Humberto Silva Cuellar
Para nadie es un secreto del auge del poderío económico de China, después de la muerte de Mao Tse Tung, en 1976, periodo en el cual, a través de las Zonas Económicas Especiales y reformas económicas de Xiaoping, ha inundado al mundo de sus productos fabricados internamente y que se consiguen hasta en los más alejados confines del planeta y ha aminorado el poderío económico de los Estados Unidos. The Economist, muestra en un artículo, datos en los que expone los fracasos de la estrategia de Donald Trump con China, en primer lugar se refiere a su superávit comercial, que llevó a Trump a incrementar aranceles a productos chinos, que los obligó a ir a la mesa de negociaciones, acordando la importación de China de $ 78.000 millones de dólares en 2019 a $159.000 en 2020, que marcaría equidad en el comercio con este país, pero no cumplió. Según análisis del Peterson Institute for International Economics, expresa que China sólo gastó en 2020 $ 94 mil millones de dólares en productos estadunidenses; con la pandemia esta cifra pudo haber bajado, pero no afectó la economía China, creciendo ésta, en un 2.3% el año pasado.
Baiden, – según el documento- pretende que los esfuerzos de Estados Unidos estarían mejor invertidos, trabajando con aliados que apoyan los mercados libres para enfrentar juntos a China.
De igual forma, la presencia sociopolítica de China en países de América Latina y el caribe crece. Según diferentes publicaciones del New York Time, las ayudas así sean interesadas, han mejorado las condiciones socioeconómicas de países como Haití y otras islas caribeñas de bajos recursos, además de créditos. Es innegable- analiza el documento- el interés Chino por la explotación minera, pero ese apoyo sobre el caribe radica especialmente por su importancia comercial y financiera y la ubicación estratégica, cercana a los Estados Unidos. Las inversiones y grandes obras aumentan en la región. Para el caso colombiano vemos la construcción del metro de Bogotá. La pregunta es si China seguirá su proceso expansivo imparable o si Estados Unidos con sus aliados logrará frenar esta presencia, como dice el adagio popular, amanecerá y veremos.