Cada 04 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, iniciativa promovida por la Organización Mundial de la Salud en estrecha articulación con diversos actores del sistema. En esta oportunidad bajo el eslogan «Por unos cuidados más justos» en términos de desigualdades a la hora de hacer frente a la enfermedad. De barreras para acceder a una detección temprana. De inequidad en igualdad de oportunidades y tratamiento adecuado.
Con todo, más allá de cifras y estadísticas, esta ocasión se constituye en oportunidad propicia para honrar a quienes nunca se dieron por vencidos. Por ello, revelar historias desde la propia voz de sobrevivientes, pero también de aquellos valientes que no consiguieron superar la enfermedad, resulta verdaderamente edificante.
En su libro «Hoy es siempre todavía» Alejandro Gaviria, actual Ministro de Educación, pone de manifiesto, entre otras muchas consideraciones, su vivencia personal, la intensidad del tratamiento, su «refugio en la poesía», la invitación «a valorar las delicias de lo habitual». Seguidamente formula emotivo llamado a reflexionar sobre la gran paradoja de la enfermedad: «lo acerca a uno a los hijos, lo acerca a uno a la familia y lo lleva a entender lo obvio, que en el fondo lo que importa es el amor y el cariño de las personas que uno quiere y aprecia. Lo demás, son quimeras».
Y cómo no rendir tributo a la exitosa psicóloga clínica Carla Vidal, madre de tres hijos, quien a pesar de «ayudar a mi cuerpo a enfrentar el cáncer», su vida se apagó. Pese a ello, en su libro póstumo «Sin Paréntesis» deja al descubierto inspiradoras reflexiones: «Si vivimos la vida a plenitud, sea cual sea el tiempo que nos quede, donde la plenitud incorpora todo lo difícil y también lo maravilloso, estamos completamente vivos, y así podremos estarlo hasta el último momento». Acto seguido afirma: «El encantamiento con mi nueva vida, y la sensación de andar más liviana reveló dos cosas: que había estado ciega a altos niveles de agotamiento y exigencia y, por otra parte, que siempre existen los espacios de libertad, teniendo a nuestro alcance insospechadas maneras de vivir y de ser a las cuales nos negamos por aferrarnos a una identidad, más aún si está llena de reconocimiento».
En homenaje a nuestra paisana y guerrera Paula Durán, la huilense que a todos conmovió y cuya partida nos entristece. Paz en su tumba.