Rodrigo Villalba Mosquera
La gran obra de competitividad para la región se convirtió en una pesadilla y nuestro mayor dolor de cabeza, sin embargo, aparece una luz al final del túnel.
En agosto del 2015 se otorgó la concesión Ruta 45 dentro del programa de las 4G Neiva-Santana (Putumayo) con una inversión de $3 Billones. Es la gran obra regional, y comprende doble calzada Neiva-Campoalegre, vairantes en Campoalegre, Hobo, Gigante, Timaná y Mocoa, intervención importante en Los Altares y viaducto en Pericongo. Y se adiciona la repavimentación de Pitalito-San Agustín. No solamente cubre al Huila en su vía central de norte a sur sino que nos conecta con Putumayo, con el hermano país de Ecuador haciendo parte de la gran troncal hacia el sur del continente. Esta concesión debía entregar obra en 2019.
Pero no hay dicha completa, uno de los integrantes del consorcio se vio envuelto en uno de los escándalos de Odebrecht en otra obra y por esa razón el sistema bancario no le garantizó el cierre financiero de la concesión nuestra, sufriendo el colapso del proyecto desde su primer año, con todos los padecimientos que el Huila conoce. Una vía concesionada donde el Estado no puede intervenir porque aparece en manos de terceros.
Reclamos de la dirigencia y paros de la comunidad justificados, por ahí hubo una emergencia que facilitó que la Nación interviniera pasos críticos, pero la vía sin mantenimiento literalmente botada.
El Gobierno adelantó procesos sancionatorios que era lo indicado, sin llegar al de caducidad por varias razones, entre ellas porque existía la posibilidad de la cesión de la concesión. Había temor de que al caerse la concesión, este proyecto no se volviera a sacar y si se sacara habría que estructurar un nuevo proceso licitatorio que no demora menos de 2 años. Desde el año pasado apareció una oferta de cesión de una firma China (CCA), una de las contratistas más grandes del mundo, que ahora ratifica su interés en consorcio con una firma colombiana (Autovia) que adelanta la consesión Girardot-Neiva.
Participé el jueves anterior en la Cámara de Comercio del Huila en reunión presidida por la Agencia Nacional de Infraestructura ANI con presencia de la Contraloría General de la República, donde nos informan de los avances de esta propuesta, donde van hacer varias audiencias con la comunidad, autoridades y dirigencia del Huila y se diera un plazo hasta el 31 de diciembre de este mismo año para estructurar la cesión. Creemos que a pesar de los altibajos es el mejor camino para garantizar la inversión de tan anhelada obra. Si se ha esperado lo más, porqué no lo menos.
Ojalá los chinos construyan nuestra obra en tiempo record como construyeron el hospital de Wuhan para atender la pandemia del covid-19.