José Luis Amésquita Flórez fue herido por sujetos desconocidos que lo atacaron con arma de fuego en el barrio Julio Bahamón de la capital diocesana del Huila. Aunque el hombre fue llevado al Hospital Departamental San Vicente de Paúl, no logró sobrevivir. La víctima tenía antecedentes por tráfico de estupefacientes y hurto.
La capital diocesana del Huila inició el mes de febrero con un nuevo crimen, que elevó a cuatro el número de víctimas asesinadas en lo corrido del 2025.
En esta oportunidad, le fue arrebatada la vida a un hombre de forma violenta en el casco urbano de la localidad.
El asesinato
Frente a los móviles del suceso, se sabe que ocurrió en horas de la noche del pasado domingo, cuando José Luis Amésquita Flórez, más conocido como ‘Daddy Yankee’, se encontraba en el barrio Julio Bahamón de Garzón.
Según lo relatado por los vecinos del sector, fue en plena vía pública donde dos sujetos desconocidos arremetieron contra la humanidad del poblador, disparándole con un arma de fuego.
Los sicarios, luego de lograr su cometido, emprendieron la huida, dejando agonizando a Amésquita Flórez en el piso. Desde allí fue auxiliado y llevado rápidamente al Hospital Departamental San Vicente de Paúl, donde el personal de turno hizo lo posible por salvarle la vida; sin embargo, el paciente no sobrevivió.
Las pesquisas
Se desconocen las razones que motivaron el homicidio, por lo que la Policía Judicial está adelantando las respectivas investigaciones para esclarecer lo sucedido. No se descarta que el caso pueda obedecer a un ajuste de cuentas, debido a su prontuario judicial.
‘Daddy Yankee’ presentaba varios antecedentes por los delitos de tráfico de estupefacientes y hurto.
Se elevan las cifras
Este es el cuarto caso en el que le arrebatan la existencia a un habitante en Garzón, recordando el deceso de Luceni Gutiérrez, de 37 años de edad, a quien le fue segada la vida con arma blanca en medio de un hecho de intolerancia social el pasado 19 de enero en el barrio Obrero de esa localidad.
También se reportó en este municipio el crimen de Otoniel Ibarra Mosquera, quien fue ultimado a disparos el seis de enero cuando trabajaba en una estación de servicio en el sector del Alto Garzón, en la salida hacia el corregimiento La Jagua.
La primera muerte fue la del firmante de paz William Alvarado Guzmán, a quien ultimaron en un hecho de intolerancia social el primero de enero en zona rural de Garzón.