La Nación
Presencialidad o virtualidad escolar, el dilema 1 23 abril, 2024
TEMA DEL DÍA NEIVA

Presencialidad o virtualidad escolar, el dilema

Estudiar sin clases presenciales es todo un desafío para al menos 30 mil estudiantes neivanos que no cuentan con internet ni dispositivos electrónicos para acceder a la virtualidad. La realidad que se vive en la ciudad se replica en varias regiones del país, mientras aumentan las voces de quienes exigen el regreso a las aulas.

 

Lucía Sánchez

Temadeldía@lanación.com.co

 

“Muchas veces me he estresado mientras estudio, por las dificultades que tengo para hacer mis tareas”, expresa María Paula Montenegro Villegas, una estudiante de 16 años de edad, que vive en el barrio Santa Isabel, Comuna 6, al sur de Neiva. Ella cursa grado once en el colegio Juan de Cabrera y la razón por la que no puede cumplir oportunamente con sus deberes escolares, es porque carece de una computadora e internet fijo en su casa.

La joven hace algunas tareas prácticas con la ayuda de un celular de media gama que le prestaron a su progenitora, el único que hay en su hogar, pero no le resulta sencillo. “Mi mamá me presta el teléfono, y para poder recibir trabajos y hablar con mis profesores a través de las redes sociales, una vecina me comparte wifi”, relata.

La virtualidad también ha implicado más esfuerzos cognitivos para lograr obtener un aprendizaje, expresa la adolescente tras una semana de haber empezado el calendario escolar de este año. “La verdad no entiendo nada virtual porque casi no nos dan explicaciones… lo que se me hace más difícil es matemáticas y física, además, cuando tengo tareas que necesitan más tiempo, me toca ir a un café internet”, cuenta.

Las dificultades que vive María Paula desde el 20 de abril del año pasado cuando se dio paso a la virtualidad en la educación a raíz de la pandemia, también las afronta su hermanita Helena de 11 años de edad, estudiante de grado cuarto, quien se ha convertido en su coequipera en este nuevo panorama escolar que ha desnudado inmensas desiguales sociales; ambas tienen clases en la misma jornada, por lo cual, se comparten el celular en pequeños intervalos, así, la dos logran “participar” de sus actividades académicas.

Para estas dos jovencitas, volver a las aulas es un anhelo, pues aseguran que así superarían tantas dificultades, además, les hace falta compartir con sus profesores y compañeros.

Rodrigo Montenegro, padre de las hermanas María Paula y Helena, dedicado a lustrar zapatos en el Parque Santander en el centro de la capital huilense, realista de las carencias tecnológicas que enfrenta su hogar, asegura que hacen falta garantías para una educación virtual de calidad. Respecto al regreso a las aulas opina que “aún hay miedo porque la pandemia en Neiva está ‘alborotada’ y da temor que los niños y jóvenes se contagien”.

Dice que son vitales las herramientas tecnológicas y la conectividad para que sus hijas puedan tener un proceso académico que garantice aprendizaje, “he visto que en algunos colegios les han dado computadores a sus estudiantes, esa ayuda sería buena para nosotros; ahora yo le doy 8 mil pesos mensuales a una vecina que nos presta un celular, para que deje conectar a mis hijas y así ellas puedan hacer sus tareas virtuales”, cuenta el padre de la familia Montenegro Villegas integrada por cuatro personas, quienes viven en una modesta casa en la ribera del río El Oro.

Preocupante realidad

Como María Paula y su hermanita Helena, más de 30 mil estudiantes neivanos carecen de un computador y servicio de internet fijo, según reveló un censo que realizó recientemente el Equipo de Gestión de Tecnología Informática de la Secretaría de Educación de Neiva.

El concejal neivano Néstor Rodríguez, quien fue partícipe de este proceso de caracterización, asegura que, del 52% de la población estudiantil censada -de los 52.200 alumnos que están a cargo del municipio- se pudo establecer que 11.172 niños y jóvenes no tienen internet fijo, 12.537 no cuentan con un plan de datos, 15.886 no disponen de computador y 5.346 carecen de un equipo celular; el informe además reveló que, 106 estudiantes de los encuestados no tienen servicio de energía eléctrica.

“Nos encontramos con la preocupante realidad de que más de 30 mil estudiantes no cuentan con conectividad ni una herramienta tecnológica para acceder a la educación, entonces les toca valerse de un aparato tecnológico que alguien les pueda prestar, y sus padres deben hacer esfuerzos para comprar datos; estas dificultades terminan siendo una barrera para acceder al aprendizaje, un derecho fundamental”, sostiene el cabildante.

Señala, además, que la Secretaría de Educación de Neiva “está tomando medidas bastante tardías para solucionar esta realidad… ellos han entregado unas sim card que suministran datos, pero esa no ha sido una solución de manera efectiva, es necesario que la Secretaría agilice los trámites a través del Sistema General de Regalías, para así adquirir 30 mil herramientas (tablets) necesarias que están gestionando”, subraya.

Migración estudiantil

Hay otra realidad que no se puede desconocer, resalta el concejal del Partido de la U; los niños de colegios privados están migrado a los colegios públicos.

“Los padres de familia están pasando a sus hijos de instituciones privadas a públicas, lo cual imposibilita aún más las garantías de una educación virtual de calidad”, indica.

En esta aseveración coincide el personero de Neiva, Kleiver Oviedo Farfán, al asegurar que el Ministerio Público ha recepcionado quejas y solicitudes de intervención de “padres de familia que quieren retirar a sus hijos de los colegios privados ante los elevados costos, sin tener una mayor participación para ubicarlos en instituciones públicas; además, algunos planteles educativos les ponen problemas para el retiro de documentos ante el no pago”.

“De otro lado, seguimos teniendo problemas en el sentido de que muchos niños humildes de asentamientos y la ‘otra Neiva’, no cuentan con las ayudas tecnológicas para poder asistir a sus clases, por lo cual sus padres reclaman para que existan posibilidades; tenemos claro que la deserción es bastante alta ante el retiro de muchos estudiantes, lo cual pone en riesgo la continuidad de algunos docentes en el Sistema de Matrículas Estudiantil. Lo otro que urge la comunidad educativa, es la habilitación de algunos espacios para que cuando se acabe la pandemia, se logren tener todas las garantías para retornar al proceso educativo en normales condiciones”, complementa Oviedo Farfán.

El rector del Colegio Nacional Santa Librada, Carlos Fernando Manchola, asegura que efectivamente este año “continúan las dificultades propias que es la falta de conectividad y equipos. En 2020, nosotros realizamos una encuesta, y alrededor del 60% de nuestros estudiantes nos indicaban que nos disponían de herramientas ni acceso a internet”.

Por lo anterior, recalca el rector, en la institución recurrieron a utilizar la estrategia de entregar guías a los estudiantes que no se podían conectar; “este año esperamos que esa situación se haya reducido, pues hemos entregado computadores de la institución a niños y jóvenes, ya se están conectando a las clases virtuales alrededor del 80; también es de resaltar la labor de los docentes, que en muchas oportunidades han puesto de sus recursos para suministrar guías”, agrega.

Presencialidad vs virtualidad

En Neiva aún no se tiene prevista la alternancia educativa, mientras para el caso del Huila la Secretaría de Educación Departamental estima que esta modalidad escolar inicie en marzo, siempre y cuando exista consentimiento de toda la comunidad educativa, además, teniendo en cuenta el comportamiento de la pandemia.

Ante un panorama de incertidumbre, con el objetivo de que los estudiantes regresen a las aulas, tras casi un año de su cierre por culpa de la pandemia, a nivel nacional un grupo de ciudadanos lanzó la campaña, #LaEducacionPresencialEsVital, la cual se ha hecho tendencia y ha logrado una gran acogida desde diferentes sectores.  

Los voceros de la iniciativa, entre los que se encuentran académicos, dirigentes y líderes del sector educativo del país, aseguran que la virtualidad aún no es integral, por lo que se puede evidenciar en los estudiantes un rezago en el aprendizaje; sumado al deterioro de la calidad educativa, está el impacto psicológico que implica en los menores este proceso educativo prolongado, así como el deterioro de las instituciones educativas.

Para el ex secretario de Educación de Neiva, Alfredo Ortiz, la situación de la pandemia ha puesto de manifiesto las grandes condiciones de desigualdad que tiene la educación. “Hay un dilema muy fuerte, por un lado, la imposibilidad de las clases virtuales porque los niños no tienen condiciones que les permitan recibirlas, y, por otro lado, el riesgo grave en el que se encuentran los docentes, ya que gran parte de ellos hacen parte de la población de riesgo”, expresa.

Ortiz señala, que una buena alternativa para mejorar el proceso escolar actual “es distribuir computadores portátiles y garantizar planes de datos, mientras se pueden crear las condiciones para regresar a las aulas. En el caso de los niños que están en los primeros grados, sí sería muy importante explorar la posibilidad de la alternancia garantizando las condiciones de salubridad en las instituciones educativas”, dice.

En contraste, Jairo Losada, secretario general de la Asociación de Institutores Huilenses-ADIH, manifiesta que hay una preocupación de parte de los maestros porque “hay un populismo de parte del Gobierno Nacional que pretende enviar a los profesores a las instituciones educativas sin contar con las condiciones en las mismas. Nosotros somos conscientes de la necesidad de retornar a las aulas, pero prevalece primero la vida”, opina.

Finalmente, la psicóloga neivana, Paola Trujillo Falla, de su parte destaca, que, “aunque los maestros procuren hacer sus clases virtuales de manera lúdica, la virtualidad está afectando a los niños y jóvenes, pues por naturaleza, ellos están dados a compartir, y más a su edad”.