En una decisión que sorprendió al mundo, el Pontífice renunció al Papado por falta de “fuerzas”. En una decisión que sorprendió al mundo, el Pontífice renunció al Papado por falta de “fuerzas”. El Vaticano anticipó que su sucesor será electo a tiempo para la Pascua, es decir antes del 31 de marzo. Dos cardenales norteamericanos en la primera línea de sucesión. CIUDAD DEL VATICANO, AFP El Papa Benedicto XVI sorprendió al mundo ayer lunes al anunciar su renuncia a partir del 28 de febrero “por falta de fuerzas”, una decisión inédita que abre un periodo de transición en la Iglesia hasta Pascua, a finales de marzo, cuando se elegirá a un nuevo pontífice. “Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el Ministerio de San Pedro”, dijo Benedicto XVI en un discurso pronunciado en latín y seguidamente traducido a siete idiomas por la oficina de prensa del Vaticano.
“Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al Ministerio de Obispo de Roma (…) de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas (2:00 de la tarde, hora de Colombia), la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice”, agregó. Según el portavoz del pontífice, el padre Federico Lombardi, un cónclave se celebrará alrededor de la Semana Santa (del 24 de marzo al primero de abril). “Para Pascua tendremos un nuevo Papa”, agregó, explicando que Benedicto XVI no participará en este Cónclave, que se celebrará 15 o 20 días después de hacerse efectiva su renuncia. ‘Nuevo Papa’ para Pascua La Iglesia Católica podría tener un nuevo Papa para la fiesta de Pascua, el próximo 31 de marzo, indicó ayer un portavoz del Vaticano después de que el Sumo Pontífice anunciara su renuncia por razones de salud el próximo 28 de febrero. Benedicto XVI, de 85 años, no participará en este cónclave y se instalará provisionalmente en su residencia de verano de Castel Gandolfo antes de retirarse a un monasterio dentro del Vaticano, indicó la Santa Sede. Celestino V también renunció La decisión de Benedicto XVI de renunciar a su cargo es un acontecimiento casi inédito en la historia de la Iglesia, ya que el único precedente conocido se remonta a hace más de siete siglos, cuando el Papa Celestino V abandonó voluntariamente el trono de San Pedro. Además de éste, otros papas se retiraron en circunstancias históricas particulares, más o menos conocidas, pero en ninguno de esos casos se trató de una renuncia propiamente dicha. San Celestino V renunció a su función el mismo año de su elección, en 1294. El religioso había sido ermitaño hasta su nombramiento como sumo pontífice, y no se sentía preparado para asumir este papel de liderazgo en la Iglesia. Pietro del Morrone toma el nombre de Celestino V y traslada la corte a Nápoles. Pero el nuevo Papa no tarda en exponer las razones que le impiden asumir su función: su humildad y su salud. Por ello, abdica el 13 de diciembre de 1294, en acuerdo con los cardenales. El 24 de diciembre, el cardenal Benedicto Gaetani es designado para sucederlo, con el nombre de Bonifacio VIII. El nuevo Pontífice mantiene por la fuerza a Celestino a su lado. El monje intenta escaparse para unirse a su orden, que adoptará el nombre de ‘Celestinos’, pero los guardias del Papa le dan caza. Celestino V fallece en 1296 y es enterrado en la iglesia de su orden en L’Aquila. La eventualidad de la renuncia había sido prevista por varios pontífices a lo largo del siglo XX, y en último lugar por Juan Pablo II, que la contempló explícitamente en la Constitución apostólica Universi Dominici Gregis, publicada en febrero de 1996. A pesar de una larga agonía, no recurrió a ella. ‘Sorpresa’ y ‘respeto’ tras dimisión Los dirigentes políticos y religiosos internacionales saludaron ayer lunes al Papa Benedicto XVI, expresando sorpresa y sobre todo “respeto” por su decisión de dimitir a causa de su avanzada edad, 85 años. La canciller alemana Angela Merkel fue una de las primeras en reaccionar, manifestando su “mayor respeto” por su compatriota. El presidente Barack Obama mostró ayer lunes su aprecio al Papa y ofreció plegarias en nombre de todos los estadounidenses. “Michelle y yo deseamos expresar nuestro aprecio y plegarias a su santidad Benedicto XVI”, dijo Obama en una declaración escrita. El primer ministro británico, David Cameron, estimó que Benedicto XVI le faltará “como líder espiritual a millones de personas” y le dirigió “sus mejores deseos”. Conforme al laicismo de las instituciones francesas, el presidente François Hollande calificó la decisión de “eminentemente respetable”. El presidente italiano, Giorgio Napolitano, consideró que el Obispo de Roma dio prueba de “una extraordinaria valentía y de un sentido de la responsabilidad asombrosa”. Los obispos españoles dijeron sentirse “como huérfanos”, y la Conferencia Episcopal de Estados Unidos saludó su defensa de “las verdades eternas” y sus advertencias “contra la dictadura del relativismo”. La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (Cnbb) destacó la “humildad y grandeza” del Papa Benedicto XVI”. La Conferencia Episcopal de Venezuela dijo que la renuncia es un “buen ejemplo” para el mundo, porque demuestra que el Pontífice no busca “el poder por el poder”, mientras la Iglesia uruguaya afirmó que el Papa pasará a la historia como una “mente brillante” que iluminó al mundo con su “sabiduría”. La Conferencia Episcopal de México consideró que fue una “decisión honesta”, e invitó “a todos los católicos de México” a recibirla “con la oración”. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, consideró que “la renuncia del Papa Benedicto XVI es un acto de coraje y también de consecuencia”. La Iglesia Católica de Costa Rica reaccionó con sorpresa ante el anuncio. El obispo José Francisco Ulloa dijo que “por su edad, suceder a la gran figura de Juan Pablo II, que con un pontificado de 26 años se ganó al mundo, creo que le fue difícil a Benedicto XVI”. El Gran Rabino Askenazí de Israel, Yona Metzger, consideró que Benedicto XVI mejoró las relaciones entre el cristianismo y el judaísmo. La Iglesia Ortodoxa rusa se proyectó ya hacia el futuro, afirmando que no espera “cambios radicales en la política del Vaticano o en su actitud hacia las iglesias ortodoxas”. El líder espiritual de los Anglicanos, Justin Welby, declaró que sentía “gran pesar” por el anuncio de la dimisión, pero una “total comprensión”, destacando “la dignidad”, la “clarividencia” y “la valentía” del Obispo de Roma durante su pontificado. También hubo voces críticas para el Papa. “Por más fatigado y débil que esté el Papa Benedicto XVI, aún tiene dos semanas para utilizar su inmenso poder para proteger a los más jóvenes”, afirma un comunicado del Snap, una organización de víctimas de sacerdotes pedófilos en Estados Unidos. Por su lado, las víctimas irlandesas de abusos sexuales por parte de religiosos celebraron la renuncia del Papa, después de que “no hiciera nada” para castigar a los responsables. ‘Mi más profunda admiración y respeto’ LA NACIÓN, NEIVA El obispo diocesano de Neiva, monseñor Froilán Casas Ortíz, expresó su “profunda admiración” por la decisión del Papa Benedicto XVI de anunciar su renuncia, al señalar que le muestra a la humanidad un claro ejemplo de que, en la vida, “no debemos de apegarnos a nada”. “Hemos de hacer las cosas bien hasta cuando nos sea posible; cualquier otra decisión es orgullo y soberbia”, dijo el Prelado, al referirse a la determinación del Pontífice, que se retirará por razones de salud. “Yo creo”, agregó el Obispo, “que él no consultó a nadie. Lo pensó y lo consultó en su propia oración, para evitar que hubiera otras reacciones en contra”. Monseñor Casas subrayó el gesto del Papa Benedicto XVI, al que puso como demostración de que “no debemos apegarnos a poder alguno, ni político, ni económico, ni social, ni religioso”. Fotos recientes de candidatos latinoamericanos que podrían suceder a Benedicto XVI: de izquierda a derecha, el cardenal de Brasil, Claudio Hummes; el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga; el arzobispo argentino Jorge Mario Bergoglio y el cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera. Benedicto XVI intentó aproximaciones a diferentes sectores políticos y religiosos. En la foto, tomada en marzo de 2012 en La Habana con Fidel Castro.