Con las obras paralizadas y las ventas detenidas: así están algunas cifras de lo que representa este sector para el departamento.
El sustento de aproximadamente 28.000 personas en Huila, de estratos 1 y 2, depende de la construcción; el sector es una de las principales fuentes de empleo para mano de obra no calificada en el departamento y en Colombia.
Sin embargo, las medidas para hacerle frente al covid-19 no son sanas para varios gremios del país, y entre ellos sobresale la construcción. En Huila, en lo que respecta a las empresas que hacen parte de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), se conoció que cerca de 50 proyectos, fundamentalmente de vivienda, están totalmente paralizados.
Y a nivel general, son 85 en proyectos detenidos, de cuales más de 70 están en Neiva. Esto impacienta a la mayoría de trabajadores en construcción, que son población de escasos recursos económicos y bajo nivel educativo, y para quienes, además, no funciona el teletrabajo.
Aunque la medición de impactos la hará cada empresa dada la situación de cada una y la Cámara de Comercio, Camacol y el Fondo de Vivienda de Interés Social del Departamento del Huila (Fonvihuila), están en la tarea de establecer en cifras cómo está haciendo mella la cuarentena, hay otros factores que a simple vista resultan ser lesivos.
“El impacto en el sector es muy duro pues, según cifras de Camacol Nacional, se pararon cerca de 2000 proyectos en todo el país que corresponden a unas 238 mil unidades de vivienda. Igualmente afecta a 1,5 millones de trabajadores directos y 1,7 millones que están vinculados con actividades relacionadas”, dijo Raúl Poveda, afiliado a Camacol y empresario.
“Son impactos en las ventas, y en los costos financieros que se siguen generando sin poderlos pagar”, agregó.
Y en esa misma línea, el presidente de la junta directiva de Camacol Regional Huila, Aníbal Rodríguez, señaló que ya se avizora que el empleo será fuertemente perjudicado.
“Lo que puede suceder es que si no se toman medidas de mitigación a la crisis, hay muchas empresas que pueden quedar en una situación de imposibilidad de reactivar operaciones, las quiebras que se pueden presentar son muy importantes. Cada compañía estará tomando las medidas de mitigación que le corresponde, en el caso de la empresa que yo represento, estamos cuidando nuestros empleados y trabajadores, no hemos despedido a ninguna persona, pero esa no es la situación en todas las demás”, advirtió.
Y es que la construcción, con un incremento de 209 mil personas ocupadas, fue la rama de actividad económica que más contribuyó a generar empleo en el país durante febrero, según lo dio a conocer el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Se destacó la Construcción de edificios, de carreteras y vías de ferrocarril.
El panorama es desalentador si se tiene en cuenta que el desempleo continuó en aumento aún y cuando el coronavirus no había llegado al país.
La tasa nacional de desocupados se ubicó en 12.2% en febrero, aumentando 0.4 puntos porcentuales respecto al 11.8% de febrero de 2019. “Estos resultados son especialmente preocupantes porque en este mes aún no existía el efecto de la propagación del SARS-Cov2 y la economía colombiana había mostrado resultados favorables en algunos de los indicadores sectoriales durante enero de 2020, particularmente, en industria, comercio y construcción. Es decir, el empleo no mostró signos de recuperación, incluso en ausencia del choque de la pandemia”, señaló la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, (ANIF).
Y que de acuerdo con el Dane, Neiva con 16,7% fue la ciudad con el peor desempeño en todo el país al aumentar su tasa de desempleo en 3,9 puntos porcentuales con respecto al trimestre móvil diciembre 2018 – febrero 2019.
Entre tanto, concuerdan ambos empresarios que al no haber actividad, además se presentará una disminución del Producto Interno Bruto (PIB) de la economía Nacional y Regional. En el departamento, según explicó Rodríguez, solo el sector de edificaciones para vivienda, sin contar obra pública, aporta aproximadamente 6%, es decir cerca de un billón de pesos al PIB del Huila.
A nivel nacional, con corte al cuarto trimestre de 2019, el sector tuvo una participación de 6,9% sobre el PIB, mientras el sector edificaciones tuvo una participación de 2,7%.
Desde Camacol, informaron que en Colombia hay 1.901 proyectos de vivienda paralizados.
Medidas
De acuerdo con Rodríguez, el grueso de la economía, la industria de la construcción y otros, son los grandes perdedores de esta situación de ‘economía de pandemia’.
“Una de las cosas que más nos afecta es la carga financiera, laboral y costos fijos de operación que cada una de las empresas tiene; como servicios públicos, comunicaciones, arrendamientos. Esos son unos montos muy significativos. Los créditos que están desembolsados para la construcción de los proyectos siguen generando intereses, pero los proyectos están detenidos”, dijo el presidente de la junta directiva de Camacol Regional Huila.
Por ende, entre las medidas que se deben contemplar para evitar mayores flagelos contra el sector y todo lo que ello acarrea, figura la suspensión de cobros de créditos tanto a los clientes hipotecarios, como a los constructores, sostuvo Raúl Poveda.
El plan
El Gobernador del Huila, Luis Enrique Dussán, informó que de la mano con Cámara de Comercio y de los gremios estarán trabajando en la creación de una política de reactivación económica. También, se plantea la disposición de un fondo común. Estos son los primeros anuncios que hace el mandatario.
“Prácticamente todas las obras públicas tuvieron que pararse, en este momento la única que está abierta es la de la ruta nacional 45 sobre el sector de Bengala, entre Gigante y Garzón, y están trabajando a toda marcha, en los próximos días harán unos cierres parciales y están cumpliendo el cronograma. Eso significa que la gente está sin trabajo y no se están irrigando recursos a la economía”, dijo el gobernador.
El reto que se planteó Camacol en el Huila a principio de año era pasar de las 187.800 viviendas vendidas en el 2019, a 197.600 en el 2020. Suponiendo un crecimiento del 5.2%. Pero también figuraba como condicionante que se mantuviera la recuperación de la economía con el ritmo que venía antes de que la pandemia amenazara con destrozarla.
“Hay muchas empresas que pueden quedar en una situación de imposibilidad de reactivar operaciones, las quiebras que se pueden presentar son muy importantes”
