La Nación
Semana de contrastes 1 20 abril, 2024
EDITORIAL

Semana de contrastes

Una semana de contrastes ha vivido el país por cuenta del paro nacional, inicialmente decretado por las centrales obreras y organizaciones sociales contra la reforma tributaria. Aunque esta iniciativa, claramente inoportuna y que no correspondía a la realidad agravada por la pandemia, se cayó en el Congreso de la República, las movilizaciones sociales continuaron y terminaron convertidas en jornadas profundamente dolorosas.

Por un lado, resultaron emotivas las marchas. En el caso de Neiva, las manifestaciones sociales estuvieron nutridas y mostraron la insatisfacción general. Algunos aprovecharon para hacer sus reclamos particulares y exigir arreglo de vías y la solución a otras problemáticas locales. De resaltar además la participación masiva de los jóvenes, que han estado más unidos que nunca.

Sin embargo, tristemente, estas movilizaciones desembocaron en episodios de vandalismo y de violencia totalmente inaceptables. Escenas de bancos y peajes quemados, cajeros automáticos y CAI vandalizados, vidrios rotos en entidades públicas, saqueos en establecimientos comerciales, agresiones a manifestantes y otros vejámenes, no pueden llenar de orgullo a una ciudad. Eso es violencia pura.

No se puede aplaudir la incineración de un banco, mientras se condena el saqueo de una cooperativa de ahorro y crédito. No se puede aprobar incendiar un CAI con policías adentro y rechazar la brutalidad o represión policiaca. No se puede celebrar la quema de un peaje, mientras se rechaza el saqueo a un supermercado. La violencia es condenable desde todo punto de vista. Están equivocados de cabo a rabo quienes quieren hacerle ver y creer a los demás que hacer “arder” una ciudad es una acción plausible y gloriosa.

Ha sido una semana difícil, pero llena de lecciones. Llegó el momento, primero, que la dirigencia gubernamental y política asuma sus responsabilidades frente a la ciudadanía. Y segundo, es hora que el presidente de la República Iván Duque escuche a quienes se han manifestado pacíficamente y sepa interpreta ese clamor. Tiene además el reto de restablecer el orden y de no permitir más violencia y vandalismo.

 

“No se puede aplaudir la incineración de un banco, mientras se condena el saqueo de una cooperativa de ahorro y crédito. No se puede aprobar incendiar un CAI con policías adentro y rechazar la brutalidad o represión policiaca”