El Huila ha sido nuevamente escenario de un hecho de sangre conmovedor e indignante: el crimen de la señora Belisaria Chilito Macías, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el pasado fin de semana en su casa de habitación en la vereda Agua Bendita, comprensión del centro poblado de Obando, en el municipio de San Agustín, en el sur del departamento.
Doña Belisaria, de 82 años de edad, se encontraba, al parecer, realizando la cena para ella y sus hijos cuando fue sorprendida por uno o dos atacantes. El cuerpo registraba señales de violencia y varias heridas a cuchillo.
Frente a este crimen, las autoridades manifestaron que por el momento se desconocen los móviles de los hechos, aunque no descartaron que se tratara de un hurto.
Es urgente que la Policía y la Fiscalía, a través de su Cuerpo Técnico de Investigación, empleen todas sus capacidades investigativas, operativas y de inteligencia para evitar que el asesinato de doña Belisaria quede en la impunidad.
Si bien este crimen ocurrió en una apartada zona rural, en donde llevar a cabo cualquier investigación puede resultar difícil, las autoridades tienen el reto de establecer los móviles y dar con el paradero del responsable o los responsables de estos hechos. Ojalá se asignen los mejores investigadores para que la investigación se lleve a cabo de manera expedita y arroje resultados lo más pronto posible.
También es clave que la comunidad de la región colabore y ofrezca la información que sea necesaria que conduzca a facilitar la labor de las autoridades.
El alcalde de San Agustín como primera autoridad del municipio debe estar haciéndole seguimiento a lo que está ocurriendo en materia de seguridad en la región, pues no es el primer hecho de violencia que sacude por estos días a la capital arqueológica del Huila.