La Nación
Relatos de médicos con covid-19 1 28 marzo, 2024
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Relatos de médicos con covid-19

Dos médicos que se enfermaron de coronavirus cuentan cómo fue la lucha contra la enfermedad. El uno estuvo hospitalizado y el otro fue una paciente asintomática –únicamente dos días de fiebre–.

 

La pandemia del coronavirus en el mundo, ha puesto en evidencia lo frágiles que son los seres humanos ante una enfermedad desconocida como esta, que tras su paso ha dejado una enorme huella de muerte, dolor y miedo.

Pero la covid-19, también ha despertado la “esperanza de vida” en aquellos colombianos que se han visto sorprendidos por los contagios; y han tenido que asumir el reto de enfrentarla librando una gran batalla para no morir.

Los profesionales de la salud ubicados en la primera línea de atención, son los que están más expuestos a esta enfermedad, por lo que muchos de ellos se han convertido en héroes silenciosos, que cumplen con su compromiso de salvar vidas sin importar las circunstancias.

Entre ellos destacamos a dos: Daniela Marrugo, una médica de 30 años y especialista en gerencia en la calidad y auditoría en salud, y Lácides Caparroso, un galeno de 29 años. Ambos están en Cartagena y dieron positivo para covid-19, tras haber tenido contacto con sus pacientes, durante las largas jornada laborales.

Los dos trabajadores del sector de salud comparten una misma pasión por su profesión; sin embargo, los caminos del destino fueron diferentes entre los galenos; la pandemia se encargó de marcar una gran diferencia: Caparroso estuvo hospitalizado, mientras que la médica Daniela fue una paciente asintomática –únicamente con dos días de fiebre–.

Dos caras de un virus que en Colombia y el mundo, no ha tenido en cuenta raza, religión, sexo, ni estrato social.

“Somos humanos y tenemos miedo, ansiedad y preocupaciones”, dice el médico Caparroso, al recordar que cuando ingresó hospitalizado mandaron a aislar a su hija, su esposa, y a la señora que los apoya en el hogar.

“Tenía 28 años cuando me infecté del virus, fue unos días antes de mi cumpleaños porque ahora tengo 29”, señala.

El médico relata que en el turno de la noche del 12 de marzo -seis días después del primer caso confirmado de la covid-19 en el país- en la unidad de urgencias de baja complejidad, atendió a un paciente cuyas pruebas salieron negativas, pero que, por nexo epidemiológico y contactos estrechos, se determinó como caso positivo en el registro del Instituto Nacional de Salud.

Cuenta Caparroso que el paciente se encontraba estable y no tenía nada que hiciera pensar que estuviera asociado a la infección con coronavirus. “Durante el examen físico que le realicé ambos estábamos con tapabocas, sin embargo, le pedí que se quitara la camisa para revisarlo y al hacerlo se retiró el tapabocas y mientras lo examinaba tosió”, añade.

El especialista explica que tres días después presentó un malestar general, el cual consideró normal. Luego, le confirmaron en la clínica donde atendió al paciente, que este se había agravado y que era sospechoso de coronavirus.

“En ese momento decidí auto aislarme inmediatamente”, sostiene. Agrega que al día siguiente presentó los primeros síntomas como tos persistente.

La mala noticia

“Pero lo más doloroso y preocupante fue saber que el paciente que atendí había fallecido días después”, afirma.

Subraya que presentó fiebre y tuvo dificultad respiratoria, por lo que fue hospitalizado, y tras la sospecha por el cuadro que presentaba, le realizaron una serie de exámenes y la toma de la muestra, la cual dio como resultado positivo.

“Fueron días de ansiedad… nadie está preparado para un encierro sin nada, saber que es una enfermedad nueva y que, además, la estás viendo como médico al leer artículos científicos, pero resultas contagiado” reflexiona.

“Pasé mi cumpleaños en una camilla; yo veía solo los ojos de las personas, mis colegas que me atendían los cuales al intentar verlos a los ojos, pero no sabía si se reían, si tenían mala cara o simplemente me estaban sacando la lengua, detrás del traje de protección”, indica.

El médico sostiene que este fue su cumpleaños más doloroso, al no tener a nadie que le diera un beso o un abrazo.

“Eso fue duro aunque tuve llamadas y videos. Todo esto hace que tenga más valor el despedirme de mi esposa, el darle las buenas noches a mi hija, hablar con mi familia mientras voy camino al trabajo…”, destaca con la voz entrecortada.

En la segunda prueba que le hicieron dio como resultado negativo lo que le permitió iniciar los 14 días de aislamiento esta vez en su casa, donde se recupera satisfactoriamente.

No presentó síntomas

En el caso de la médica Daniela Marrugo, se contagió cuando se encontraba de turno en el servicio de urgencias y las alarmas se activaron después de tener contacto estrecho con un caso positivo.

“Eso ocurrió a pesar de haber hecho un correcto lavado de manos y de utilizar todos los elementos de protección personal”, señala. Como medida de precaución, tomó la decisión de aislarse de sus padres y demás personas mayores.

Dice que no le dio tos, no tuvo malestar general, ni tampoco dolor de garganta o de cabeza, no obstante, el resultado de la prueba fue positivo; “lo que no deja de generar angustia, tristeza y un poco de zozobra, porque no tienes ningún síntoma que te permita sospechar que puedas estar infectado”, explica.

Ante el resultado, la galena estuvo 14 días en su habitación donde solo abría la puerta para recibir la comida bajo estrictos protocolos de prevención.

“Es muy importante que la población general refuerce el lavado de manos, el uso adecuado del tapabocas y el distanciamiento social; es lo que realmente ayudará a la mitigación del virus”, subraya.

Destaca que el estricto cumplimiento de las medidas preventivas permitió que las personas con las que vive no resultaran contagiadas.

Para la médica, el aislamiento fue muy difícil. “Pasé por días tranquilos y días tristes, el hecho de vivir aislado 14 días lo deja a uno marcado, la parte emocional juega un papel importante; durante el aislamiento tuve contacto con psicólogos, nutricionistas, un apoyo integral por parte de la EPS; es importante no sentirnos solos y caer en depresión o ansiedad por este periodo que atravesamos”, relata.

La segunda prueba de control de la médica Marrugo arrojó negativo y después de cumplir con todos los protocolos regresó a sus labores.

Los dos médicos coinciden en decir que no entienden como algunas personas invadidas por el pánico se han convertido en sus verdugos y profieren amenazas o señalamientos contra los trabajadores del sector salud.

“Nosotros sabemos cómo cuidarnos, cómo retirarnos los guantes, el tapabocas y lavarnos las manos; estamos es para ayudar a la población y más en este momento”, dicen.