Albeiro Castro Yépez
Poco a poco, como lo recita el cancionero popular, se ha iniciado la reapertura del turismo de aventura en el Territorio Páez, un suceso percibido desde dos fuentes de información, una, los comentarios de los operadores turísticos de Paicol, y dos, de las publicaciones de los turistas en redes sociales, por supuesto, renace la esperanza tanto para las comunidades locales, como, para los inversionistas pre pandemia que motivados por la creciente dinámica económica decidieron construir hoteles, crear empresas prestadoras de servicios turísticos y formarse como profesionales en administración de empresas turísticas y Guianza.
Al cierre del año 2019, información hoy considerada por el mundo turístico como línea base para los cálculos de prospectiva y mercadeo, Paicol, registraba la llegada anual de 17.000 turistas motivados por las vivencias del rafting en el río Páez, especialmente en el tramo, Nolasco – Los Ángeles, vivencia complementada con la emoción de explorar la Caja de Agua y por supuesto, el rappel en las cascadas de la quebrada La Motilona, así como, cerrar la noche con una caminata urbana para disfrutar de su patrimonio histórico y arquitectónico, aventura que iniciaba su articulación a la inmensa oferta rural, especialmente en los cacaotales, actividad para la que se realizó un piloto en la Finca Lomitas, hoy en operación e iniciando a saborear los ingresos derivados del senderismo temático.
La pausa y la lenta reapertura, es una oportunidad para retomar las tareas aplazadas, hoy percibidas por el turista como vitales para confiar en el destino, entre ellas, la certificación de los prestadores de servicios turísticos en las normas técnicas sectoriales de rafting, rappel, espeleología y de alojamiento rural; de igual manera al turista contemporáneo le encanta ver en las membresías la certificación del municipio como un destino turístico sostenible, pero, igualmente la impronta de un sello de bioseguridad en la papelería del prestador de servicios turísticos.
Resulta oportuno recordar el concepto de Territorio Páez cuya construcción inició en los albores del año 2004 con el ánimo de integrar la oferta turística de los municipios de La Plata, Nátaga, Paicol, Tesalia y la Argentina, acogiendo también, al municipio caucano de Inzà con sus escenarios arqueológicos de Tierradentro, vale la pena mencionar otro buen resultado, la construcción del producto Místico Páez pensado para integrar la oferta de los santuarios de Nátaga, La Plata, con el fervor popular de Paicol y La Argentina, sin desconocer la importancia histórica de los templos de Tesalia y Pacarnì.
El concepto de Territorio Páez, inicia a trascender en la época de la reapertura pos Covid-19 evidenciando el empoderamiento del criterio de sostenibilidad, seguramente con el cumplimiento de las tareas pendientes, llegará fortalecido a la época de la reactivación económica con la meta de superar los indicadores logrados al cierre del año 2019.
