La Nación
¿Qué está pasando? 1 29 marzo, 2024
EDITORIAL

¿Qué está pasando?

La administración de justicia en nuestro país no deja de sorprender. Y es que resulta inadmisible e inexplicable que el asesino de la niña Sara Valentina Cardozo Triviño, estuviera libre. El individuo fue sorprendido en una calle de Neiva cuando fue requerido por una patrulla de la Policía al tener en su contra una condena vigente por otro delito.

Los huilenses aún no olvidan el impacto que causó la muerte de Sara Valentina. Corría mayo del año 2012, cuando se reportó la desaparición de la menor en jurisdicción del municipio de Tello, en el norte del Huila. Tras varios días de angustiosa búsqueda, el cuerpo sin vida de la pequeña, de 4 años de edad, fue encontrado.

Desde un principio, todas las sospechas recayeron sobre Pavel Camilo Barbosa Vargas, el tío político de la menor. Con 54 testigos y 73 elementos materiales probatorios, entre ellos informes científicos, las autoridades lograron demostrar la responsabilidad del hombre en la muerte de la niña.

La menor fue dejada al cuidado de Pavel Camilo por parte de su tía, quien debía viajar a Neiva a exámenes médicos debido a su estado de embarazo. El individuo sostuvo en desarrollo de la investigación que la niña murió por problemas respiratorios que padecía y que se incrementaron por las lluvias que se registraban en esa zona y por miedo a que lo inculparan, botó el cuerpo en un lugar enmontado.

Sin embargo, las autoridades lograron demostrar que hubo ocultamiento de la menor. Y que además Barbosa Vargas ejercía violencia física contra ella. “Queda claro que Pavel Camilo es responsable, más allá de toda duda, que tenga que responder por la desaparición de la menor Sara Valentina, secuestro y posterior asesinato…usted teniendo esa posición de garante no solamente la oculta si no que después se encuentra a la menor sin vida en el mismo lugar en el que usted había botado el cuerpo ya sin vida”, expuso el juez, al hallar responsable a este individuo y condenarlo a 33 años de cárcel.

Inexplicablemente, Pavel Camilo, el autor de un crimen que conmovió al Huila, andaba libre por las calles de Neiva beneficiado, muy seguramente, por algún galimatías de la justicia.