¡Qué sinvergüenzas!

En este país ya nada nos puede extrañar, ni nos debe extrañar, aquí de todo puede pasar. En un país donde puede nacer un premio nobel y también puede nacer el peor de los criminales, todo es posible. Tanto así, que hay gente que le reza a Dios y también le reza a Pablo Escobar; le ponen una vela Dios y otra al Diablo con tal de lograr lo que sea.
 
Y esa pequeña introducción la hago para referirme a la marcha contra la corrupción que se ha convocado para mañana primero de abril y en donde el uribismo es eje central de la misma. Claro, hay que reconocer que ya sintieron un poco de vergüenza al haber bautizado la marcha como una protesta contra la corrupción porque evidentemente el uribismo más ortodoxo no tiene autoridad para movilizarse contra algo que el mismo Uribe Vélez utilizó para sostenerse en el poder cuando fue presidente. Ahora quieren maquillar esa convocatoria diciendo que es contra el desconocimiento del Gobierno Nacional a los resultados del plebiscito que se hizo en octubre del año pasado y donde el NO ganó agónicamente; que es porque el Corte Constitucional suplantó la soberanía popular al darle al Congreso el poder para refrendar los acuerdos de paz con la guerrilla de las Farc; que porque también se está derogando la Constitución Política; que porque se está entregando el país a las Farc, el refrito de siempre. En fin. Lo cierto del caso, es que el gobierno de Uribe Vélez fue uno de los gobiernos más corruptos de la historia reciente del país y es quien lidera la marcha de mañana dizque contra ¡la corrupción! Eso es como si los violadores de niños convocaran a una marcha para defender los derechos de los niños.
 
Y por supuesto, como los que lideran esa marcha no tiene pudor de nada ya están utilizando hasta el nombre de Dios para atizar a su favor la fe de los creyentes. El exprocurador  Alejandro Ordóñez, quien en su momento se ganó ese cargo con prácticas corruptas y que por eso fue destituido tardíamente, ha salido a decir que la “Colombia creyente” saldrá a acompañar esa marcha. Me imagino que se refiere a esos pastores saca plata, como el pastor Arrázola de Cartagena que tiene en la Iglesia Ríos de Vida montado su negocio de lucro, que se juntan con gran parte de la clase dirigente de este país para hacer de la política también un negocio privado. Como dicen por ahí, “Dios los cría y el Diablo los junta”.