El presidente de Redepaz, Jesús Vargas Archila, llama a que la sociedad civil asuma el papel protagónico que le corresponde en los diálogos de paz entre Gobierno y Farc. El presidente de Redepaz, Jesús Vargas Archila, llama a que la sociedad civil asuma el papel protagónico que le corresponde en los diálogos de paz entre Gobierno y Farc. Considera que la Justicia Transicional debe sentar las bases para acabar las raíces del conflicto armado en el país. Heber Zabaleta Parra LA NACION, Neiva “El anuncio del inicio de los diálogos de paz entre Gobierno y Farc nos hace cosquillas en el estomago, como cuando uno está enamorado y se encuentra con su novia querida. Esto es demasiado esperanzador”. La afirmación es de Jesús Vargas Archila, presidente de la Red de Iniciativas Ciudadanas por la Paz (Redepaz), quien se encuentra en Neiva participando del Seminario Internacional de Justicia Transicional en el Marco del Conflicto Armado Interno Colombiano: Retos y desafíos para la búsqueda de la paz en Colombia que organiza la Facultad de Derecho de la Universidad Surcolombiana. En diálogo con LA NACION, expresa su optimismo con este proceso, pues siempre en Redepaz han mantenido la esperanza de que es posible el fin del conflicto armado, y aunque este anuncio los tomó de sorpresa “realmente la felicidad es grande, hasta, perdone que lo diga, nos hace cosquillas en el estomago, como cuando uno está enamorado y se encuentra con su novia querida”. Para Vargas Archila, quien está en Redepaz desde 1996, la importancia de este tipo de eventos y de debatir los alcances de la Justicia Transicional, es que no es simplemente un conjunto de normas que pueda permitir mañana hablar de un proceso de diálogo con las Farc, en este caso concreto, “sino, es como la sociedad civil va a ir arraigando una cultura diferente a la que hemos vivido durante 50 años de guerra”. “La sociedad civil finalmente debe ir asumiendo el papel protagónico que se necesita para que procesos como este terminen de manera definitiva con la guerra y puedan nuestros hijos, nietos y por qué no, nosotros mismos inclusive, ver mañana al país en paz”, agrega el presidente de Redepaz. Por ello, considera que la posibilidad en torno a que las iniciativas sociales y ciudadanas participen de los diálogos es responsabilidad de la sociedad misma y sus agentes, “pues si nosotros mismos no asumimos nuestro papel, es muy difícil que otro venga a decirnos que es lo que debemos hacer, o sucede que otros nos reemplacen como notamos en algunos casos”. “Por ejemplo, y sin ser una crítica destructiva, observamos en el discurso del presidente Juan Manuel Santos que no se prevé allí la participación de la sociedad, mientras que uno en las intervenciones de ‘Timochenko’, uno de los puntos centrales que se nota allí es la participación social, situación que a uno le llama mucho la atención, en especial conociendo la verticalidad que ellos han practicando, e incluso el papel que han jugado de querer reemplazar a la sociedad y de creerse que actúan en nombre del pueblo para imponer y desarrollar sus políticas. Eso me parece importante, pero quien debe jugar ese papel es la sociedad misma sin intermediarios”, asegura Vargas Archila. Aprender de las experiencias El presidente de Redepaz reitera su compromiso con este tipo de iniciativas y recuerda como ellos igualmente le apostaron al proceso con los grupos paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia, pese a los señalamientos que recibieron. “Nosotros, desde el primer momento en que se habló de la posibilidad de los diálogos con las Auc, nos metimos y eso nos costó políticamente mucho, nos costó el señalamiento de nuestros amigos. Sin embargo, creemos radicalmente en la civilidad y por eso hoy podemos evaluar que todo lo que sabemos hoy de lo que fueron las Auc, de su connivencia con el Estado, de haber develado la intención, más allá de perseguir a las guerrilla, de captura del poder, del Estado, las relaciones entre políticos, sociedad y paramilitares, fue gracias a nuestra presencia allí”, subraya Vargas Archila a LA NACION. Dice que eso es posible gracias a la participación de la sociedad civil, con la insistencia de una, dos, tres personas, de organizaciones, de estar allí siempre independientes de los riesgos y coyunturas, “estar siempre pensando en que se puede jugar un papel importante para lograr la paz. Pienso que ha sido muy positivo el papel que ha jugado la Red de Iniciativas Ciudadanas por la Paz, y mas que la red, la misma sociedad civil”. Protagonismo de la sociedad En ese sentido, destaca que el mensaje para la comunidad, “es que si como sociedad civil no asumimos nuestro papel en los diálogos, esto termina siendo un proceso entre unas partes sin que podamos ver transformadas realmente las causas y elementos que dieron origen a este conflicto armado, que permitieron el surgimiento de esta guerrilla, aunque se ha desdibujado mucho, no podemos desconocer, ni tampoco irnos al otro extremo, hay que enfrentar y solucionar fenómenos como la injusticia social, la pobreza, entre otras causas de esta guerra que vivimos”. “Inclusive, hablar de Justicia Transicional, de aspirar a una desmovilización, sin que se ataquen, o se dejen implantados unos elementos para tener una sociedad más justa, más equitativa, eso es cultivo de otro conflicto”, precisa el abogado y experto y por lo tanto “el mensaje es que debemos jugar ese papel protagónico y la sociedad civil ganarse ese espacio también”. Superar los obstáculos Sobre si serían obstáculos la solicitud de que ‘Simón Trinidad’ sea uno de los negociadores de las Farc, que la guerrilla diga que no tiene secuestrados y que no son narcotraficantes, afirma que “sí lógico, pero son las dificultades que se deben superar para avanzar. Lo de ‘Simón Trinidad’ es la postura de ellos y hace parte de las reglas del juego. No había limitación para sus negociadores y al parecer la legislación norteamericana puede darle esa posibilidad, que participe vía internet. Ese es el proceso y pese a los inconvenientes, hay que llenarse de paciencia para seguir adelante y llevar a un buen termino este proceso que se inicia”. ‘Si como sociedad civil no asumimos nuestro papel en los diálogos, esto termina siendo un proceso entre unas partes sin que podamos ver transformadas realmente las causas y elementos que dieron origen a este conflicto armado’.