La Nación
"Se vengó de mí matando a mi bebé" 1 19 abril, 2024
JUDICIAL

“Se vengó de mí matando a mi bebé”

“Mi pecado fue haber tomado la decisión de separarme de ese monstruo, siempre me dijo que si mi bebé no era para él no iba a ser para mí”. Así, entre lágrimas, Ingrid Zúñiga relata en exclusiva para LA NACIÓN los angustiantes momentos que vivió mientras su expareja asesinaba al pequeño niño que se formaba en su vientre.

Astrid Hernández Ospina
judicial@lanacion.com.co

“Me arrebató la ilusión de ser madre y con este hecho se fue parte de mi vida”. Aunque intenta ser fuerte, Ingrid Zúñiga se rompe en pedazos recordando el doloroso momento que vivió mientras el hombre que durante 15 meses fue su novio y que hoy es su verdugo, la atacó sin piedad con un destornillador. Alias ‘Gato’ es el responsable de quitarle la vida a su propio hijo y dejarla al borde de la muerte a ella, quien milagrosamente logró sobrevivir al brutal ataque, pero la misma suerte no corrió su primogénito que se formaba en su vientre.
La relación entre Ingrid Zúñiga y Óscar David Ospina Pastrana inició como todo idilio de amor: la conquista fue protagonista durante el encuentro de la joven pareja, y así poco a poco, dicho lobo vestido de oveja, logró ganarse el corazón de la jovencita que veía en las calles del empobrecido barrio Oro Negro, en la comuna 10 de Neiva.
“Él siempre me molestaba cuando me veía pasar por la casa de él, me lanzaba piropos y me mandaba saludes con amigos, era muy atento, se ofrecía siempre a ayudarme a sacar la venta de arepas con mi mamá, era especial, se ganó mi cariño, mi confianza y así inició la relación”, indica la joven.
Al ‘Gato’ la galantería poco a poco le fue quitando la máscara que tenía puesta, pues cuando apenas llevaban un par de meses juntos, llegaron los malos tratos, los insultos, las malas palabras, los celos obsesivos y hasta las agresiones físicas.
Bastaron cinco meses para que el primer golpe le demostrara a Ingrid a que se enfrentaba si continuaba con dicho sujeto, y aunque en su momento denunció e intentó alejarse, por ser menor de edad la denuncia no fue recepcionada y paradójicamente poca atención le prestaron las autoridades.
Del amor a la tortura
Meses más tarde, cuando ya se encontraba en estado de gestación, (pero sin saberlo), volvieron los golpes, esta vez tan fuertes que fue llevada de urgencias a un centro médico, donde permaneció cuatro días hospitalizada. “Me pegó en la cara, me afectó un ojo y duré algunos días hospitalizada, ahí volví a denunciar, y entonces lo único que hicieron fue llevarlo a la correccional durante 4 meses mientras cumplía los 18 años y ya luego en libertad”, recuerda con amargura.
Tiempo después, la agredió con un machete, la golpeaba en el estómago y siempre la amenazó diciéndole que si el bebé no iba a estar con él, tampoco iba a estar con ella. En efecto, sus palabras se cumplieron como en una ‘crónica de una muerte anunciada’, pues en un demencial ataque, ‘Gato’, asesinó al niño que crecía en el vientre de Ingrid y así le negó la oportunidad de vivir a su propio hijo.
“Si no vuelve conmigo le saco el bebé”
Las amenazas de muerte se hicieron realidad. Alias ‘Gato’ logró su cometido y de forma brutal atacó con arma punzante (destornillador) a la que fue su novia e iba a ser la madre de su primer hijo.
Óscar David Ospina Pastrana acechaba de forma constante a Ingrid, a tal punto de advertirle que, “si no vuelve conmigo, le sacó el bebé”. Por esta razón, una semana antes de la violenta agresión, la adolescente se había marchado de la casa, rumbo a la vivienda de su progenitora, lugar donde se encontraba el día de los hechos.
“Él esperó a que mi mamá saliera de la casa, minutos más tarde llegó, yo estaba sola, con mis dos hermanitas menores de edad, entró a la fuerza y me entregó un yogurt y un celular, ambas cosas las rechacé, mientras él insistía para que volviéramos, que lo pensara muy bien y no le hiciera esto a mi hijo, yo no entendía lo que decía, siempre me repetía que si estaba segura de hacerle eso a mi hijo, que lo pensara, que volviéramos y yo le dije que no, que se fuera y que no quería nada”. El hombre se marchó, no sin antes advertirle que no se arrepintiera por lo que había decidido que pasara.
Poco después retornó, rompió una reja e ingresó al inmueble y sin mediar palabra le propinó una herida en el brazo. “no tuve tiempo de nada, cuando vi ese hombre estaba encima, vi que en el bolsillo tenía un destornillador y un cuchillo, salvajemente me atacó, me tiró siempre en la parte del vientre y yo como pude me cubría el estómago, intenté proteger siempre a mi hijo, sólo pensaba en mi bebé (…) varias de las heridas por eso fueron en los brazos, luego me tiró al suelo, y ya no pude aguantar más, me propinó una puñalada en la parte baja del abdomen, empecé a sangrar mucho, como él veía que yo seguía viva, me lanzó otra puñalada en el costado derecho del estómago, en ese momento parte de mis intestinos quedaron expuestos, fue horrible, yo sentía que la vida se me iba, y ese hombre lo único que hacía era seguir agrediéndome”, cuenta.
En la vivienda solo se encontraban dos menores de edad, que en su afán por salvar de las garras del ‘Gato’ a su hermana, las niñas tomaron un palo de escoba y empezaron a golpear al atacante que no se marchó de la casa hasta ver casi muerta a su compañera, repitiéndole que el niño tampoco iba a ser para ella.
Auxiliada por vecinos, fue llevada hasta el centro de salud más cercano, luego de ser estabilizada fue trasladada al Hospital Universitario ‘Hernando Moncaleano Perdomo’ de Neiva. El feto aún tenía vida, sus latidos eran escuchados por la agobiada madre que solo pedía que le salvaran la vida al niño. Luego de cinco horas de una cesárea evacuatoria, el feto no resistió, su llama de vida se apagó y con ella la ilusión de Ingrid de ser madre. El pequeño que llevaría como nombre Liam Samuel, había muerto, mientras su progenitora aún batallaba para sobrevivir.
Advertía sin ser escuchada
Durante varios meses, la joven advirtió del peligro que corría en manos de dicha persona, denunció las agresiones, incluso su madre Ana Rubiela Zúñiga, también fue golpeada en una oportunidad cuanto intentó defender a su hija. Esa situación también fue puesta en conocimiento de la Fiscalía, pero nunca ninguna autoridad hizo nada por protegerle la vida a la adolescente.
Pese a lo sucedido, las amenazas no han cesado, recientemente una allegada del agresor intimidó a la hermana mayor de Ingrid, la familia teme por su vida, teme por represalias que pongan en peligro la integridad de las mujeres de la familia Zúñiga.
“Hay evidencias, donde él mismo habla con una amiga mía y le dice que la intensión de él no era matarme a mí, que él tenía claro cuál era el objetivo, él se vengó de mí matando a mi bebé, porque no quise volver en la relación. También hay evidencias donde él dice que el día antes de lo que hizo, toda la noche le pidió a Dios para que le saliera bien lo que iba hacer, matar a mi bebé”.
Ingrid retornó a su vivienda luego de ocho días de intensa lucha para ganarle la batalla a la muerte, para sobrevivir de las garras de aquel monstruo que una vez le juró amor eterno y que hoy es su verdugo.
Solo espera que se haga justicia y que lo sucedido sea suficiente para que la justicia actúe y que tomar cartas en el asunto no sea prioridad solo si la muerta hubiera sido ella.

‘Gato’ se declaró inocente
Pese a que inicialmente se presentó voluntariamente ante las autoridades, luego huyó y días después fue capturado en el municipio de Gigante, donde se escondía.
Óscar Ospina, alias ‘Gato’, fue imputado como presunto responsable en el delito de tentativa de feminicidio agravado, por el cual no aceptó cargos y de declaró inocente.
Actualmente permanece a disposición judicial y sin pena ni remordimiento acepta ser el responsable de lo que realizó, de la planeación y ejecución del mismo y el fin que tenía su intensión, sin embargo, en los estrados judiciales intentar demostrar su falsa inocencia.
En los próximos días será clave las pruebas entregadas al ente acusador por parte de la defensa de la víctima, donde queda en evidencia los antecedentes y el plan orquestado y fríamente calculado que tenía Opina Pastrana, para el día del brutal ataque.