Germán Palomo García
El informe del DANE sobre el comportamiento del PIB en el primer trimestre de 2020 que, aunque resultó positivo en 1.1%, hay clara conciencia de su composición. En enero y febrero las cifras del PIB fueron positivos pero el resultado de marzo, mes en el que inició el aislamiento social y el confinamiento borró las cifras de los meses anteriores, en apenas una semana del frenazo económico. Los gremios, analistas y el propio gobierno sintieron esta alerta porque el siguiente trimestre se desarrolla en confinamiento total, a pesar de algunas excepciones que ha decidido el gobierno nacional pero con restricciones que limitan su realización normal por lo que, de todas maneras, la economía seguirá muy resentida. Uno de los analistas más respetados, FEDESARROLLO, acaba de publicar una encuesta sobre lo que ocurrirá de aquí en adelante. De acuerdo con esta consulta, en el segundo trimestre el pronóstico promedio de crecimiento del PIB será más negativo y este se derrumbará a -6% después de que en anterior encuesta se pensaba en una reducción del 2%. El rango del pronóstico se ubica entre -4% y -9.25% límites muy preocupantes y que invitan a definir nuevas estrategias y, seguramente, a flexibilizar mucho más el confinamiento. Solo en mayo el pronóstico de crecimiento es -3.5% lo que quiere decir que entre más tiempo dure el confinamiento más se incrementa el costo económico por cuenta del coronavirus. Otros datos macroeconómicos indican que la inflación seguirá disminuyendo a pesar de que en los primeros días de la crisis, los precios de los productos básicos aumentaron por supuesta escasez que terminó en acaparamiento y especulación que se controló a los pocos días a medida que el confinamiento avanzaba. El pronóstico sugiere que la inflación en mayo será 3.29% y el año cerraría en 2.85%.
La tasa de cambio también bajará, entre otras razones, porque los precios del petróleo ya empiezan a repuntar. Para el siguiente trimestre se ubicarían en $3.879.oo en promedio. Pero, si siguen repuntando los precios del petróleo por la reapertura de varias economías como la de varios estados de los EEUU, la tasa de cambio puede bajar más de acuerdo con los últimos comportamientos.
Pienso que ahora hay mayor conciencia sobre la pandemia como factor económico y resulta claro que no hay recursos para aguantar un mayor confinamiento. Seguramente cuando salga este comentario ya se habrá definido la continuación del aislamiento social pero el impacto económico tendrá un papel más importante en lo que se concluye. Lo que viene no será fácil.