La Nación
Reinas por siempre 1 20 abril, 2024
HUILA

Reinas por siempre

Albeiro Castro Yépez

 

Desde hace más de tres décadas los huilenses vienen discutiendo sobre la denominación de las tradicionales fiestas de junio, para unos, se debe suprimir el reinado, apostándole solamente al componente cultural; otros, piensan que, el reinado es el motor económico de la fiesta. Los primeros se amparan en los orígenes de la fiesta, cuya denominación fue “Festival Típico del Huila”, creado mediante la Ordenanza 44 de 1959, los segundos, se apoyan en la Ordenanza 64 de 1960 que incluyó el Reinado Nacional del Bambuco, y recientemente en la Ley 1026 del 2 de junio de 2006 que declaró al Festival Folclórico, Reinado Nacional del Bambuco y Muestra Internacional del Folclor como Patrimonio Cultural de la Nación. En este sentido, resulta interesante traer el comentario de “Belarmina” publicado en este mismo medio el día miércoles 29 de junio, dando cuenta de la baja asistencia de público a los eventos folclóricos y la masiva participación en los actos del reinado y cabalgatas.

A pesar de que siempre se ha dicho que la cosecha de reinas nunca se acaba, el reinado del bambuco ha vivido momentos críticos, uno por la disminución dramática del número de participantes del ámbito nacional, en otras ocasiones por la baja asignación en el presupuesto oficial, que motivó a los organizadores a incluir un capítulo especial de patrocinios respaldado en el uso de espacios publicitarios, tema que, en varias ocasiones no cumplió la cuota esperada.

Tal vez, uno de los momentos más difíciles fue el vivido en los albores de la década de los años noventa de la anterior centuria, cuando se quiso alternar la interpretación del baile del Sanjuanero Huilense con otros bambucos fiesteros restándole armonía y elegancia a la fiesta. Surgió entonces la idea de crear el reinado de los estudiantes, tarea que asumió con alto grado de eficiencia la señora Luz Marina Canencio de Ibarra en su calidad de Rectora del Colegio San Miguel Arcángel de la Policía Nacional, un evento que adicionalmente fortaleció la puesta en marcha de la “Catedra de la Huilensidad”, pues las instituciones educativas de todos los municipios dedicaron el primer semestre a este tema con dos salidas, la primera, la celebración del San Pedrito Institucional y la segunda participar en el Reinado Departamental del Bambuco de los Estudiantes.

Otro momento difícil afloró en los inicios de la actual centuria, cuando se pensó que las Reinas deberían realizar gestiones para promover tanto el festival como el reinado en sus diferentes ámbitos, esto es, municipal, departamental y nacional, se llegó a pensar incluso en asignarles un emolumento por su tarea, propuesta que no prosperó. Con temor a equivocarme, se podría decir que la actividad más perceptible de la  reina nacional del bambuco es el acompañamiento a la delegación institucional y de empresarios del Huila a la Vitrina Turística de Anato que se realiza cada año por las calendas del mes de febrero.

Resulta importante traer a la memoria a Lucy Abuchaibe Ochoa, quien en 1964 en representación del departamento del Atlántico fue Reina Nacional del Bambuco, asumiendo de su propia iniciativa y peculio la misión de promover la participación de la región caribe al evento opita, con una extraordinaria cosecha estimada en quince reinas para el territorio costeño. Por su parte, la antioqueña Carla María Fattoni asumió la tarea de gestionar con la institucionalidad paisa el diseño, construcción e implantación de la escultura de Don Diego de Ospina y Medinilla en el Parque Santander de Neiva como un icono de la fundación de la ilustre ciudad de Neiva, sin desconocer su paso por el hoy corregimiento de Fortalecillas.

Finalmente colma toda nuestra atención la gesta de Larissa Fernanda Calderón Ortiz, quien como intérprete del baile del Sanjuanero Huilense logró en el año 2001 las coronas de Neiva, Huila y Nacional, enfocando su legado en la constitución de la Fundación por la Huilensidad Jorge Villamil Cordovez, ocupándose inicialmente en el diseño, montaje y puesta en marcha del Museo de la Huilensidad, titánica tarea que si bien se logró con apoyo de empresas huilenses y del orden nacional, su sostenibilidad demanda el mismo entusiasmo y aporte de su creación, sin desconocer su inmensa contribución  a la difusión de la obra musical del Maestro Villamil, mediante la facilitación a estudiantes para visitar el Museo, la publicación del libro Huellas de Villamil una amena recopilación de la historia de la inspiración de sus canciones, y por supuesto la organización de conciertos musicales de trascendencia mundial, así como la creación de la orden de La Huilensidad para exaltar a los promotores de la cultura Villamil.

Le queda a la Reina 2022 un gran reto, convertirse en la embajadora y promotora de fiesta ante los entes territoriales del país.