La Nación
Regreso a clases y el cuarto pico del COVID 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Regreso a clases y el cuarto pico del COVID

Rodrigo Lara Sánchez

 

Sin lugar a duda, los niños han sido los mas damnificados en esta pandemia del COVID 19. La ausencia de clases presenciales y el confinamiento estricto han afectado su desarrollo emocional y aprendizaje durante el aislamiento vivido.  Según cifras de la UNICEF, uno de cada cuatro niños y jóvenes encuestados, en un estudio desarrollado en América Latina, había sufrido de ansiedad y un 15% episodios de depresión.

Se considera también que los casos de abusos sexuales y maltrato en niños y adolescentes durante la pandemia se han visto incrementados, y los episodios de suicidio e intentos suicidas han mostrado también un incremento durante estos dos últimos años.

Y no es solamente la salud mental se ha visto afectada, se ha observado igualmente un incremento en la obesidad y trastornos nutricionales en los niños, a consecuencia del sedentarismo y el confinamiento.

Pero si adicionalmente sumamos las pérdidas en el aprendizaje, claramente demostradas, vemos que especialmente América Latina ha sufrido uno de los mayores impactos negativos al prolongar el retorno a la presencialidad en instituciones educativas. Ese tiempo perdido en el desarrollo posiblemente no se recuperará jamás, especialmente en aquellos mas pequeños. Los atrasos en el lenguaje y pruebas de matemáticas así lo han dejado ver.

Respecto al retorno seguro a clases, en el semestre anterior se hizo el esfuerzo por volver a las aulas. Lentamente asistieron a clases presenciales la mayor parte de instituciones educativas. Hoy ante la amenaza de Ómicron y otras nuevas variantes del virus, que generan un nuevo pico de contagio, se requiere un retorno seguro, tomar las medidas necesarias, reinventarse si es necesario, pero no afectar la presencialidad en escuelas y colegios.

Una muy importante son las vacunas, recomendadas para mayores de 5 años. Igualmente los maestros y el personal que labora en instituciones educativas deberán estar vacunados, mantener una adecuada ventilación de los salones y sitios de reunión, el uso de tapabocas por todo el personal, el testeo y aislamiento a todo aquel con síntomas son medidas simples que harán realidad un retorno seguro.

No se puede seguir afectando a los niños y adolescentes de nuestro país, debemos continuar trabajando por mejorar sus condiciones, adecuado acceso al sistema de salud y un acompañamiento permanente en la parte mental, pero sobre todo debemos garantizar su retorno en este nuevo año a las aulas de clases. Las decisiones tienen múltiples variables y no solamente dependerá de una decisión política. Gobierno, FECODE y padres de familias deben trabajar juntos para hacer realidad la presencialidad en la educación, ya que finalmente los beneficios son mayores que los riesgos de no regresar.