Marcos Silva Martínez
El desorden climático es evidente. Obedece a un sistema de degradación y desequilibrio de las condiciones naturales atmosféricas y es consecuencias de las acciones y decisiones de los humanos, sobre la naturaleza y especialmente por el consumo creciente de generadores de gases de efecto invernadero y reducción de la reducción sistemática de los factores naturales existentes para proveer equilibrio atmosférico natural. Las causas dinámicas del problema climático, están identificadas. Las consecuencias son evidentes y globales, pero la actitud frente a la amenaza, dice que gobiernos, dirigentes, empresarios y comunidad en general, prefiere ignorarlas.
Investigaciones señalan que los mayores registros de temperatura ambiente se ubican entre 2000-2020. Que el crecimiento es continuo, en intensidad y frecuencia, durante los últimos 160 años.
Los efectos y consecuencias del cambio climático son innegables e insoslayables y comprobables en todo el planeta.
Los países industrializados y emergentes, son los mayores generadores de gases de efecto invernadero y por lo tanto, los mayores responsables del calentamiento global. Pero algunos, en particular E. U., por maximizar ganancias, se niegan a comprometerse con los programas aprobados, en las diversas cumbres climáticas, dirigidos a mitigar y revertir el fenómeno.
La presencia e intensidad irregular de las lluvias, obedece a la alteración y desorden de la temperatura global.
La generación de energía, globalmente se soporta en uso de recursos fósiles, en proporción del 72%. Las de fuentes renovables, incluida la hidráulica, solo el 24%. Es preciso señalar que en periodos de sequía, la energía hidráulica, que representa el 21% del potencial total global, es sustituida por energía térmica (carbón mineral).
Las fuentes de energía de origen fósil, son las más protegidas por el modelo económico de mercado o capitalismo salvaje, por los altísimos rendimientos económicos que generan, y porque sus rendimientos benefician principalmente a los centros de poder económico-políticos global y de mayor desarrollo industrial.
El consumo medio diario de petróleo superó los 100 millones de barriles diarios durante el 2019. Los efectos de la pandemia, los redujo hasta los 70 millones diarios, pero nuevamente alcanza los 100 mbd a finales de 2021. ¿Cuántas toneladas de CO2 y CO produce ese consumo?
El 72% de la energía consumida en el planeta, proviene del consumo de petróleo (80% en carburación), carbón y gas, hídrica 21%, nuclear 4%, otros 3%. Y esos efectos se catapultan con deforestación y generación de gases industriales.
El calentamiento climático y la deforestación, son responsables de la desecación de suelos, abatimiento de manantiales, acuíferos y fuentes superficiales de agua. Esta realidad climática, constituye amenaza para la seguridad alimentaria mundial y para la presencia de la vida sobre la tierra, especialmente y con mayor rigor, para las naciones de menor desarrollo.