La Nación
Robo de celulares más allá del raponazo 1 29 marzo, 2024
ACTUALIDAD INVESTIGACIÓN

Robo de celulares más allá del raponazo

Alarmante. En Colombia se roban diariamente 3.162 dispositivos móviles. Uno de cada diez casos es protagonizado con actos de violencia.

 

RICARDO AREIZA

unidadinvestigativa@lanación.com.co

 

El robo de celulares, sigue en aumento y es uno de los delitos de mayor impacto hoy en Colombia.  Uno de cada diez casos es protagonizado con actos de vilencia.

A pesar de los operativos cíclicos que se realizan en las grandes ciudades, el robo de celulares no logra neutralizarse. En los primeros 22 días de este año, las empresas operadoras recibieron 69.585 denuncias, lo que representa que en Colombia se roban diariamente 3.162 dispositivos móviles. Alarmante.

En el 2019 se reportaron cerca de 913.000 teléfono robados, es decir, un promedio de 2.500 teléfonos diarios.

Aunque es de los delitos más representativos de la inseguridad urbana, es el menos denunciado.

Según la Fiscalía, el año pasado se recibieron 99.954 denuncias por hurto de celulares frente a los 86.749 casos que se reportaron en el 2018, lo que representa un crecimiento del 15 por ciento.

En diez ciudades del país se concentra el 70 por ciento de este delito. El mayor número de denuncias por robo se recibieron en Bogotá, con 46.846 casos, Medellín, con 11.668 casos y Cali, con 8.215 casos.

Aunque Neiva no aparece en este reporte, es una de las ciudades duramente afectadas por esta modalidad de robo callejero.

 

A mano armada

Uno de cada diez robos de celulares está acompañado de actos de violencia armada. No se trata sólo del simple raponazo.

Ahora, los delincuentes, generalmente en pareja y en moto arremeten contra las víctimas usando armas. Muchos utilizan armas blancas y otros armas de fuego que no dudan en utilizar contra quienes oponen resistencia. Las mujeres son los principales blancos de la delincuencia. Sin embargo, los raponeros no mantienen distinciones. Operan a cualquier hora y atacan a quien de ‘papaya’.

Entre otras, esta fue una de las razones para extender la prohibición de parrilleros en el microcentro de Neiva, blanco de esta modalidad.

 

En aumento

El aumento en el último quinquenio es alarmante. Pasamos de 568.000 teléfonos reportados en 2015 a 913.000 el año pasado. En el 2018 se presentaron 960.288 reportes de hurto. Y ahora la tendencia, va en aumento.

En Colombia se roban en promedio 2,8 millones celulares por año (2.700 aparatos por día). Esa cifra ya va en 3.162 dispositivos.

Según la Asociación de Operadores Móviles (Asomovil) en Colombia en el 2017 se bloquearon alrededor de 1,8 millones de celulares. La mitad eran robados.

En dos años, según el Gobierno Nacional se desmantelaron 32 organizaciones criminales dedicadas a este negocio, 70.000 dispositivos incautados y 15.000 delincuentes capturados.

 

Destinos

Detrás de este delito hay una red internacional, verdaderas mafias  que manejan un mercado ilegal, según las propias autoridades,  más de 830 mil millones de pesos al año. Es una cadena de la que hacen parte comercializadores clandestinos.

El robo de teléfonos inteligentes, manejado por mafias especializadas, genera ingresos superiores a los 30.000 millones de dólares al año lo que demuestra la magnitud del negocio. Siete de cada diez celulares robados son comercializados en otros países

Según la Policía el 35% de los celulares de alta gama hurtados en Colombia, son llevados al mercado negro internacional, es decir, a Panamá, Ecuador, Perú, Uruguay, Bolivia y Argentina.

El otro 35%  de gama media es manipulado, adulterado y puesto en venta en el mercado nacional y el 30% restante es desintegrado para la utilización de sus partes como repuesto.

La mayoría de los celulares hurtados terminan especialmente en las ciudades capitales del país, donde son revendidos.

 

Bloqueos

Los fabricantes han avanzado en efectivos mecanismos de bloqueo, lo mismo que los operadores.  Las autoridades han demostrado efectividad en la lucha contra estas redes y se han adoptado medidas para frenarlo. Pero el delito no cede.

Aunque el Gobierno Nacional anuncia drásticas medidas para criminalizar a  las bandas dedicadas a manipular, reprogramar o clonar los equipos robados, en práctica no han logrado detener este flagelo.

Los operadores de telefonía móvil tampoco pueden seguir eludiendo su responsabilidad en esta lucha.

Las compañías poseen la tecnología para que un celular hurtado sea bloqueado oportuna y efectivamente pero además inutilizado. Cada celular tiene un código único, un número de serie pregrabado (Imei), clave para inutilizar de por vida los teléfonos robados. No obstante, no han dado resultados las medidas para implementar los protocolo de verificación de aparatos celulares y tarjetas SIM, con el fin de evitar la activación de teléfonos robados.