La concreción del asilo al prófugo estadounidense Edward Snowden en Venezuela colocará a este país en una vía de colisión con Estados Unidos, días antes de asumir la presidencia del Mercosur, cuyo principal socio, Brasil, echa paños fríos a denuncias de espionaje en su contra por Washington, filtradas por el propio Snowden.
El presidente venezolano Nicolás Maduro anunció el lunes que Snowden, quien se encuentra desde hace dos semanas en tránsito en un aeropuerto en Moscú, pidió formalmente el asilo a Venezuela, y le invitó a viajar a Caracas.
Un mensaje publicado ayer en twitter por el influyente legislador ruso Alexei Pushkov, según el cual Snowden habría aceptado la oferta venezolana, parecía dejar más cerca la llegada a Caracas del ex analista de inteligencia estadounidense, que reveló un gigantesco programa secreto de su país de espionaje de las comunicaciones mundiales. Pero poco después el mensaje fue retirado y Wikileaks desmintió la información.
"Para Washington, Snowden es un tema muy sensible. Si Venezuela recibe a Snowden, habría bastante molestia en distintos sectores en Washington. No está muy claro cómo respondería exactamente", explicó Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, un centro de estudios en la capital estadounidense.
Washington, que días atrás le solicitó preventivamente al gobierno de Maduro la extradición de Snowden, advirtió el lunes que sus lazos diplomáticos se agravarían con cualquier país que otorgue asilo a Snowden, después de que Venezuela, Nicaragua y Bolivia se lo ofrecieran, entre los más de 20 países que han recibido la petición del ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés). Brasil anunció ayer que no se lo concederá.
Para Shifter, el asilo "detiene el proceso" de normalización de las relaciones que ambos países, sin embajadores desde 2010, emprendieron el pasado mes de junio.
El analista sostiene que no se puede predecir qué consecuencias económicas tendría para Venezuela, que le vende diariamente 900.000 barriles de petróleo a Estados Unidos, uno de sus pocos clientes que paga inmediatamente y en efectivo.