El Obispo de Florencia, monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, habla con LA NACIÓN y advierte que el Caquetá pasa por un momento crítico de la pandemia. Descarta por completo la reapertura de templos en el futuro inmediato.
¿Cuál es la situación de Florencia por la pandemia?
La situación en Florencia en estos momentos es grave, no solamente en Florencia, sino en todo el departamento del Caquetá, inclusive podría decir que en toda la región Amazónica. Primero, tenemos una infraestructura en salud muy débil, y segundo, el virus ha venido de una manera agresiva en estos momentos. Tercero, creo que, lamentablemente, la indisciplina social ha contribuido a todo esto, así que en este instante tenemos mucha preocupación porque estamos con más de dos mil contagios, y a ese paso ya debemos ir más avanzados, es grave, esperamos que la situación se vaya mejorando, y clamamos de la ayuda del Gobierno para que nos den una mano en estos momentos.
¿Y la reapertura de las Iglesias?
En el momento cuando desde el ministerio del Interior se habían hecho los protocolos con la Conferencia Episcopal y con todas las confesiones religiosas, estábamos muy animados a que abríamos los templos, el Alcalde ya había hecho la solicitud al Ministerio del Interior, pero en estos momentos no creo que sea la prioridad. La importancia en estos momentos es la evangelización y Dios nos da la creatividad para hacerlo, pero en estos momentos los templos están cerrados, deben permanecer cerrados, porque en la medida que siga subiendo no podemos correr riesgo, debemos optar siempre por la vida. Los templos están cerrados, pero la Iglesia no está cerrada, los corazones siguen abiertos, seguimos evangelizando a través de los medios virtuales.
Pero, ¿Ha pensado en cuándo podrían volver a reabrir los templos en el Caquetá?
La verdad es que no hemos hablado de la reapertura de templos, ni ninguna capilla, esto lo que nos enseña es a vivir más de los impredecibles, a creer que la vida no es tan planeada.
¿Cómo ha desarrollado la evangelización?
Primero, la oración, es un tiempo de mucha oración, yo creo en el poder de la oración. Segundo, he estado muy atento de todas las peticiones que me han hecho desde la Gobernación, la Alcaldía, y las acompañamos para el descernimiento en estos momentos, el trabajo con el Banco de Alimentos, en compañía de la Pastoral Social, los medios de comunicación han sido excelentes en estos momentos, la buena relación con todos los periodistas, quienes han estado siempre para nuestro mensaje. La santa misa cotidiana se llega con buenos mensajes del evangelio, y desde el evangelio: esperanza y fortaleza que hay que darle a la gente, en un tiempo muy bonito porque nos ha puesto en otro tipo de evangelización. He atendido a las personas que he podido, con los protocolos necesarios, pero no he estado guardado para mí mismo, sino todo lo contrario, en la medida de lo posible con los protocolos físicos, también he estado al servicio de la comunidad.
¿No le parece un riesgo?
Lo que nos ha dicho el Papa: olor a oveja, olor a pastor, olor a pueblo de Dios, es una misión a nuestros sacerdotes, a las religiosas, a los laicos, no nos hemos encerrado, hemos sido muy cuidadosos, pero siempre hemos estado de cara al evangelio y a nuestra comunidad.
¿Cómo se encuentra en su estado de salud? ¿Está asintomático?
Sí señor. Es que en estos momentos cualquiera puede ser víctima del covid-19, esas cosas se pueden dar en cualquier momento. Gracias a Dios estoy bien, estoy en mi casa haciendo la cuarentena estricta y aprovecho para invitar a la gente de que seamos muy juiciosos y hacer la cuarentena estricta. Los mayores contagios se dan porque personas que saben que están positivas o que tienen síntomas y siguen saliendo. Una vez que supe que estaba positivo, estoy en cuarentena y con todos los protocolos que me pide el momento, y les pido el favor a la gente que tenga esa actitud.
¿En qué momento decide realizarse la prueba?
Porque tuve relación con monseñor Francisco Múnera Correa, Obispo de la Diócesis de San Vicente del Caguán, quien también esta positivo; con el padre Robles, él ha sido el capellán de la Policía y ha tenido un trabajo inmenso allí, y él vive con nosotros, y yo dije que es bueno hacer el cerco a la epidemia, y me hice la prueba el miércoles y el sábado me dieron los resultados y aquí estamos cuidándonos.