FERNANDO POLO/LN
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Hasta 23 millones de pesos se arriesga a pagar una persona que pague por servicios sexuales, de ser aprobado el proyecto de ley que radicó en el Congreso la representante a la Cámara por el Partido Liberal, Clara Rojas.
La iniciativa que desde ya empezó a causar polémica no fue bien recibida por las trabajadoras sexuales, que desde Neiva le dicen a la congresista que la mayoría de mujeres que deciden ofrecer su cuerpo en la calle es porque no tienen otra opción. En ese sentido, le piden que más bien radique una iniciativa para que el Gobierno les ofrezca más oportunidades y poder dignificar su vida.
Aunque la propuesta de la congresista pareciera arrasar con las mujeres que se dedican a este oficio, en el fondo lo que busca es protegerlas, porque los dineros que se recauden irían a un fondo que se dedicaría a su protección.
Además compromete a varios Ministerios, empezando por el de salud a vigilar y ayudar a estas mujeres. Las multas lo que buscan es desestimular esa práctica a la cual se ven forzados por diferentes circunstancias una gran cantidad de mujeres y menores de edad.
“Entre el 60 y el 70 por ciento de las personas que ejercen la prostitución son de estratos del 1 al 3, migrantes y desplazadas por la acción de grupos armados al margen de la ley. Estas cifras fueron dadas a conocer en una audiencia pública que realizamos en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes”, dijo Rojas, al explicar su iniciativa.
Según la congresista, de ser aprobado, la idea es que las sanciones vayan aumentando gradualmente. “Después de la entrada en vigencia de la ley, cada dos años se irá aumentando el número de salarios mínimos con los que se penalizará a quienes paguen por servicios sexuales. De manera que lo que se busca es crear en el imaginario colectivo, de manera progresiva, una cultura que desincentive esta práctica”, manifestó.
Lo anterior quiere decir que de ser aprobado el proyecto, los infractores pagarían el primer año en que entre en vigencia una multa cercana a los tres millones y medio de pesos. Entre el tercer y quinto año las sanciones serían de ocho salarios mínimos mensuales. Para el noveno año de vigencia sería de 32 salarios mínimos, lo que equivale a unos 23 millones de pesos de hoy.
INVERSIÓN
El proyecto contempla que con los recursos que eventualmente se recolectarían por concepto de las sanciones se creará el Fondo Nacional de Atención y Apoyo a Personas en Situación de Prostitución (Fonasp), el cual estaría bajo el control del Ministerio de Salud y Protección Social.
Igualmente, los dineros serían utilizados para financiar programas y proyectos de esas víctimas de explotación sexual y población vulnerable, albergues para víctimas de prostitución, la apertura de centros de reinserción que generen opciones laborales y mecanismos de protección para las víctimas de prostitución, trata de personas, proxenetismo.
Otra de las ayudas que contempla la iniciativa sería que a través del Ministerio de Vivienda, las víctimas de la prostitución puedan ser tenidas en cuenta en las listas prioritarias para acceder a los programas de vivienda de interés social.
LA PROSTITUCIÓN EN NEIVA
En la capital del Huila, la prostitución en las calles se concentra en los alrededores del Parque Santander y de la zona del marco de la Plaza Cívica, en estos lugares es común ver a mujeres que ofrecen su cuerpo por unos cuantos pesos.
La mayoría son de otras ciudades que han llegado desplazadas a Neiva, como es el caso de Luz Mary Barrios Escandón, quien tuvo que entrar al “negocio” porque su compañero sentimental falleció y quedó sola en una finca en el municipio de Acevedo con sus hijos, al estar desprotegida fue intimidada y le tocó salir de su predio, llegó a Neiva a buscar una oportunidad de trabajo y se encontró con que la situación en la ciudad es muy distinta a la del campo.
“En la finca había por lo menos comida, en la ciudad si no tiene plata no come nada, la situación es muy difícil y cuando uno tiene hijo no es capaz de verlos llorar por hambre, entonces una termina haciendo cosas a sabiendas que no están bien pero es el único método de supervivencia”, le explicó a LA NACIÓN la vocera de las trabajadoras sexuales de la zona del Parque Santander, Luz Mary Barrios Escandón.
La mujer advierte que una vez ellas se venden para solucionar un problema quedan estigmatizadas ante la sociedad y es casi imposible encontrar otra actividad que no tenga que ver con la prostitución, porque nadie quiere tener en una empresa una mujer que la conozcan como trabajadora sexual, eso hace aún más difícil que estas personas pueden surgir cuando se dan cuenta que cometieron un error y piensan enmendarlo.
“La situación para nosotras no es fácil, el día empieza a las cuatro de la mañana porque tenemos que dejar algo preparado para los hijos, salimos a la calle y no tenemos nada seguro, un día le puede ir bien y hacerse lo del diario o hasta cien mil pesos, pero igual se puede blanquear y llegar sin nada a la casa”, narra Barrios Escandón.
Agrega que algunas venden tintos y otros productos para ayudarse con tal de llevar algo a la casa. Discrepa de la sociedad que las margina sin saber la situación por la que están pasando.
“Para la gente es fácil decir que porque no hacemos otra cosa pero es que la situación no es fácil, creen que es fácil venderse por diez, quince o veinte mil pesos, que es lo que se cobra pero nadie sabe la necesidad”, aseguró.
Con respecto al proyecto de ley que presentó la congresista Clara Rojas, dice que es una medida que atenta contra la alimentación de sus hijos, aunque reconoce que en esa materia falta legislación para que las mujeres que se dedican a este oficio tengan beneficios.
“Me parece que la medida es muy drástica porque no entienden que con ese trabajo es que le damos de comer a nuestros hijos, deberían más bien legislar para que todas las personas tengamos un trabajo digno y poder llevar algo a casa y no estar en la calle, le aseguro que si nos buscaran para barrer o hacer alguna activada no lo pensaríamos porque lo que necesitamos es trabajo”, indicó.
ORGANIZACIÓN
Luz Mary asegura que en el sector del Parque Santander hay unas 45 mujeres que se dedican a ejercer la prostitución, se cuidan con preservativos que compran o que les suministra la Secretaría de Salud de Neiva.
Este grupo es solo una pequeña parte de las mujeres que en Neiva se dedican a este oficio, y que son vistas con desconfianza por la sociedad, trabajan a la intemperie buscando los “clientes”, una vez hacen el contacto se dirigen a una de las residencias que hay en el sector de las carreras segunda y tercera y la calle séptima.
Otros grupos están ubicados en prostíbulos que pagan impuestos y funcionan también como sitios para consumo de bebidas alcohólicas, aquí las tarifas por los servicios sexuales son más altas, oscilan entre los 40 mil y 60 mil pesos. “La tarifa depende de la edad y el cuerpo de la trabajadora”, explicó la administradora de uno de los bares que visitó LA NACIÓN.
Un tercer grupo de trabajadoras sexuales es el que trabaja a domicilio, son las que se anuncian por las páginas de los diarios locales, se contactan por teléfono y llegan a donde las requieren. Estas tienen un representante que es la persona que se encarga de hacer el contacto y enviarlas a la dirección requerida. Este individuo, fácilmente, se queda con una comisión de 20 a 35 mil pesos
En este nivel las tarifas oscilan entre 80 mil 120 mil pesos. Aquí se ubican también las que prestan servicios de masajes.
LOS CONTROLES
Los controles a los bares los ejerce la Secretaría de Gobierno Municipal, para vigilar que se cumpla la normatividad que los rige.
“Nosotros nos encargamos de hacer cumplir los horarios, que se respeten todos los parámetros que permiten su funcionamiento y que tenga toda la documentación al día”, explicó el secretario de Gobierno, Hugo Alberto Llanos.
Por su parte, la Secretaría de Salud se encarga de realizar campañas con las trabajadoras sexuales de la calle para concientizarlas de los riesgos que corren y para que usen la protección, como preservativos.
“Como Secretaría de Salud las apoyamos en educación y les hacemos énfasis en los derechos que ellas tienen, les hacemos dispensación de preservativos para mitigar las posibles enfermedades que se pueden llegar a trasmitir”, dijo el secretario de Salud de Neiva, Miguel Andrade.
Agregó que periódicamente hacen campañas con ellas, la última que realizaron fue en junio, teniendo en cuenta que llegaba la temporada sampedrina y era mucha la gente que visita la ciudad.
La representante de las mujeres del Parque Santander, Luz Mary Barrios Escandón, reconoce las campañas que realiza la Alcaldía, dice que siempre están atentas a escuchar los consejos que les dan los profesionales de la salud para evitar adquirir enfermedades.
“Las charlas son muy buenas y yo siempre le digo a mis compañeras que hay que asistir porque es bueno estar enteradas de todos los riesgos que corremos, además no podemos descuidar la protección con los preservativos”, dijo.
Las trabajadoras de la calle se enfrentan ahora también al nuevo Código de Policía, que prohíbe que se practique la prostitución en espacios públicos, justamente el viernes anterior cuando el alcalde de Neiva Rodrigo Lara Sánchez, realizaba una actividad con los embellecedores de calzado que trabajan en el Parque Santander, las trabajadoras sexuales aprovecharon para pedirle al mandatario que interceda por ellas.
VOCES SOLIDARIAS
Varias voces se pronunciaron en torno a la ley que se empieza a tramitar en el Congreso para multar a los que paguen por servicios sexuales, casi todas en favor de las mujeres que se dedican a este oficio.
“Si la ley es para favorecer a las trabajadoras sexuales que la saquen adelante, pero si termina perjudicándolas es mejor que la retiren porque se convierte es en otro medio de persecución para ellas”, expresó Susana Castro, comerciante.
“En la ley hablan de cobrar multas y esa plata terminan robándosela y despilfarrándola como sucede con todo lo que recaudan y será a costillas de las pobres mujeres que venden su cuerpo para poder sobrevivir”, expresó Luz Helena Calderón, empleada.
“Es un proyecto que a la par debería darle una solución de trabajo a estas personas, este trabajo que ellas ejercen es fruto de la necesidad económicas, del desplazamiento y de las campesinas que llegan a la ciudad en busca de oportunidades y terminan siendo madre cabeza de familia, y con la necesidad de llevar un sustento para su casa. Yo creo que los Congresistas y el Gobierno Nacional deberían estar pensando en un proyecto de ley que le ofrezca la oportunidad de generar un ingreso para estas personas”, aseveró la diputada Clara Inés Vega.
En Neiva hay trabajadoras sexuales en las calles y en bares que funcionan con todos los documentos legales.
En el Parque Santander de Neiva unas 45 mujeres ofrecen diariamente su cuerpo.
Luz Mary Barrios Escandón, vocera de las trabajadoras sexuales del Parque Santander. Foto Fernando Polo
Clara Rojas, ponente del proyecto de ley.