La Nación
¡Que los liberen a todos! 1 19 abril, 2024
INVESTIGACIÓN

¡Que los liberen a todos!

Con la liberación de los diez militares y policías secuestrados que inicia mañana por parte de las Farc, se pone sobre la mesa la situación de 405 colombianos que aún siguen en cautiverio, 38 de ellos son huilenses, de los cuales no se tienen noticias ni pruebas de supervivencia. Con la liberación de los diez militares y policías secuestrados que inicia mañana por parte de las Farc, se pone sobre la mesa la situación de 405 colombianos que aún siguen en cautiverio, 38 de ellos son huilenses, de los cuales no se tienen noticias ni pruebas de supervivencia. LA NACIÓN, NEIVA A pesar de que las Farc liberarán a diez militares y policías que mantenían en cautiverio, la felicidad no es completa. 405 colombianos aún se encuentran en la selva sin que nadie de razón o pruebas de supervivencia de ellos, 38 son huilenses. secuestradosCon el inicio de las liberaciones que se vienen programando semanas atrás, hoy el país celebra la emoción de la libertad y abre la puerta para pensar en un posible dialogo con las Farc. Sin embargo, con la felicidad de diez familias y todo un pueblo que anhela la paz, las dudas surgen intempestivamente, más cuando aún quedan 405 civiles secuestrados, la mayoría sin que exista prueba de supervivencia alguna o confirmación de qué grupo armado ilegal los tiene en su poder. El paradero de los 38 secuestrados huilenses es desconocido. LA NACIÓN habló con algunos familiares, exigen pruebas de supervivencia, noticias de sus seres queridos que les de una luz en medio de la oscuridad en que se ha convertido su mundo desde que el flagelo del secuestro llegó a sus hogares. Doce, diez, nueve años en cautiverio no han sido suficientes para perder la esperanza de volverlos a ver. Todos, sin excepción, envían mensajes radiales a cualquier lugar del país donde sean que se encuentren sus familiares. Según el último análisis realizado por la Fundación País Libre sobre este flagelo, 186 personas fueron secuestradas por las Farc entre el primero de enero de 2009 y el 31 de diciembre de 2011. A partir del 2009 los secuestros cometidos por el grupo armado ilegal han aumentado, pasando de 45 casos a 77 en 2011. “No podemos dejar de recordar que el secuestro perpetrado por las Farc tiene unas características particulares, y que aún hay cientos de personas cautivas que el grupo debe liberar si realmente pretende que la sociedad colombiana confíe en su anuncio de proscribir el secuestro como arma de guerra”, aseguró Olga Gómez, directora ejecutiva de la Fundación País Libre. De acuerdo con la entidad, los departamentos más afectados por los secuestros de las Farc en los últimos tres años son Arauca con 26 casos, Cauca con 24, Meta con 18 y Putumayo con 16 casos. Sin pruebas de supervivencia Las víctimas de secuestro de las Farc son, en un 92% son hombres. Dos de ellos son los hermanos Guillermo y  Reinaldo Cordón, quienes llevan nueve años en cautiverio. Los comerciantes fueron secuestrados en sus labores, Reinaldo, el primero cuando viajaba con mercancía por las vías del Huila y Guillermo unos meses después, cuando trató de mediar por su hermano. Hoy, ambos se encuentran privados de la libertad y su familia no ha recibido prueba de supervivencia alguna. “Nunca hemos recibido llamadas exigiendo dinero ni pruebas de supervivencia, solo personas que se valen de nuestro dolor para aprovecharse económicamente, ya perdimos dinero y pertenencias por ese motivo, pero nunca hemos sabido de ellos”, expresó Consuelo Cordón, hermana de los plagiados. El secuestro ha dejado huellas imborrables en la familia Cordón, que lo único que tiene es la convicción de que sus seres queridos están vivos. “Siempre pido a las personas que se los llevaron que por favor tengan consideración, ya son nueve años, es más que justo que nos de una prueba o nos digan que pasó con ellos”. Cambios físicos, afectivos, económicos, pérdidas invaluables, entre otras, son solo algunas de las realidades que los secuestrados deben afrontar a su regreso. “Mi papá murió al año de habérselos llevado, no pudo con la pena moral de no poder hacer nada por ellos. Mi madre calla y llora mucho, a pesar de ser de una fortaleza impresionante. Sueña que llegan a la casa y por eso los espera”, dijo la mujer. Sin embargo, la familia Cordón no se rinde y espera que con su fe puesta en Dios, sus seres queridos regresen pronto a casa. “Exigimos que los liberen, ellos son seres humanos , tienen derecho a la libertad, ya son nueve años sin saber como ni cuando, en que condiciones están, tenemos derecho a saberlo como familiares, el único dueño de la vida es Dios, el único que nos lo puede arrebatar no los delincuentes”. ‘Los civiles también cuentan’ El comerciante José Arbelay Losada se suma a la lista de los huilenses desaparecidos, tras nueve años de cautiverio, su familia no sabe de su suerte. “Eso fue el 20 de enero del 2003, iba conduciendo entre la vía San Vicente del Caguán y La Macarena, trabajaba para esos lados. Desde entonces nunca hemos recibido llamadas o comunicaciones dela guerrilla, sabemos que a él lo secuestraron junto con tres conductores y los tres camiones también, la guerrilla se apoderó de los camiones, iban con víveres”, relató José Arbelay Losada Fierro, padre del secuestrado. La situación no es muy diferente para el comerciante, sus hijos crecieron y ahora viven en el exterior y Neiva. “Exigimos que así como liberan los militares lo hagan con los civiles, ellos también cuentan”. Seis meses de secuestro Los familiares del agricultor Laurentino Rojas en Garzón, han tenido que soportar durante seis meses la espantosa pesadilla del secuestro. Hoy lo único que exigen es su libertad. Seis meses después de sobrellevar la ausencia de su padre y esposo, luego de que las Farc lo secuestrara el pasado 5 de Octubre, la familia del agricultor de 76 años y una serie de dolencias físicas, lo único que esperan es que se puesto en libertad en el menor tiempo posible. Desde el momento de su secuestro familiares y amigos sostienen una cadena de oración que propuso su esposa, Alicia Rodríguez de Rojas, mientras sus hijos  se refugiaron en la ciudad de Bogotá, adelantado gestiones con diferentes organismos nacionales e internacionales, en espera de lograr la liberación del hombre ha sido el sostén de esta familia durante 47 años. Actualmente Laurentino Rojas padece serios quebrantos de salud que ha tenido que soportar en la selva. “Algunos mensajes nos han servido como pruebas de supervivencia, pero lo que más queremos es el regreso en vida de mi padre. Mi madre ha estado enferma, se le aumentó el azúcar, las dolencias la mantiene muy delicada y desde el secuestro no duerme… vive un doloroso drama que con lo único que se calma es con el regreso de él sano y salvo”, expresó Laurentino junior, hijo del secuestrado. El familiar afirmó que ya que se habla de liberar  militares y policías, es hora de liberar también a todos los civiles, entre esos su padre. Asimismo, la solidaridad fue expresada por los garzoneños, quienes realizaron varias marchas pidiendo su liberación, teniendo en cuenta que la familia no tiene el dinero que los secuestradores creen. “Nosotros estamos muy decaídos económica y anímicamente, a mi papá hay que enviarle continuamente medicamentos, debe tomarse cinco a siete pastas diarias y eso es muy complicado, sin saber si las recibe o le faltan por que no le llegan a tiempo. Esto es una pesadilla”, manifestó. A diario la familia del agricultor se reúne en Bogotá, para enviar mensajes de aliento por un programa radial. “Lo mejor que ha hecho la guerrilla es liberar a todos los policías y militares, pero lo bueno es que los liberen a todos, que no nos martiricen más con esta dolorosa carga que nos toca soportar desde hace 180  días de dolor y de tragedia. Ya es hora que compartir con él nuevamente, que es en esta época de Semana Santa, de integración y recogimiento lo traigan a casa”, dijo Laurentino su hijo. ‘La felicidad no es completa’ Para los dirigentes huilenses que padecieron durante años el calvario del secuestro y que hoy gozan de su libertad, ahora más que nunca se deben continuar las acciones para liberar a los que aún quedan en la selva. “En primer lugar debo expresar mi sentimiento de felicidad al ver que regresan a la libertad estos mártires de la patria que fueron secuestrados defendiendo la soberanía nacional y más de una década después regresan a casa”, afirmó Orlando Beltrán. Sin embargo sostuvo que a pesar de las liberaciones la felicidad no es completa, “me asiste la preocupación de ver que todavía en las selvas colombianas hay cientos de secuestrados, necesitamos que se aclare cuál ha sido su suerte y esta es solo una parte del problema. A estas familias, mayor fortaleza, confiar en que Dios nos va a ayudar a la liberación y no desfallecer”. Frente a la posibilidad de que las liberaciones sean el inicio de los diálogos de paz, Beltrán afirmó que es un gesto importante. “Es la antesala de unas condiciones propicias para entrar a dialogar, a buscar las paz tan anhelada para Colombia, por eso veo con buenos ojos esta iniciativa, claro que esperamos que con el paso de los días nos acompañen con nuevas liberaciones, una actitud sincera que esta reclamando la sociedad y que podamos vivir en paz”. ‘Los recibiré con un gran abrazo’ A su turno, la congresista Consuelo González de Perdomo expresó con felicidad que estará presente en la llegada de sus compañeros de cautiverio, con quienes compartió por cerca de cuatro años. “El saber que por fin regresarán a la libertad es una felicidad muy grande, que ese terrible ciclo se cierra, en el caso de militares policías y políticos que estuvieron secuestrados buscando una salida de intercambio humanitario que no fue posible. Hoy me atrevo a decir que la guerrilla no sacó absolutamente nada con esa estrategia”. Respecto a los colombianos que aún siguen en cautiverio, la Congresista afirmó, “hay que sumir compromisos en estos casos para empezar a aclarar la situación de cada uno de los que aún están sin una prueba de supervivencia de su situación. Vale la pena que Colombianos y Colombianas por la paz, así como estuvieron tan dedicados y comprometidos con la liberación nuestra (mal llamados canjeables), emprendan también una tarea para avanzar en la liberación de los demás secuestrados y diseñar estrategias para que todos ellos también regresen a la libertad”. Para la ex secuestrada, su libertad estuvo condicionada hasta no ver liberado hasta el último de sus compañeros, “voy a acompañarlos para abrazarlos y decirles que por fin terminó la tragedia para todos nosotros. Yo siempre dije que hasta que no regresaran todos mi libertad estaba suspendida, si Dios quiere cuando ya regresen los últimos 10 empezamos la seria tarea de gestionar la salida de quienes aún continúan allá”. ‘La celebración será en grande’       (recuadro) A pesar de ser costeño, el intendente de la Policía, Jorge Trujillo Solarte tiene un pedazo de su corazón en Neiva, ciudad donde residen su cuñada y algunos sobrinos. Luego de doce años de secuestro, la guerrilla de las Farc anunció su liberación dentro del grupo de diez uniformados. “A él se lo llevaron el 11 de julio de 1999 en la toma guerrillera a Puerto Rico, Meta, donde secuestraron 28 policías. De ese grupo solo quedan tres compañeros entre ellos mi cuñado”, sostuvo María Constanza Cárdenas, familiar. A pesar de que también deberá afrontar duros cambios en su vida, la familia afirma que el recibimiento será en grande. “Él tenia esposa, pero ella ya tiene un nuevo hogar y el aún no lo sabe, no sabemos que reacción vaya a tomar el. La hija que dejó ya tiene 12 años, cuando él fue secuestrado tenia tres meses”, relató la mujer. Asimismo, agregó que inicialmente será recibido por sus padres y hermanos. “En Bogotá ya nos advirtieron que no podemos estar todos allá, solo padres y hermanos, luego vienen los análisis clínicos, estará un tiempo en Gamarra, César y esperamos que pueda venir a Neiva.