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Sede educativa Cándido Leguizamo se convirtió en un ‘elefante blanco’ 1 20 abril, 2024
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Sede educativa Cándido Leguizamo se convirtió en un ‘elefante blanco’

En completo abandono se encuentran desde hace un año las obras de reconstrucción de la sede educativa ‘Cándido Leguizamo’, ubicada al norte de Neiva. La reconocida escuela para la cual el Ministerio de Educación asignó 4 mil millones de pesos se convirtió en un ‘elefante blanco’, mientras padres de familia y líderes comunitarios claman la terminación del proyecto que beneficiaría a cerca de 500 estudiantes.

Lucía Sánchez

Temadeldía@lanación.com.co

A la intemperie se encuentran desde hace un año las bases y columnas de lo que serían las nuevas aulas de la escuela Cándido Leguizamo, sede de la Institución Educativa Iném Julián Motta Salas, ubicada al norte de Neiva. La edificación fue demolida en diciembre del 2020 para su reconstrucción, y a la fecha en el lugar solo se observa maleza y varillas oxidadas, un monumental ‘elefante blanco’.

Habitantes de esta zona de la capital huilense, la Personería Municipal y el concejal Alejandro Serna piden a la Alcaldía Municipal interlocutar con el Gobierno Nacional, ejecutor de esta obra, para que se retomen los trabajos y se cumpla con lo pactado, pues los 300 niños y niñas que estudiaban en este plantel fueron reubicados en la sede central donde no cuentan con las condiciones necesarias.

El proyecto

En septiembre del 2018 la Alcaldía Municipal anterior anunció que mediante el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE), el Ministerio de Educación invertiría 4 mil millones de pesos en la reconstrucción de dicho plantel. El proyecto estimaba 11 aulas nuevas, cocina, comedor, aulas polivalentes, escenarios deportivos, laboratorio, entre otras adecuaciones que contemplaban la intervención total de esta sede de la Comuna 1.

“Este proyecto contará con una inversión de 4 mil millones de pesos y se estima que a finales del mes de noviembre inicien las obras. En esta institución se espera lograr un aumento de 480 estudiantes de los grados de preescolar y primaria, y pasar a jornada única teniendo asegurado el presupuesto para hacerlo”, anunció para ese momento la Administración de Rodrigo Lara Sánchez.

Casi un año después se dio vía libre para el inicio de los trabajos. El curador urbano primero de Neiva, arquitecto Mauricio Vargas Cuéllar, mediante resolución N0. 41001-01-19-0253 del 10 de junio de 2019 concedió la licencia urbanística de construcción “para la demolición total de la edificación institucional existente y para la construcción de una edificación institucional en dos pisos (Institución Educativa Iném Julián Motta Salas sede Cándido) y el cerramiento perimetral de la misma”.

El rector de la Institución Educativa Iném Julián Motta Salas, Luis Alfredo Cerquera, recordó cómo inició la intervención en la escuela Cándido Leguizamo, a cargo del contratista, la empresa Agro Civil del Sur.

“El Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE) del Ministerio de Educación asignó el contrato a una firma de ingenieros, creo que eran de la costa. Ellos empezaron con la demolición de la estructura en diciembre del 2020, ya para abril del 2021 tuvieron que parar por el inicio del paro nacional, pero, cuando pasaron las protestas, más o menos en agosto o septiembre de ese año, no volvieron a la obra”, afirmó el directivo.

Dio a conocer que la Contraloría General de la Nación ha estado en frente del proceso, “recientemente nos dijeron que se asignó otro contratista, pero, el problema es que empezó nuevamente la gestión del permiso de la curaduría porque ya se había vencido, y justamente ese aspecto estaría impidiendo retomar las obras. Es decir, se debe autorizar nuevamente la construcción del colegio en dicho lugar”, reveló.

El rector además afirmó que de parte de la oficina de infraestructura educativa de la Secretaría de Educación Municipal le comunicaron “que la curaduría autorizó nuevamente el inicio de la obra”, pero no comprende por qué siendo así los trabajos no se retoman.

La problemática

Lo cierto es que mientras esta obra permanece abandonada y se encamina a convertirse en el más grande ‘elefante blanco’ de infraestructura educativa en Neiva, los niños y niñas estudiantes de dicha escuela siguen recibiendo clases en la sede principal de la Institución Educativa Iném Julián Motta Salas, la cual como indica el rector, no es totalmente apta para su pleno desarrollo educativo.

“En la escuela que fue demolida estudiaban aproximadamente 300 niños y niñas de primaria, tras la demolición del plantel, logramos hacer unas adecuaciones a las aulas de la Sede Central donde ahora se encuentran recibiendo clases, gracias a que los padres de familias nos ayudaron a adecuar los espacios. Sin embargo, nos hace falta esta sede, los niños necesitan su sede, sus espacios de primera infancia”, agregó.

Otros de los afectados con la paralización de esta obra son las personas que trabajaron en ella durante algunos meses.  William Espinoza Almanza, es uno de los trabajadores del proyecto quien asegura que el contratista aún le está adeudando algunos salarios.

“Yo empecé a trabajar en la obra en 2019, supuestamente fui contratado por la empresa Agro civil del Sur, pero nos robaron el sueldo. Somos más de 70 trabajadores los afectados, entre estos arquitectos, ingenieros y obreros. Estoy reclamando lo que me gané con el sudor de mi frente, a mí me quedaron debiendo dos meses de trabajo, además de otros temas de ley”, denunció el trabajador.

Las acciones

El personero de Neiva, Kleiver Oviedo Farfán, quien ha hecho seguimiento a este caso, indicó que este es un ‘elefante blanco’ desproporcionado, y agregó: “no nos cabe en la cabeza cómo los recursos públicos no llegan donde deben estar, esto queda en el corazón de cándido, uno de los barrios más antiguos que ha tenido nuestra ciudad”, aseguró mientras hacía un recorrido por la obra inconclusa.

Y dio a conocer que esta es “la misma fiduciaria que quedó mal en un megaproyecto educativo en El Caguán donde están como embolatados 5 mil millones de pesos”.

“Como Personería vamos a realizar una acción de tutela por el derecho a la educación. Acabamos de pedir una mesa con la Secretaría de Educación para que nos informe qué está pasando, necesitamos acciones concretas”, añadió el representante del Ministerio Público en Neiva.

Por su parte el concejal Alejandro Serna, quien también ha seguido de cerca este caso e inclusive ha llegado a la zona, calificó esta incipiente obra como “un cementerio local”, donde solo se ven unas enclenques columnas, “la verdad como ciudadano me indigna”, dijo. Y subrayó: “El Fondo de Infraestructura Educativa Nacional tiene que responder, pues 3.972 millones de pesos se presupuestaron para invertir en ese espacio. Se demolió la infraestructura, pero nada se construyó”.

Habla la comunidad

A este clamor además se sumaron varios habitantes del barrio Cándido Leguizamo, del norte de Neiva, quienes son familiares de niños y niñas que tuvieron que ser reubicados por esta obra que hoy es un ‘elefante blanco’.

Carlos Alberto Bustos es un líder que desde que empezaron las demoras con la obra comenzó a denunciar lo sucedido. “Yo comencé a denunciar la situación porque la escuela que teníamos funcionaba, estudiaban cerca de 500 niños, la infraestructura estaba vieja, pero servía. Luego vinieron y nos hicieron un elefante blanco, solo vemos unas columnas. Este es un colegio público, tenemos salones en la sede central donde los niños están muy amontonados”, reclamó.

Igualmente, el señor Ronald Dussán lanzó un clamor por la terminación de esta obra: “le pedimos a las autoridades que nos ayuden a hacer gestión para recuperar este colegio… la comunidad está unida y queremos llegar hasta las últimas consecuencias”, dijo.

LA NACIÓN consultó a la secretaria de Educación de Neiva, Martha Cecilia Losada, para conocer qué acciones se han emprendido a nivel municipal para que el Gobierno Nacional cumpla con este proyecto. La funcionaria afirmó que las respuestas al respecto las debe entregar el Ministerio de Educación Nacional.