En medio de la expectativa alrededor de cuánto debe ser el incremento del salario mínimo para el próximo año, los empresarios han salido a hacer observaciones que valen la pena ser tenidas en cuenta.
Varios gremios económicos del país representados por Aliadas, la Alianza de Asociaciones y Medios, plantean que de cara al aumento del salario, se debe tener presente el “contexto macroeconómico complicado tanto externo como interno, con inflación alta, tasas de interés en aumento y temores de una recesión mundial, combinado con una perspectiva de crecimiento del país entre 0% y 2%, devaluación del peso, entre otros. Para Colombia podría causar un impacto negativo en varios sectores y amenazar logros sociales ganados y la perspectiva de una mejor Nación como lo propone el actual Gobierno”.
También plantean “la existencia de diferentes estructuras de costos entre los sectores económicos; la afectación en aquellos en que la participación de la mano de obra en sus actividades es relevante en sus costos operativos son precisamente los mayores generadores de empleo. Pero, además en otros que por sus características desarrollan sus actividades en horarios diferentes, como el comercio, los restaurantes y el entretenimiento”. Y advierten: “Un incremento del salario mínimo superior a la inflación generará brechas entre el mercado formal e informal de trabajo porque será más costoso contratar mano de obra, y seguramente hará más difícil disminuir la informalidad laboral. Adicionalmente menos trabajo formal requerirá de un mayor esfuerzo fiscal del gobierno en salud y en pensiones, para atender a los informales en el régimen subsidiado, y en largo plazo a los que no lograron cotizar para obtener su pensión”.
Es clave que en la mesa de concertación laboral brille la ponderación entre la inflación, que para noviembre, según el Dane, fue de 12,53%, un dato nunca antes visto en la historia del país, y el cuidado del empleo formal.