La Nación
Se acabaron las Farc 1 18 abril, 2024
COLUMNISTAS

Se acabaron las Farc

El dedo en la llaga

RAUL EDUARDO SÁNCHEZ SÁNCHEZ

Histórico, no de otra manera puede describirse el proceso de dejación de armas de la guerrilla más vieja de Latinoamérica. Hace 7 años empezaba el proceso de negociación y la mayoría de colombianos, con razón, se mostraban escépticos, decían que las Farc negociaban para ganar tiempo, para fortalecerse, etc. Hoy en día ya se han entregado más de 7.000 armas. De las 940 caletas, se han dado las coordenadas de más de 400 y a más tardar el 1 de septiembre, será la entrega total de las armas escondidas.

 

Desde el 26 de agosto del año pasado a la fecha, las cifras no mienten: 0 soldados muertos por las Farc; 0 soldados heridos en el Hospital Militar; 0 tomas de pueblos; 0 voladuras de estaciones eléctricas; 0 pescas milagrosas; 0 secuestros a manos de las Farc; 3.000 muertes menos en razón del conflicto armado; avanza el desminado, la erradicación manual de cultivos. Eso es imposible de desconocer.

 

Los críticos dirán que quedan grupos criminales, como las Bacrim o el ELN (lo cual es cierto), dirán que las Farc no han entregado todas sus armas o que esas no son todas las caletas, que no entregarán o han entregado todo el dinero, en fin una serie de peros que los deja más tranquilos y les refuerza la idea que aquí no habrá paz ni mucho menos, que hubo una claudicación del Estado, pero contra los argumentos las cifras y si las cifras no convencen, será la historia la que defina. Ahora bien, esto no ha acabado, por eso se llama “proceso de paz”, porque como todo “proceso”, tiene etapas y pasos. El 1 de septiembre todas las caletas serán entregadas a la ONU, quien ya ha venido certificando la entrega de cada una de ellas, asimismo, debe entregar todo su dinero y ya el Fiscal General de la Nación lo ha dicho en reiteradas ocasiones, a partir de esa fecha, quien no haga entrega de bienes o dineros, será procesado penalmente por delitos tales como lavado de activo, testaferrato o concierto para delinquir, con la certeza que perderá la oportunidad de acogerse a la Justicia Especial para la Paz (JEP).

 

Todo ese dinero y bienes harán parte del fondo destinado para reparar a las víctimas. Ahora el reto que se viene no es menor. Es reinsertar a los desmovilizados, brindarles garantías de seguridad, que el Estado cumpla para evitar la reincidencia, desmovilizar o negociar con el ELN, que la JEP funcione para todos, especialmente para las víctimas, entre muchos otros temas. Finalmente, luego de 52 años de conflicto armado, solo esperamos que nuestros hijos conozcan a las FARC en los libros de historia.