecutar más obra, porque sería hechos cumplidos. La demora es el trámite entre el Ocad regional y la Gobernación”.
Al igual que el secretario de Vías e Infraestructura del Departamento, el interventor se refirió a los cambios en los diseños de las obras, “el proyecto ha sido algo complejo, inicialmente se hizo la implantación en la vía y las coordenadas no coincidían con lo encontrado en la misma, hubo que realizar un ajuste al diseño inicial. El permiso ambiental solo fue posible después de más de 1 año de solicitado por el tema de la tramitología…”.
Lo cierto, es que en la actualidad ni siquiera existe una fecha tentativa anunciada sobre cuándo se reactivarían los trabajos.
Veeduría reclama avances
Veedores ciudadanos, como Javier Fernández, presidente de la Veeduría Ciudadana del proyecto, reclaman claridad e intervención en este proyecto vial.
Fernández se pregunta si “esa adición alcanzará para terminar la obra, cuando falta mucho por ejecutar, ¿esa plata será suficiente para culminar el proyecto?, es que no solo falta intervención en la vía, sino que de cicloruta no se ha hecho un metro, el sendero no está terminado, el contrato habla de 174 postes y 174 luminarias, transformadores… va a faltar plata”, igualmente denunció que “hay fallas en la estructura”, entre estas, huecos que ponen en peligro a los habitantes.
Sobre las fallas reportadas por la ciudadanía, el veedor indicó que la “interventoría no ha entregado informes al respecto. Esperamos, con la reactivación de la obra, hacer otra revisión”.
Frente a las afectaciones que este proyecto está causando en los vecinos del sector, aseveró que “hay un numeral en el contrato de las obligaciones relacionadas con la ejecución de la obra, el cual dice se debe conservar el estado de los inmuebles aledaños, pero qué conservación han hecho, ninguna”, denunció.
Detalles de la obra