JESÚS ANTONIO ROJAS SERRANO/LN
Esta semana, durante las acaloradas discusiones sobre las leyes para terminar de implementar el acuerdo de paz firmado entre el Gobierno Nacional y las Farc, el congresista huilense Álvaro Hernán Prada hizo público un ‘secreto a voces’ en el departamento: la intención de Víctor Ramón Vargas Salazar de ser congresista en representación del municipio de Algeciras y los pueblos del Caquetá, dentro de las denominadas circunscripciones especiales de paz.
Según la denuncia del político del Centro Democrático, Vargas Salazar, conocido como ‘El Chato’, “anda con un maletín haciendo reuniones políticas en el Huila y el Caquetá y anunciando que es él quien va a ocupar la curul de paz”.
Prada fue más allá y dijo que ‘El Chato’, natural del municipio de Campoalegre e hijo de un concejal activo, es testaferro de ‘Iván Márquez’ y relacionó su nombre con acciones de minería ilegal en el departamento. También denunció que en un reciente debate en el Congreso, Vargas Salazar tuvo la “osadía” de tomarle a él y a otros congresistas fotografías con su teléfono celular.
Con este caso, lo que el congresista quiere mostrar es que las curules de paz van a terminar en manos de las Farc, organización que tras dejar las armas, se convirtieron en movimiento político. “No caigamos en este juego. Estas 16 curules de paz no serán para las víctimas. Las víctimas en este proceso con las Farc han sido utilizadas”, aseguró Álvaro Hernán Prada.
PASADO OSCURO
Los señalamientos del congresista, al parecer, provienen del pasado de Víctor Ramón Vargas Salazar.
De acuerdo con los archivos judiciales, ‘El Chato’ fue relacionado siempre con la red de apoyo de la columna Teófilo Forero de las Farc en el municipio de Campoalegre. Incluso, versiones de prensa hablaron de haber estado bajo las órdenes de Edgar Gustavo Navarro Morales, alias ‘El Mocho’, el tenebroso cabecilla guerrillero que por años atemorizó a los huilenses.
El 5 de octubre del año 2003, Vargas Salazar fue capturado en Armenia, la capital del Quindío, en un operativo de la Policía, señalado de tráfico de armas. Él mismo admitió públicamente que vendía munición a las Farc para “ganarme un dinero, no por ideales”.
En abril de 2011, cayó nuevamente en poder de las autoridades en zona rural de Montecristo, Bolívar, luego que se identificara con una cédula que no era de él. Cuando se estableció su identidad, resultó que estaba siendo buscado por el Gobierno de España.
En su momento, se dijo que ‘El Chato’ realizó vigilancias a la embajada de Colombia en España y controló los itinerarios del expresidente colombiano Andrés Pastrana. Como resultado de estas actividades de espionaje, habría señalado que no era difícil atentar contra funcionarios colombianos, siempre que se contara con el apoyo de la ETA.
Vargas Salazar estuvo a punto de ser extraditado. Con la asesoría jurídica de Enrique Santiago, demostró su inocencia. A la periodista Salud Hernández, Vargas le dijo que en 2003, cayó en manos del Fiscal Cuarto Especializado de Neiva, Álvaro López Giraldo, quien le ofreció dejar en libertad a su padre —también capturado por esa época— a cambio de que dijera en indagatoria que había ido delegado a España por parte de las Farc a hacer un contacto con ETA. Y así ocurrió, en una audiencia, ‘El Chato’ sostuvo que había ido a España y que las Farc le habían dado 350 dólares. También contó en aquella oportunidad que el pacto con el fiscal se rompió, luego que se negara a acusar a una serie de políticos huilenses de mantener nexos con las Farc.
VARGAS SE DEFIENDE
Muchos años después, el nombre de Víctor Ramón Vargas Salazar vuelve a salir a la luz pública, ahora, por cuenta de los señalamientos del congresista Álvaro Hernán Prada.
LA NACIÓN dialogó con Vargas Salazar. No solo negó las acusaciones del político uribista sino que lo responsabilizó de lo que pueda pasar con su integridad física. Retó además a Prada a que demuestre cuál es la base de sus señalamientos.
“Soy víctima del conflicto interno”: Víctor Ramón Vargas
¿Qué opina de los señalamientos del congresista Álvaro Hernán Prada en contra suya?
Quiero decir que son unas declaraciones irresponsables. Yo quiero aclarar que he sido víctima del conflicto interno en Colombia. Vamos a acudir a las diferentes instancias nacionales e internacionales en defensa de nuestro buen nombre, de la dignidad y de la integridad física; no solamente mía sino la de mi familia y de las personas que me rodean. Pero yo quiero aprovechar este espacio para responsabilizar al señor Álvaro Hernán Prada por lo que pueda suceder ante mi integridad, mi seguridad y la de mi familia. Tengo que aclararle al Representante que la prerrogativa parlamentaria no permite ni lo autoriza a él para que agreda verbalmente como lo ha venido haciendo. Quiero exigirle al parlamentario huilense y retarlo a que presente ante los organismos de control las pruebas que tenga contra mí. De igual manera, poderlo invitar respetuosamente a que abramos en el Huila y en Caquetá un escenario de discusión política con altura, con decoro y no al estilo perverso y engañoso como lo está acostumbrado a hacer él.
Pero, ¿Es cierto que usted quiere ocupar una de las curules de las circunscripciones especiales de paz, que usted anda con un maletín por el Huila y el Caquetá, como lo dijo el congresista Prada?
Lo que hemos venido nosotros realizando en el Huila y Caquetá es jugar un papel importante en la socialización de los acuerdos de paz, hemos hecho foros y paneles en diferentes municipios con el propósito de que el Huila fuera priorizado dentro los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, con ese propósito es que hemos venido jugando en ese escenario. Si las comunidades en su ejercicio deciden por unanimidad de que puede ser mi nombre, miraremos cómo queda la reglamentación y daré ese paso histórico para la conquista de una curul.
¿Quién es Víctor Ramón Vargas?
Un humilde campesino, nacido en el departamento del Huila, en el municipio de Campoalegre. El Dr. Álvaro Hernán está muy bien informado: soy de una familia humilde, trabajadora que ha participado en temas de contiendas electorales; hoy con arraigo en el departamento del Caquetá, en la zona rural de San Vicente, donde también de manera familiar hemos venido adelantando proyectos productivos. Ese es Víctor Ramón, una persona que duró injustamente sindicada por unos delitos que la Corte Suprema de Justicia ordenó archivar definitivamente y que hoy se ha dedicado a superarse como persona, como profesional, como padre de familia, como empresario del agro y ha puesto todo su conocimiento y su visión al servicio del sector más necesitado que es el campesino. A eso es que nos hemos dedicado.
Cualquier persona consulta por internet su nombre y aparece que estuvo en la mira de la justicia española. ¿En qué quedó ese tema?
El Gobierno español ordenó una detención preventiva. Yo estuve privado de la libertad, la Corte Suprema de Justicia que es la que vigila la reglamentación y las exigencias para una extradición, basados en una resolución, ordenó archivar definitivamente ese proceso y permitirme conceder mi libertad. Eso es lo que ha utilizado el señor Álvaro Hernán Prada para satanizarme.
¿Tiene usted hoy alguna cuenta pendiente con la justicia?
He estado consultando las bases de datos de los organismos de control y hasta el día de hoy no tengo ningún inconveniente, por eso le digo al congresista que si tiene la posibilidad de suministrarle a los organismos de control, en este caso a la Fiscalía, cualquier prueba, yo lo reto a que lo haga porque la imagen y el buen nombre de las personas no puede caer por el suelo, a raíz de una irresponsabilidad. Es más, yo con ese señor nunca me he cruzado una palabra, solo lo he visto por televisión y en una ocasión que me invitaron a que fuera a la Comisión Primera a presenciar el debate frente al tema de las circunscripciones transitorias especiales de paz.