Por: Francisco José García Lara
La situación del denominado paro nacional se convirtió en un diálogo de sordos.
El gobierno nacional independientemente de la protesta social sigue empeñado en sacar adelante iniciativas como la reforma tributaria, ahora bautizada como ley de crecimiento, que ampliará la desigualdad al conceder cerca de $17 billones en exenciones a las empresas pero reintegrando $2 billones a los más pobres mediante devolución del IVA.
Acompañando al gobierno está su partido, el centro democrático, que sigue ciego ante la realidad, donde los más connotados líderes, además de pelear entre ellos, todavía creen que nos comemos el cuento que el paro es promovido por el grupo de Rio y Rusia, y a su vez, financiado por Cuba y Venezuela, países que con dificultad garantizan lo básico a sus ciudadanos.
Asimismo acompañan al gobierno los gremios que insisten en que la única manera de hacer crecer la economía y generar empleo es promulgando leyes que apoyen sus intereses, es decir más de lo mismo, sin que por su cabeza pase alguna solución real para disminuir la desigualdad; eso sí, están muy preocupados por las pérdidas económicas derivadas del paro, sin siquiera recordar los beneficios sociales que se han sacrificado para sostener las exenciones de las que gozan.
Se esperaría que la extrema izquierda fuera una alternativa viable ante la situación, pero su máximo jefe no aterriza y con su reconocido mesianismo ha salido por las redes sociales a decir barbaridades y cazar peleas que nada tienen que ver con el contexto actual de los colombianos.
Finalmente están los promotores del paro, unos líderes sindicales anquilosados y cortos de ideas, con propuestas que para nada representan un verdadero cambio, Estos a su vez, están respaldados por jóvenes que tienen claras las razones de su inconformidad, pero con un déficit de creatividad que ha impedido convertirlas en propuestas.
Así estamos en Colombia, todos los grupos antes mencionados debaten las ideas pero estas no se convierten en soluciones, cada uno está parado en su posición, convencido de tener la razón y sin ceder porque sería un signo de debilidad.
En este tipo de situaciones es cuando se requiere liderazgo y audacia que no se ven por ningún lado, simplemente aquí cada uno jala para su lado, y por esa razón, va a ser muy difícil que podamos salir del aprieto en que estamos metidos.
Al margen: en la página web: www.neuroeconomix.com, se encuentra un nuevo podcast (grabación) sobre la ADRES, de autoría de este columnista. Los invito a visitarlo y dejar sus comentarios.
garcia.francisco@javeriana.edu.co