Una mirada hacia la familia
Consuelo Serrato de Plazas
«Dale a tus hijos la oportunidad de vivir sus vidas, no la tuya». Acertada recomendación del humanista Alejandro Jodorowsky.
Cada día es más común observar a padres de familia compartiendo al detalle contenidos sobre la vida de sus hijos -fotos, videos, audios- a través de plataformas digitales como Facebook, WhatsApp, Instagram, Youtube, entre otras, inquietante práctica que aunque pareciera irrelevante, a futuro podría acarrear nefastas consecuencias.
Tan popular tendencia mediática es conocida como sharenting, vocablo derivado del verbo share (compartir) y del sustantivo parenting (paternidad) que alude a la sobreexposición de los hijos en las redes sociales de los padres ante el deseo de socializar momentos especiales que los llena de orgullo y satisfacción, sin detenerse a pensar que eventualmente podrían terminar en manos inapropiadas.
Desde el contexto de los dispositivos digitales ¿son conscientes los padres que difundir contenidos relacionados con la intimidad de sus hijos podría resultar potencialmente peligroso y de paso exponerlos a un sinfín de riesgos?
Un estudio exploratorio dirigido a analizar el alcance de este controvertido fenómeno en la identidad digital de los hijos, sugiere que la misma «se ve lesionada por el sharenting o el comportamiento de padres al compartir en exceso en redes sociales contenido sobre la vida de sus hijos». Pero más preocupante aún es que «los padres desconocen los riesgos del sharenting en redes sociales, por lo que es necesario concientizar a los mismos, en el respeto de la privacidad de sus hijos y evitar las consecuencias negativas de este fenómeno».
Consecuente con lo expuesto y dada su condición de vulnerabilidad e indefensión resulta imperativo que en ejercicio de la responsabilidad parental que les asiste, salvaguarden la identidad y propia imagen de su descendencia, reduciendo al máximo la sobreexposición por encontrarse en riesgo su seguridad.
Los invito entonces para que no seamos indiferentes ante esta agobiante realidad pues como bien lo advierte el conferencista estadounidense Chris Brogan: «Hay un ser humano detrás de cada tweet, blog y correo electrónico. Recuérdalo».