José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda designado del gobierno de Gustavo Petro afirmó ayer jueves que sí serán gravadas las bebidas azucaradas.
En el proyecto de reforma tributaria que el próximo gobierno presentará para debate en el Congreso de la República se propondrá, entre otras acciones, un impuesto para las bebidas azucaradas.
Ante la pregunta que le hicieron ayer varios periodistas sobre el impuesto para este producto y para los alimentos ultraprocesados el Ministro designado respondió que “sí” habrá obligación fiscal y acto seguido precisó: “Posiblemente lo vamos a incluir. Estamos viendo cómo rinde, a ver si vale la pena”. Y no amplió más el asunto.
Es menester recordar que este tema no ha sido claro. En días pasados Ocampo dijo que si bien el tributo no estaba descartado, tampoco estaba en firme y sostuvo que era necesario determinar si tenía un efecto social adverso, toda vez que hay quienes afirman que la gaseosa sí hace parte de la canasta básica familiar, pese a que no son una fuente saludable de energía. Por ejemplo, el actual director del Dane, Juan Daniel Oviedo expresó que sí hace parte de la canasta básica familiar.
Entre tanto, aunque el director de la Dian de la administración Petro, Luis Carlos Reyes señaló en un principio que el impuesto a las bebidas azucaradas estaba descartado en la tributaria, luego tuvo que retractarse y aclarar que “esa es una de las propuestas que se están considerando”.
“El principio fundamental de la reforma es la progresividad, en la medida en la cual los impuestos saludables cumplan con este principio de progresividad, es decir, por ejemplo, en la medida que un bien no saludable gravado pueda ser sustituido por otro saludable, pues se cumpliría ese principio de progresividad”, complementó.
Este es uno de los temas más controversiales que ha despertado la anunciada reforma tributaria de la cual todavía no se conoce el texto.