Por: Francisco José García Lara
Aseguran que fue el paro más largo de la historia, pero más allá de contar los días debemos cuestionarnos si en verdad valió la pena.
El comité del paro decidió levantar la movilización, demasiado tarde se dieron cuenta que haberlo prorrogado en el tiempo fue una torpeza. Aseveraron que van a presentar proyectos de ley con iniciativas para resolver los problemas sociales que habían generado la inconformidad y la protesta, sin siquiera recapacitar que esa estrategia no requería haber sometido al país a la zozobra y el caos.
El gobierno por su parte siguió con su cinismo, aparentó dialogar, pero no lo hizo, al contrario, aprovechó el momento para seguir afianzando su poder en los organismos de control mediante leyes aprobadas a pupitrazo limpio en el congreso.
Los jóvenes se fueron dispersando, demostrando que en realidad no había nada que los agrupara, manifestaron un mar de inconformidades reales y razonables que no terminaron en alguna propuesta seria.
Entonces: ¿Qué ganamos con el paro?, los resultados saltan a la vista, el gobierno no cambió su actitud, era lo obvio cuando solo le queda un año, simplemente dilató, agotó y siguió campante. Lo sindicalistas que convocaron el paro también continuaron en las mismas, defendiendo sus intereses o los de sus grupos, y pensando en acomodarse electoralmente en el 2022.
Los muertos y los heridos fueron principalmente jóvenes, el vandalismo y los bloqueos afectaron severamente la economía que venía muy golpeada por la pandemia, razones para protestar sobran y siguen vigentes, pero los efectos de las protestas hasta ahora son negativos.
Quizás se necesitaba que padeciéramos de la manera que los hicimos en el último mes y medio para reaccionar y entender que los cambios se consiguen en las urnas, exactamente en las elecciones del año entrante, primero debemos elegir un nuevo congreso en marzo, luego la presidencia con primera vuelta en mayo y segunda vuelta en junio, una votación va ligada a la otra, las dos cosas deben ser cambiadas por completo.
Llevamos 200 años de vida republicana matándonos entre nosotros, alentados por quienes nos gobiernan que para sostenerse en el poder hacen lo posible por fomentar la división y el odio, por cuenta de esas falsas motivaciones llegamos donde estamos y con los resultados que tenemos.
Honremos la memoria de quienes fallecieron en las protestas recientes votando y haciéndolo bien, es la única manera de cambiar la historia, sin herir o matar a nadie, ni pasar por encima de los otros, no es nada difícil, simplemente es ejercer nuestro derecho a elegir.
garcia.francisco@javeriana.edu.co