La Nación
¿Será peor la cura que la enfermedad? 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¿Será peor la cura que la enfermedad?

El proyecto de reforma a la salud es una incertidumbre en el país. Uno de los principales retos del Gobierno del Cambio es pasar del discurso a los hechos, entre ellos el futuro de las EPS para su eliminación, reestructuración o transición hacia un nuevo sistema que tenga la capacidad de mayor cobertura y mejor calidad del servicio con énfasis en la prevención. Este derecho fundamental ha vivido malas experiencias manejado por privados y públicos.

Una de las banderas de campaña del presidente Petro fue acabar con las EPS, como un mensaje que movía a quienes han padecido eternas horas en un pasillo para esperar una cama, largas filas para que la respuesta sea que no hay medicamentos y peor aún, para quienes siempre deben interponer una acción de tutela para ser atendidos en alguna especialidad, para muchas personas ha sido tedioso, la pregunta es ¿tiene el Estado la capacidad de hacerse cargo de la salud sin apoyo de privados?

Por otra parte, algunos políticos de derecha defienden una reestructuración, como Vargas Lleras que propone un sistema único con acceso a los mismos servicios de salud, un modelo de medicina familiar, atención integral y fortalecer la red pública en el nivel básico, pero ¿Por qué no lo lideró con su partido en los Gobiernos que ha participado en los últimos veinte años? dejaron agudizar el servicio como un negocio.

Ni lo privado, ni lo público son garantía de transparencia; como la experiencia del desfalco de Saludcoop manejado por privados que desviaron alrededor de 400 mil millones de pesos para compra de autos de lujo, bienes raíces, costosos viajes, entre otros; y al igual en lo público, como el caso del Instituto de Seguro Social que compraba medicamentos con sobreprecios hasta del 600% y contratos con empresas ficticias en todas las seccionales del país.

El proyecto de reforma será radicado el próximo 6 de febrero tendrá que reivindicar la salud como un derecho fundamental, sin causar un traumatismo en la atención de los colombianos en un sistema de salud que funciona a media máquina, ante uno que se desconoce tanto en el articulado como en la práctica, esperemos que sea la mejor decisión para el país, y que no sea mas costosa la cura que la enfermedad.