Hablar del frente 17 ‘Angelino Godoy’ de las Farc en el norte del Huila era sinónimo de asesinatos, secuestros, extorsiones, atentados terroristas, desplazamientos y control territorial. La estructura armada comenzó a tener protagonismo a partir del año de 1983 tras el desdoblamiento del frente 7 proveniente del Meta, y por muchos años, sus integrantes se movieron como ‘Pedro por su casa’ en zonas rurales de Neiva, Colombia, Baraya, Tello, Villavieja y Aipe, entre otras.
En su época de mayor auge, la década del 2000, el frente 17 protagonizó hechos emblemáticos como el secuestro de la médica Nancy Ortíz Rondón y del empresario agrícola, Jorge Enrique Díaz Oliveros, plagios netamente con fines económicos. Fueron permanentes sus ataques a la población civil, los atentados a policías y militares, el asesinato de la concejal de Baraya Herlides Avilés, y en Neiva, sembraron la zozobra con el lanzamiento de granadas a establecimientos comerciales para presionar el pago de extorsiones. También se hicieron tristemente célebres por hostigar todo el tiempo el corregimiento de Vegalarga.
Rápidamente, alias como los de ‘Camilo’, ‘Rigo’, ‘Jorge’, ‘Humberto’, entre otros, empezaron a generar temor entre los huilenses. ‘Camilo’, por ejemplo, pedía no sólo dinero sino botellas de whisky 18 años a empresarios y campesinos y hasta se daba el ‘lujo’ de llamar a emisoras como Hj doble K para entregar sus “partes de guerra”.
Con la llegada de Álvaro Uribe al poder, la Novena Brigada del Ejército empezó poco a poco a cerrarle el cerco al frente 17 y sus máximas figuras empezaron a caer. El famoso ‘Camilo’, cuyo nombre verdadero era José Eugenio Palomino, murió en la operación ‘Armagedón’, en la que además fueron abatidos más de 30 guerrilleros.
En el año 2010, militares de los batallones Tenerife y Los Panches se tomaron un campamento y dieron de baja a Rigoberto Zuluaga, alias ‘Rigo’, quien para ese momento, era el máximo comandante de la estructura armada ilegal. Algunos exguerrilleros contaron después que ‘Rigo’ escuchó el ruido del motor de los helicópteros, pero que no le prestó importancia. Otros dijeron que el legendario guerrillero tenía un cáncer en la boca y que por eso, no reaccionó ante la inminencia del operativo militar.
Esos y otros golpes empezaron a diezmar al frente 17. Sin embargo, le dieron la oportunidad a que guerrilleros de rango medio como ‘Rumba’ o ‘Rusbel Ramírez’ empezaran a escalar posiciones y se hicieran más visibles.
Llegó ‘Rumba’
En los archivos de inteligencia militar, el alias de ‘Rumba’ o ‘Rusbel Ramírez’ está asociado a numerosas acciones delictivas, entre las que se destaca la camioneta-bomba que fue accionada en pleno centro poblado de Vegalarga hace nueve años. La única víctima mortal de ese episodio fue Ferley Mosquera Olaya, el conductor del vehículo, quien al parecer, fue engañado para que manejara el automotor y ya en marcha, ‘Rumba’, al parecer, dio la orden de detonar los explosivos. En los mismos hechos, nueve policías resultaron heridos. La detonación de la camioneta-bomba dejó a Vegalarga semi-destruido.
De ‘Rumba’, el Ejército tiene testimonios de antiguos compañeros que lo califican como “sanguinario”. En 2012, ‘Rumba’ habría liderado una ‘purga’ al interior del frente 17. Según el testimonio de una guerrillera conocida como ‘Tatiana’, un joven, de 17 años de edad, apodado ‘Ángel’, fue sometido a consejo de guerra y sentenciado a muerte. “Rumba y Antonio cavaron el hueco, pero fue Rumba quien lo ajustició con un machete, le quitó la cabeza y lo enterraron en zona rural del municipio de Tello”, relató la mujer.
Para ese año, de acuerdo con inteligencia militar, el frente 17 contaba con cerca de 40 subversivos, 14 de ellos eran menores entre los 15 y 17 años de edad.
‘Rumba’, de origen antioqueño, estuvo siempre en la ‘mira’ de las autoridades, pero nunca pudo ser aprehendido. En varias oportunidades, el Ejército le montó la ‘cacería’, pero lograba escabullirse.
La paz de Santos
Para 2017, llegó la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc y este cabecilla guerrillero, cuyo verdadero nombre es Jhon Jairo Bedoya Arias, dejó las armas. Su ingreso está certificado por la Agencia Nacional para la Reincorporación y la Normalización, ARN. De hecho, estuvo en la marcha final que hace dos años protagonizaron todos los miembros de la guerrilla y se internó en una zona veredal, pero no fue por mucho tiempo.
‘Rumba’, junto con su compañera sentimental, optó por radicarse en una finca del municipio de Rivera. Cuentan algunos que estaba dedicado a criar gallinas y que campesinos de la región, al saber de quien se trataba, le enviaban mercados y suministros. Se volvió habitual verlo cada fin de semana en las calles de Rivera. Siempre se le veía acompañado de su mujer y de dos hombres más, todos exguerrilleros.
Para esa época, LA NACIÓN buscó hablar con él para conocer sus impresiones de la firma de la paz, pero nunca quiso entregar declaraciones.
Cambio de planes
Sorpresivamente, en pasadas semanas, ‘Rumba’ trasladó su domicilio al departamento del Meta. O al menos, eso fue lo que el excabecilla guerrillero le informó a la ARN, entidad que hasta el 15 de agosto último, lo mantenía “activo” en el programa de Reincorporación, bajo el código 60-08715. Al estar “activo”, ‘Rumba’ tenía derecho a todos los beneficios económicos y sociales contemplados en el acuerdo de paz.
El jueves pasado, el país se sacudió por cuenta del video en el que ‘Iván Márquez’, ‘Jesús Santrich’ y ‘El Paisa’ anunciaban una ‘nueva guerrilla’, acompañados de otros exguerrilleros, que rápidamente inteligencia militar empezó a identificar.
Los investigadores ubicaron con facilidad a ‘Romaña’, al ‘Zarco Aldinever’, a ‘Enrique Marulanda’ y al ‘Loco Iván’ y se detuvieron en un hombre que en el video aparecía a pocos pasos de ‘El Paisa’. Tras recabar en archivos y consultar con múltiples fuentes, establecieron que es ‘Rumba’.
El mismo jueves, al caer la tarde, el Gobierno Nacional, a través de la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez; el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos; y el consejero presidencial para la Estabilización y Consolidación, Emilio José Archila, le pidió al partido político Farc, que surgió tras la disolución de la guerrilla, la exclusión inmediata de estos exguerrilleros, entre ellos ‘Rumba’, a quienes el presidente de la República, Iván Duque, calificó como una “banda narcoterrorista” y ofreció por cada uno de ellos la suma de $3 mil millones como recompensa para quien entregue información que permita establecer su paradero.
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, anunció, por su parte, la conformación de una unidad especial para perseguir a los nuevos disidentes. “Se sumará a las operaciones que tienen lugar en todo el territorio y contará con los mejores hombres de inteligencia e investigación. Les caerá toda la contundencia de nuestra fuerza pública”, agregó el funcionario.
Por su prontuario delictivo y el conocimiento que tiene de la región, no es descabellado pensar que alias ‘Rumba’ tenga en la cabeza el Huila para extender los ‘tentáculos’ de la ‘nueva guerrilla’ anunciada por ‘Márquez’.