Jorge Fernando Perdomo
Debo comenzar por reconocer la cuota de culpa y responsabilidad que me atañe en la tragedia que esta viviendo la ciudad. Hace 4 años yo no conocía al Señor Gorky Muñoz y después de estar viviendo por fuera, regrese a intentar un ejercicio democrático, donde el victorioso fue quien resultó ungido como candidato para la Gobernación del Huila, Dr. Chavarro y a instancia de su liderazgo y como su jefe de debate me reuní por primera vez con el hoy alcalde de Neiva en la ciudad de Bogotá.
Incautamente y casi de manera estúpida creí en sus buenas intenciones para la ciudad, desoyendo las referencias sobre sus antecedentes y por eso invité a mis amigos a embarcarnos en esa causa, decisión que hoy me avergüenza y por la que ya he pedido disculpas. Soy consiente que errores de esa magnitud pueden tener consecuencias políticas y estoy dispuesto a asumirlas.
Mucho mas cuando hoy la ciudad está al borde del colapso. Ya hay daños consumados que afectarán a los Neivanos durante las próximas generaciones, como la adjudicación del contrato de alumbrado público con una ejecución de 15 años, por aproximadamente dos billones de pesos, en un proceso lleno de irregularidades y sobre lo cual no pasa nada porque los órganos de control no han investigado o simplemente no quieren poner atención.
Los contratos entregados a dedo en plena pandemia que costaron más de 8.500 millones de pesos, beneficiando empresas de papel, que como lo ha denunciado el Fiscal Durán Cujar, es la contraprestación por los dineros recibidos durante la campaña. De los audios se destaca la injerencia directa del Director del SETP quien deberá ser llamado a rendir cuentas, y que como lo señala el Director del observatorio ciudadano Concejo y Asamblea Visibles de gran reconocimiento por su labor, “en una sociedad seria esos audios ya hubieran generado la salida de González del SETP por simple decoro y respeto a los Neivanos…”
Y aunque como abogado sé que la Juez atenderá la veracidad y contundencia de las pruebas expuestas por el Fiscal para el caso en cuestión, debiendo omitir otras consideraciones, esas acusaciones aparecen suficientemente probadas y encasilladas en el eje de la imputación, cuando le reclamó al alcalde que “siendo el primer defensor de los bienes del municipio como ordenador del gasto, aparece como la mayor amenaza de los recursos públicos…”
No ha habido mayor depredador en la historia de la ciudad. Ya fue endeudada por 60 mil millones con un acuerdo del Concejo que no ha cumplido la administración y cuando pensábamos que habíamos detenido su empeño de ir por los restos, su insaciabilidad queda en evidencia pues ha vuelto a presentar el proyecto de endeudamiento por otros 40 mil millones.
Y estamos advertidos que van por la privatización de las empresas publicas de Neiva, como los hemos denunciado anteriormente. Sabemos que el propósito es ir por todo y dejarnos la ciudad como un cascarón.
SALVEMOS A NEIVA.