Germán Palomo García
El Banco de la República revisó al alza las proyecciones de crecimiento de la economía colombiana señalando que este año su Producto Interno Bruto, PIB, crecerá 3.2% y no 3%, su última revisión. Además, mantuvo la tasa de interés de referencia en 4.25% y es seguro que no se modificará en lo que resta del año. Hacía rato que el Banco Emisor no veía perspectivas de mejoramiento de la economía y siempre sus revisiones eran a la baja.
Comparativamente, aunque la cifra no es satisfactoria sí revela un mejor comportamiento frente a la economía mundial. Estados Unidos, que es la principal economía del mundo, crecerá este año 2.4% y 2,0% el próximo, en lugar del 2,8% y 2,3% que la OCDE había anticipado previamente. China también sentirá el impacto con un crecimiento económico de 6,1% en 2019 y 5,7% en 2020, frente a las previsiones anteriores de 6,2% y 6,0%, respectivamente. No es que se acuda al viejo dicho de que “mal de muchos, consuelo de tontos” sino que hay que reconocer que el marco en que se mueve la economía mundial no es el mejor y que, por lo menos se mantiene una tendencia hacia el mejoramiento. Argentina volvió a una profunda crisis, de las que siempre ha querido salir, pero irremediablemente cae de nuevo y ahora muestra una inflación anual de 54% y una tasa de pobreza de 32%.
Sin embargo, estas comparaciones no pueden desconocer una realidad. No hemos logrado diversificar nuestra economía y seguimos dependiendo de los bienes básicos particularmente el petróleo tal como lo afirmara, una vez más, la OCDE en la presentación en la Universidad del Rosario del documento “Perspectivas económicas de América Latina”, la semana pasada: “la estructura productiva de la mayoría de las economías de américa latina y el caribe está sesgada hacia actividades de uso muy intensivo de recursos materiales y naturales. es necesario aprovechar los recursos de dicha dependencia hacia mayor productividad”. además, “los recursos naturales en los que se basa el modelo se van agotando con el paso del tiempo, lo que lo vuelve insostenible. esto también ha cobrado importancia en años recientes, al fortalecerse el compromiso de combatir los efectos del cambio climático”.
Aparece, otra vez, el concepto de productividad para considerar un fortalecimiento de nuestra economía frente al marco económico que cada vez se complica. La multitud de jóvenes en todo el mundo pidiendo responsabilidades frente al medio ambiente y a su principal enemigo, el calentamiento global es un aviso de que la economía basada en los bienes primarios cambiará irremediablemente. ¡Y los plazos se agotan!