Desde ópticas diferentes, cuatro ciudadanos hacen un análisis acerca de cómo salir de la actual crisis y malestar general que se vive en gran parte del territorio nacional. Concuerdan en que el presidente Iván Duque debe priorizar el diálogo y escuchar a la ciudadanía.
Hoy el paro nacional completa 19 días en medio de agitadas manifestaciones sociales en grandes y pequeñas ciudades, como también pueblos y área rural. Las protestas se han visto manchadas por pequeñas células vandálicas que han atentado contra la esencia de este derecho legítimo.
Sin embargo, los manifestantes que salen a las calles pacíficamente son más y con ellos el Gobierno Nacional ha pactado adelantar diálogos que permitan encontrar una salida a la actual crisis.
Desde ópticas diferentes, cuatro actores analizaron el panorama y expusieron los pilares a tener en cuenta para encontrar una oportunidad en medio del malestar social.
Para Carlos Salamanca, docente de Administración de Empresas en la Universidad Surcolombiana, el Estado debe establecer un diálogo franco y, de paso, tener presente la urgencia de reactivación económica por la que atraviesa el país, en el marco de la pandemia de COVID-19.
“En mi opinión, el camino principal para gestionar la crisis actual del país es el diálogo abierto y honesto, donde el Gobierno Nacional intente recuperar la confianza necesaria que hoy no tiene en la comunidad.
En este proceso se debe poner sobre la mesa una intención real, no solo para escuchar, sino para atender las peticiones de la sociedad en temas claves como: las normas relacionadas con la salud, la pensión, el empleo, las leyes anticorrupción, la implementación de los acuerdos de paz, los posibles excesos de la fuerza pública; entre muchos otros sobre los cuales hay numerosas quejas.
Obviamente estos diálogos deben considerar la urgencia para normalizar el funcionamiento de nuestro país y las finanzas públicas”.
La presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) capítulo Huila, Nelly Pulido resalta que el Gobierno debe desmilitarizar la protesta.
“El presidente debe escuchar al pueblo colombiano. Ya dijo que iba a negociar, vamos a ver si mañana – hoy -, se sienta. Todo esto es un proceso, como Central creemos que se debe instaurar esa mesa de negociación entre el Gobierno, el Comité Nacional del Paro, las centrales obreras, las organizaciones sociales y populares que están inmersas en todo este sentir de pueblo.
Ya el Gobierno aceptó como garantes a la ONU e Iglesia Católica, eso es algo muy importante. Pero la negociación debe ser seria, fijar un cronograma, y tener en cuenta los seis ejes de negociación del pliego de emergencia. También garantizar el respeto y derecho a la protesta social, desmilitarizarla y desmontar el Esmad; porque ha habido muchas amenazas, asesinatos, acosos hacia las mujeres…, mientras tanto seguiremos en las calles insistiendo y persistiendo para una pronta solución a estas problemáticas que no son de hoy, pero que se han profundizado en medio de la emergencia.
El pueblo tiene hambre y no hay condiciones para una vida digna.
Si esto no da resultado, pienso que sería bueno convocar una nueva constituyente nacional”.
Juan Sebastián Gutiérrez, empresario de Neiva y ex director de la Oficina de Productividad y Competitividad del Huila, señala que el malestar social se remonta a problemáticas históricas, apoya la protesta pacífica y rechaza los bloqueos viales.
“Primero, es importante mencionar que el Gobierno Nacional falló en entender las dolencias y dificultades que estamos viviendo desde hace muchos años, no se contextualizó de la manera correcta y mucho menos logró interpretar la forma acertada para comunicarse con las comunidades; además, se demoró en tomar decisiones y eso agravó la situación.
Segundo, la problemática que vivimos ahora no es un tema de uno o dos años, es la suma de un inconformismo social, económico y político. En un buen momento los jóvenes decidimos dar un paso al frente y alzar voz rechazando las decisiones que se han venido danto desde el Congreso Nacional y Gobierno.
Yo estoy de acuerdo con la protesta pacífica, pero sí rechazo rotundamente los actos violentos de los que ha sido víctima el tejido empresarial de Neiva y el Huila. Atacando el empresario y emprendedor no se logrará que el Gobierno cambie sus decisiones o apruebe lo que se está proponiendo.
Así mismo, los bloqueos viales perjudican drásticamente el desarrollo empresarial y por su puesto conlleva a que se pierdan más empleos.
Y tercero, creo en que la mejor manera para salir adelante es apoyándonos, un modo es comprándole al productor y empresario local, y respaldar al joven o nuevo emprendedor.
Monseñor Héctor Fabio Henao, director de la Pastoral Social, en diálogo con LA FM insistió en que valora los gestos de diálogo que se han dado desde los manifestantes y el Gobierno Nacional. El prelado es garante en las conversaciones.
“El hecho de que ambas partes hayan aceptado sentarse nuevamente a la mesa nos parece un gesto positivo y que puede ayudar bastante a avanzar en la exposición de las problemáticas, de los pliegos que están sobre la mesa y condiciones de garantías para el desarrollo de la misma. Este es un paso muy importante”.
“Nosotros rechazamos todo tipo de violencia y violación a los derechos humanos venga de donde venga, este es un principio sobre el cual se eleva la credibilidad de la protesta y la legitimidad de la búsqueda de reclamaciones y también la legitimidad del Estado. Hay que evitar toda forma de violencia. La no violencia y la paz es el camino que nos conducirá hacia la solución”.