Los agricultores que cierran las principales vías del surcolombiano desconocen el acuerdo al que llegaron los integrantes del Comité Nacional de Cafeteros y el Gobierno. Los agricultores que cierran las principales vías del surcolombiano desconocen el acuerdo al que llegaron los integrantes del Comité Nacional de Cafeteros y el Gobierno. “Las carreteras seguirán cerradas hasta que se acuerde una verdadera solución”, aseguran. GERARDO VALENCIA GUTIÉRREZ LA NACIÓN, PITALITO La noticia difundida el fin de semana por el Gobierno sobre el levantamiento del paro nacional cafetero a través de los medios nacionales generó más indignación que alegría entre los productores que permanecen en las carreteras, quienes de inmediato salieron a desautorizar al Comité Nacional de Cafeteros por considerar que este organismo no representa los intereses de los caficultores del país. La información alteró los ánimos en todas las concentraciones, donde se calcula están cerca de 20.000 campesinos que impiden el tránsito vehicular en las vías que comunican al Huila con el Cauca, Putumayo, Caquetá y el centro del país, por lo cual anunciaron que no se moverán hasta que el Gobierno acuerde con los voceros auténticos del movimiento cafetero. Desde Cinco Veredas, lugar de concentración de los agricultores de Timaná, Oporapa, Saladoblanco y Elías, sobre la vía Pitalito-Timaná, el dirigente Erminsul Sterling, dirigente de Oporapa, dijo que “el Gobierno ha negociado con un Comité Nacional que en nada se identifica con la problemática de la caficultura colombiana, por consiguiente nuestra movilización continúa sin ninguna modificación”. En ese lugar permanecen desde el lunes anterior cerca de 8.000 campesinos, que esperan del Gobierno Central una propuesta que impulse de nuevo la actividad cafetera como una verdadera alternativa de vida para las miles de familias que dependen de ella. Por su parte, el dirigente William González indicó que “el Comité Nacional de Cafeteros no se puede atribuir la vocería de un movimiento en el cual no ha participado, y por el contrario, siempre estuvo en contra de las solicitudes que el gremio de base ha hecho desde hace varios años al Gobierno”. Misión humanitaria Desde el corregimiento de Bruselas un grupo de campesinos acompañó el traslado de un pelotón de soldados adscritos al Batallón de Infantería No. 27 Magdalena, que se encontraban en la base militar de Relevos, en límites entre los departamentos del Huila y Cauca, y que no habían podido salir del lugar debido al taponamiento de la vía. Los militares fueron transportados en un camión del Ejército escoltado por campesinos comisionados por una asamblea general realizada la noche del viernes, para acompañar los vehículos que trasladarían a los jóvenes soldados. “Es un gesto humanitario y un mensaje al Gobierno y a los organismos de seguridad, para que se den cuenta que nosotros no estamos para perjudicar a nuestros propios conciudadanos, sino para reclamar pacíficamente lo que en justicia nos corresponde por nuestro trabajo”, dijo el caficultor Jairo muñoz, miembro de la comisión. En la tarde de ayer, en los sitios de concentración del sur del Huila, la jornada de paro transcurría en calma, los campesinos recibieron algunas ayudas que recolectó la comunidad y continuaban a la espera de que el Gobierno Nacional y los voceros de los cafeteros se sienten a dialogar nuevamente. Tensión en vía a Suaza Una comisión de comerciantes y líderes sociales de los municipios de Acevedo, Suaza y Guadalupe, acompañados de sus respectivos alcaldes, trataban ayer por todos los medios evitar la intervención del escuadrón del Esmad, que desde la noche del sábado se encontraban acantonados en el parque central de Suaza a la espera de la orden de desalojar a cerca de 15.000 campesinos que bloquean desde el lunes la vía que comunica al Huila con el Caquetá. En la concentración campesina se vivían ayer momentos de tensión, pues el cansancio, la lluvia y todas las demás incomodidades que han debido pasar los campesinos durante los ocho días, ha alterado los ánimos y el movimiento ha tomado tintes de intolerancia y desesperación entre los labriegos. La alcaldesa de Acevedo, Lucy Paiva Soto, dijo desde Suaza que “le hemos pedido al Comandante del Departamento de Policía Huila que por favor se abstenga de intervenir por la fuerza, pues sería una masacre, ya que nuestros campesinos están dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias, inclusive hasta morir”, dijo la mandataria. La Alcaldesa de Acevedo hizo un llamado al Gobierno Nacional para que utilice las herramientas del diálogo y la concertación para resolver la crisis que motiva la movilización cafetera, antes que la fuerza y la confrontación con los campesinos. Los bloqueos se mantienen en los sitios de concentración campesina en el sur del Huila. Los manifestantes permitieron el paso de una camioneta que transportaba soldados del Batallón Magdalena, lo que calificaron como un gesto humanitario. A los sitios de protesta sigue llegando ayuda que recolecta la comunidad para apoyar el paro.