La Nación
Que al país le vaya mal, con tal que a Petro no le vaya bien 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Que al país le vaya mal, con tal que a Petro no le vaya bien

Dicen los áulicos del poder, afirman los políticos que lo añoran, lo confirman los que tienen el riesgo de perder sus  privilegios con modelos de negocios  con las pensiones, con el trabajo de los colombianos, con la salud, con el presupuesto y la contratación pública. Lo dicen enfáticamente: Colombia va mal. Lo dicen los ex ministros, los políticos que olvidan que hasta hace muy poco pertenecían a las mayorías hegemónicas del gobierno. Lo afirman los que aún no caen en la cuenta que antes a lo sumo iba bien el país económico, el país élite, no el país nacional, no el de los vulnerables, no el del colombiano de a pie.

Denuncian nubarrones de la economía como si el cielo hubiera estado despejado en medio de la corruptela y la exclusión de los gobiernos anteriores. Hablan del deterioro del orden público, olvidándose de haber vivido por años en un estado militarizado de competencia, de la égida del paramilitarismo, de las guerrillas, de las bandas delincuenciales; cuando los presidentes hablaban con tanta propiedad de los “alias”, que nos hacían dudar si ellos mismos sabían que estaban regentando una narco y bandida – democracia. ¿La disparada del Narcotráfico no se había dado allá cuando cogobernaba El cartel de Cali o el cártel de Medellín?  ¿Desde cuándo se dio el fenómeno de los dineros calientes en las campañas? ¿El tiempo en el que se les pedía a los congresistas que aprobaran las iniciativas del gobierno de manera inmediata y antes de irse para la cárcel? ¿Los tiempos en que a los embajadores y altos funcionarios del gobierno se les comprobaban sus lazos de amistad y alianza con los narcos – paramilitares?  ¿Estaban mejor las cosas, cuando la seguridad democrática se mantenía en desmedro de los derechos humanos y cuando los resultados de los militares se tenían que medir con litros de sangre y de bajas enemigas, cayera quien cayera?

Las incertidumbres por las reformas las tienen casi de manera exclusiva los que obsesionados por sus modelos salvajes ven que la salud, las pensiones como negocio pueden salirse de su monopolio ¿Todo tiempo pasado fue mejor? Sabemos que las cosas no han sido fáciles: los coletazos de la economía global, la recesión que ya venía latente, la guerra declarada por Rusia, la latente guerra económica hacia occidente. Muchos que votaron por Petro ahora pudieran arrepentirse, otros permanecen expectantes, otros seguimos creyendo y nuestra esperanza no desfallece. Eso sí, ojalá la vicepresidenta entendiera que ya se volvió tarde para el revanchismo, que ahora cabalga en el toro del poder, que ya debe cesar la protesta para hacer realidad la propuesta, ojalá entendiera el hijo y el hermano de Petro que no pueden multiplicar los errores del pasado. Ojalá no hubiera tanta parábola de auto cumplimiento que prefiere que al país le vaya mal con tal de que a Petro no le vaya bien.