Lo habitual en las crisis y en las dificultades es buscar responsables y eso está bien. Pero es mucho más importante también, encontrar soluciones. Lo habitual en las crisis y en las dificultades es buscar responsables y eso está bien. Pero es mucho más importante también, encontrar soluciones. La crisis financiera por la que atraviesa el Atlético Huila que lo tiene al borde de la intervención de la Superintendencia de Sociedades, cuenta con varios factores. Me voy a referir brevemente a tres de ellos. Primero, es el sueldo desbordado de algunos jugadores. Y sin inmiscuirnos en la parte privada de cuanto debe ganar tal o cual jugador, me parece exagerado lo que devenga Soto defensa central. Sus emolumentos son cercanos a los veinte millones de pesos. Jugadores del nivel de Soto, estoy seguro los encontramos con menos inversión. Otro caso. No es posible que el Huila pague por el préstamo de Carlos Valencia, la suma de sesenta millones. Ni siquiera fue titular y para acabar de completar, agredió una fémina en Medellín. Segundo, el mercadeo del equipo ha sido un rotundo fracaso. A esa conclusión fue a la que se llegó después de la reunión citada muy oportunamente por el Doctor Ariel Rincón, director de la Cámara de Comercio de Neiva. Y tercero, (este punto me lo aportó Miguel Perdomo Lince) los mas grandes responsables son los aficionados. Y están divididos en dos: Los unos que viendo la excelente campaña del equipo, lo abandonaron a su suerte. No lo acompañaron a pesar que durante todo el torneo estuvo en los primeros lugares. Y un equipo con tres mil aficionados en promedio no se sostiene. Y los otros, son las mal llamadas barras que con su comportamiento tienen alejado a gran número de aficionados que por temor no asisten, y si lo hacen, no llevan los niños que son los aficionados del futuro. Es decir, estos niños se crían sin la costumbre de ir al estadio. PD: A los directivos hay que reconocerles que armaron un elenco para estar entre los ocho mejores, y lo han conseguido. Ojalá se les de el campeonato. En otras palabras cumplieron. Los que no cumplieron fueron los aficionados.