En un desfile que colmó las principales calles de la ‘Capital Diocesana del Huila’, cientos de mototaxistas se unieron en defensa de la vida y de sus derechos al trabajo y la movilidad, vulnerados por los frecuentes crímenes que califican como persecución para impedir que cumplan con labor, en medio de las dificultades que enfrentan. LA NACION, GARZÓN
En un desfile que colmó las principales calles de la ‘Capital Diocesana del Huila’, cientos de mototaxistas se unieron en defensa de la vida y de sus derechos al trabajo y la movilidad, vulnerados por los frecuentes crímenes que califican como persecución para impedir que cumplan con labor, en medio de las dificultades que enfrentan. El crimen del que fue víctima Jaime Villa Herrera, un hombre de 46 años, quien a través del mototaxismo obtenía el dinero para el sustento de sus cuatro hijos y su esposa, causó conmoción entre la población que ayer clamó justicia, pues son ya nueve los casos de homicidios registrados desde que se organizó el gremio. “Tenemos que seguir haciéndonos notar en medio de los crímenes. Lamentamos profundamente la muerte de don Jaime, una persona que solo trabajaba para sacar adelante su familia, entre estos un joven militar que está en curso y que al igual que todos merece vivir para servir pues no es justo que por ello nos maten y nada pase”, señaló Milton Tovar, líder del gremio de los mototaxistas. EXEQUIAS En Garzón todos recuerdan a Jaime como el hombre que se estacionaba en la zona de El Rosario para hacer sus carreras. El pasado jueves en la tarde un hombre de mala vestimenta, le pidió que le hiciera una carrera a la vereda Las Damas. “Al llegar al sitio lo esperaban otros individuos, quienes con arma blanca (machete) acabaron con su vida. No hay pistas de la motocicleta, que recientemente había adquirido, por lo que se presume que fue un crimen por hurto”, dijo una fuente judicial. Con una inmensa bandera de Millonarios, equipo preferido de Jaime, además de miles de banderas blancas y cintas moradas los mototaxistas lo despidieron. Sus familiares, apegados a la caja mortuoria, clamaron a Dios por su descanso eterno y a las autoridades para que se adelanten las investigaciones que frenen la racha de crímenes que tiene en vilo a los mototaxistas de la región. Fotos Humberto Sosa S.