Los oficios fúnebres fueron presididos por el obispo de la Diócesis de Puerto Gaitán, Meta, monseñor José Alberto Rozo Gutiérrez, quien paradójicamente fue quien lo ordenó sacerdote en el año 2006. En la ceremonia religiosa participaron 25 sacerdotes provenientes de los departamentos del Caquetá, Meta y Huila, quienes fueron sus compañeros en el seminario mayor del municipio de Garzón.
El religioso de 38 años de edad, murió en un centro asistencial del municipio de El Espinal (Tolima) hasta donde fue remitido desde Saldaña luego del fatal accidente, ocasionado al parecer por acceso de velocidad.
Sus compañeros de seminario y actuales sacerdotes en diferentes parroquias, lo recuerdan por su alegría y compromiso con la fe católica, los mandatos de la Iglesia y su pasión misionera.
“Quienes tuvimos la oportunidad de ser sus compañeros en el semanario no olvidamos su constante alegría, su perseverancia, carisma y tenacidad con todo cuanto emprendía” dijo el párroco de San Agustín, Padre Daniel Rojas.
Sus padres Roque Martínez y María Isabel Joaquí, sus seis hermanos agradecieron el acompañamiento y la solidaridad demostrada por la comunidad de San Agustín y los miembros de la iglesia católica durante este duro trance.
