Luis Quimbaya, representante de la Unión Temporal Pacandé, firma constructora del inconcluso proyecto residencial El Tesoro, rompió su silencio. Dijo que la eventual decisión de la Alcaldía de Neiva de demoler la torre cuatro del conjunto por fallas estructurales está fundamentada en un estudio mal hecho y que responderá a las familias que les adeuda dinero cuando el Municipio salde la deuda que tiene con él.
El constructor en diálogo con LA NACIÓN expresó que ve con buenos ojos el proceso investigativo sancionatorio iniciado por el Municipio para establecer las responsabilidades en cuanto a la ejecución del proyecto de vivienda, pues es su oportunidad de defenderse y demostrar que su actuación fue, en su concepto, la correcta.
Quimbaya comenzó refiriéndose al anuncio de la Dirección de Vivienda que la torre cuatro del proyecto sería demolida el año entrante, de corroborar el resultado de los estudios de vulnerabilidad sísmica ya realizados y en los que se establecen fallas estructurales en la construcción.
“La Alcaldía de Neiva sustenta que la torre cuatro tiene fallas estructurales, con base en un estudio de vulnerabilidad sísmica que fue contratado por Miguel Enrique Puentes, pero ese estudio está mal hecho”.
“Eso lo sustento con un concepto de la firma Estudios y Proyectos Civiles de Bogotá, que aclara que el estudio realizado tiene falencias, las muestras están mal tomadas y por ende el resultado del estudio es que la construcción tiene fallas”, mencionó Quimbaya.
En ese sentido, el representante de la Unión Temporal Pacandé reforzó su postulado citando un informe entregado en su tiempo por el interventor de la obra y el cual certifica que la torre cuatro es habitable.
“El interventor de la obra, Jesús Darío Castro, presentó un informe técnico de la firma Ingesuelos de Colombia Ltda. Eso fue en 2011 y arrojaron los resultados de pruebas de índice esclerómetro, demostrando que la torre cuatro estaba habitable. Es un informe firmado por Mario Trujillo Calderón, representante de Ingesuelos y fue llevado a la directora de Vivienda de la época, Sandra Patricia Galindo”, agregó Luis Quimbaya.
¿Y los dineros?
En el tema económico, el constructor expresó que el Municipio le adeuda dineros con los cuales espera saldar las responsabilidades pendientes con algunas familias del proyecto, en materia de cuotas iniciales.
“Debo 286 millones de pesos de las cuotas iniciales a algunas familias del proyecto y esas platas las puedo pagar cuando el Municipio me pague lo que me debe. El Municipio me debe mucho dinero, pero sólo para citar una parte me debe 380 millones de pesos de las obras de urbanismo hechas por mí y las cuales no fueron canceladas en su totalidad por la Alcaldía”, precisó Quimbaya.
Lo que viene
Por último, Luis Quimbaya manifestó que está aportando todos los documentos requeridos por la Dirección de Vivienda de Neiva en el marco del proceso investigativo sancionatorio. Expresó además que es la oportunidad para defenderse.
“Tengo todos los soportes para demostrar que todo se hizo bien en el tema constructivo y los dineros que me deben. Veo este proceso con los mejores ojos, porque esta es mi oportunidad de defenderme; las torres que están construidas son por mi tenacidad y la de mi hija. Constructor y Municipio tenemos responsabilidad de responder a la gente; estoy tranquilo”, finalizó Quimbaya.
Según la Dirección de Vivienda, luego del proceso investigativo sancionatorio, se escogería un nuevo constructor para la demolición de la torre cuatro de El Tesoro y la construcción de los bloques faltantes.